Comfort Zone

Do you live in your comfort zone? Take the test with Jesus and Rocio and find out if you are a person with a comfortable life or if you are a highly adventurous person. What things would you like to do and have not done yet? Jesus and Rocio talk about all this and more.

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Learning tips | Vocab to learn

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Rocío:
¡Hola a todos!

Rocío:
La zona de confort.

Jesús:
Mmmmmm. Interesante tema.

Rocío:
¿Qué es para ti la zona de confort?

Jesús:
Pues a ver. La zona de confort me imagino que para cada persona será algo diferente. Para mí...pues es difícil de explicar, Rocío. Yo creo que la zona de confort es ese lugar... No sé, lo que te hace sentir cómodo, pero no cómodo en un aspecto positivo, sino cómodo en un aspecto poco novedoso.

Rocío:
Muy bien. Una zona de confort es eso: Te sientes cómodo, tranquilo, seguro y salir de la zona de confort, de esa zona donde uno se siente bien con la rutina, pues a veces da miedo, te sientes inseguro y te sientes incómodo, pero es una sensación que a mí me encanta.

Jesús:
Sí, aunque yo creo que también... Bueno, yo es que conozco a mucha gente que se siente cómoda en la zona de confort y no pienso que sean personas infelices ni mucho menos. Simplemente pienso que son personas que se sienten bien en aquello que conocen y no tienen la necesidad de ir más allá. Y a veces eso me da un poco de envidia, Rocío.

Rocío:
A mí me da pena y me pone triste. Y para mí ese tipo de vida es una vida deprimente.

Jesús:
Bueno, pero tú lo ves así porque tienes otras necesidades. Pero imagínate que con lo que ya tienes y con lo que te rodea ya eres feliz y no necesitas nada más.

Rocío:
Pues yo no creo que esa gente con ese estilo de vida sea feliz, Jesús. Bueno, ¿tú consideras que vives dentro de tu zona de confort o fuera?

Jesús:
Pues depende. Si mi zona de confort es lo que no conozco, lo que no sé, no sé. Lo nuevo, la incertidumbre. Entonces, sí estoy en mi zona de confort.

Rocío:
Bueno, es verdad, es un poco contradictorio. Bueno, yo te voy a hacer algunas preguntas y vamos a ver si vives o no vives en tu zona de confort.

Jesús:
Hablando de forma de confort, perdón, de zona de confort, de forma tradicional, es decir. Estar en un sitio cómodo, tranquilo, con tus costumbres, tus tradiciones y sin cambiar nada.

Rocío:
Antes de responder a estas preguntas, yo puedo decir que ni tú ni yo vivimos en nuestra zona de confort.

Jesús:
Bueno, aunque a lo mejor en algunos aspectos sí.

Rocío:
Sí, vamos a verlo. ¿Tú, por ejemplo, te levantas y te acuestas todos los días a la misma hora?

Jesús:
Pues prácticamente sí, pero porque tengo que seguir unos horarios de trabajo que me obligan a tener una hora para dormir y una hora, sobre todo una hora para despertarme.

Rocío:
¿Pero incluso en los fines de semana y en las vacaciones, no eres de esas personas que duermen hasta tarde?

Jesús:
No, nunca.

Rocío:
No, yo considero que una cosa es tener una vida fácil y aburrida y... Pero yo necesito mi rutina.

Jesús:
Sí, sí es cierto que yo un sábado me despierto más tarde que un día entre semana, pero aún así no quiero levantarme tarde. Pienso que estoy perdiendo el tiempo.

Rocío:
Yo tengo una amiga que los sábados se levanta siempre a la una de la tarde, a las dos... Y yo no podría porque tendría la sensación de que mi día entero ya está perdido.

Jesús:
No es la sensación, es la realidad.

Rocío:
La realidad sí.

Jesús:
A ver qué más.

Rocío:
¿Llevas mucho tiempo trabajando en el mismo lugar? ¿Tienes un trabajo...?

Jesús:
No, no, de hecho, nunca he estado en un trabajo durante más de cuatro años. Es el límite para mí.

Rocío:
Es por eso... Yo considero que es un poco aburrido si no tienes nuevos estímulos o... No sé, retos, desafíos.

Jesús:
Si la gente que hace el mismo trabajo durante toda su vida. No sé cómo se pueden levantar cada mañana con buen humor.

Rocío:
Mi tía Carmen estuvo más de 40 años en el mismo trabajo, en el mismo horario, en la misma mesa y además era un trabajo en el que ella tenía que introducir datos en un ordenador y... Pero ella decía que sí, que era un trabajo aburrido, pero que no tenía dolores de cabeza al llegar a casa, ni tenía que ser creativa, ni tenía muchas responsabilidades y eso a ella le hacía feliz.

Jesús:
Esa es la zona de confort.

Rocío:
Es la zona de confort. ¿Sueles quedar siempre con la misma gente?

Jesús:
No... Bueno, a ver, depende. No. Iba a decir que cuando voy a San Fernando sí que quedo con la misma gente, pero en realidad no, incluso mis amigos de siempre van cambiando poco a poco, así que no.

Rocío:
Claro. Y tú recuerda las fiestas que nosotros hacíamos en Madrid. Nuestros amigos eran de muchos grupos diferentes y era muy divertido juntarlos a todos, porque cada persona era de un grupo diferente, con una personalidad diferente y eso está muy bien.

Jesús:
Aunque siempre hay dos o tres personas que sí son siempre las mismas.

Rocío:
¿Y tus fines de semana son todos parecidos, similares...?

Jesús:
Pues no. Creo que no, sí es verdad que hay cosas que me gusta hacer como de forma tradicional y es un sábado como tengo tiempo para desayunar tranquilamente, pues me gusta un buen desayuno, ver una película, pero no. Después, el sábado y el domingo me gusta hacer planes diferentes.

Rocío:
Yo soy quizás en esto una persona más casera y más cómoda, pero tú siempre estás buscando planes diferentes, alternativos. Sí. Tú en este caso no eres...no estás en la zona de confort. Vale. ¿Qué más? ¿Qué más? ¿Hace mucho tiempo que no cambias tu corte de pelo?

Jesús:
A ver, en realidad, el corte de pelo siempre es más o menos el mismo. Sí, es verdad que cuando era más joven lo cambiaba más según la moda.

Rocío:
Claro.

Jesús:
Pero bueno, ya soy un adulto serio que tiene que ir a trabajar.

Rocío:
Yo creo que todos los hombres han pasado por esa fase de tener el pelo como Nick Carter de Backstreet Boys.

Jesús:
Sí, bueno, yo... Mi pelo era un poco rizado. Sí es verdad que lo intenté, pero más que Nick Carter me parecía al champiñón de Super Mario Bros.

Rocío:
Pues yo en este caso tengo que confesar y admitir que tengo 38 años y no he cambiado de estilo en 38 años. Bueno, en dos ocasiones. Una decidí ser rebelde y decidí hacerme una permanente.

Jesús:
Oh Dios mío.

Rocío:
Era el Rey León y fue un error gravísimo. Y en otra ocasión decidí teñirme el pelo de rojo y bueno, fue rojo durante una semana y el resto del tiempo fue amarillo. Otro error. Así que no.

Jesús:
Al menos lo has intentado. A ver, has intentado salir de la zona de confort con tu pelo y has visto que en ese caso es mejor dejarlo como está.

Rocío:
Que mi pelo es muy bonito y ¿escuchas siempre las mismas canciones?

Jesús:
Pues aquí... Podría decirse que estoy medio en la zona de confort medio fuera. Y es que tengo mi lista de música, de canciones de siempre, quiero decir, de canciones de siempre para mí, pues los 90, principios del 2000, pop y demás. Pero también es cierto que cada viernes en Spotify tengo que ver la lista de novedades y seleccionar esas canciones que más me gustan.

Rocío:
Yo realmente las canciones nuevas que escucho es gracias a ti, porque por mí yo escucharía siempre los mismos cantantes, las mismas canciones y los mismos álbumes.

Jesús:
Rocío... Tu pelo, tu música. ¿Podemos decir que tú no quieres salir de la zona de confort?

Rocío:
Yo pensaba que era más aventurera. ¿No? Pero, pero creo que no, creo que soy esa persona aburrida de la que yo misma hablaba al principio. ¿Y alguna vez has tenido el deseo de hacer algo distinto, pero al final no lo has hecho?

Jesús:
Pues creo que no, porque en realidad siempre he hecho lo que he querido. Quizás alguna... No, en realidad no, porque iba a decir que alguna actividad de riesgo o algo así, pero en realidad no, porque hay muchas cosas que sé que no quiero hacer. Por ejemplo, pues yo que sé, paracaidismo. No quiero hacer paracaidismo, me da miedo. Es verdad que aunque las alturas en sí no me dan miedo, el caer de un sitio me da mucho miedo, mucho, mucho miedo.

Rocío:
Pero en paracaidismo vas con un instructor y él es el responsable.

Jesús:
Él es el responsable de mi muerte. No, gracias.

Rocío:
Yo. Mira, hay muchas actividades que siempre he querido hacer y nunca he hecho. Pero creo que es por una falta de tiempo y de dinero. No por ganas o miedo. Por ejemplo, esquiar.

Jesús:
Sí.

Rocío:
Claro. Yo quiero esquiar. Pero para esquiar necesito unos cuantos días libres. Tengo que viajar a algún lugar donde pueda esquiar, reservar un hotel, un instructor, el material, la ropa. Y es dinero.

Jesús:
Hombre, eso contado así parece bastante aburrido.

Rocío:
No. Pero y también hacer surf. Me gustaría surfear, pero es lo mismo. Necesito un profesor. Necesito el material, ir a una zona. Y sí, pero también es salir de la zona de confort.

Jesús:
Claro, quizás te estás dando cuenta en estos mismos momentos, Rocío, que eres la persona más dentro de su zona de confort que conoces.

Rocío:
Dios mío. Bueno, pues en un estudio preguntaron a mucha gente que sí, que qué cosas les gustaría hacer pero que no han hecho. La respuesta más repetida ha sido tomarse un año sabático y viajar por el mundo.

Jesús:
A ver, yo pienso que eso es una excusa muy tonta, porque primero creo que para viajar por el mundo no necesitas un año sabático. ¿Y cuál es la excusa perfecta para no tener un año sabático? Pues que no tienes suficiente dinero para estar un año sin trabajar. Entonces, sinceramente, creo que esa es la típica respuesta de la típica persona que no quiere salir de su típica zona de confort, pero pone una típica excusa.

Rocío:
Yo en este caso yo viajo, he viajado mucho, he vivido en muchas partes, así que no vivo en mi zona de confort.

Jesús:
Y además, nunca has tenido un año sabático.

Rocío:
No. Ojalá. Si ganara la lotería. Sí, claro, una vida sabática tendría. Otra de las respuestas es hacerse un tatuaje, que es una cosa que es muy común, pero que todavía hay muchas personas que les gustaría hacérselo, pero no sé si por miedo al dolor o a un resultado no satisfactorio. No lo sé. No es tu caso.

Jesús:
No, yo tengo varios tatuajes. Algunos me los he hecho en los peores sitios de Tailandia y estoy vivo y sano. Yo pienso que si tienes miedo al resultado es porque realmente no sabes qué es lo que quieres.

Rocío:
Yo tengo una amiga. Mi amiga Bea. Ella lleva 25...No. Bueno, 20 años probablemente queriendo hacerse un tatuaje. Ella tiene el diseño y todo y no, y yo le pregunto que por qué es y no sabe responderme. Siempre dice: "sí, sí en el futuro me lo haré". Pero no sé por qué.

Jesús:
Pues porque realmente no lo quiere.

Rocío:
No lo sé. No lo sé. Otra de las respuestas. Claro, cambiar de trabajo o de estudios, que es algo que muchas personas en algún momento lo hemos pensado, pero, pero no lo hacemos. ¿Tú has tenido este pensamiento alguna vez?

Jesús:
No. En realidad. En realidad no, yo soy profesor. Tenía claro que quería ser profesor y además es una profesión que me ayuda a poder vivir en otros países, que es lo que me gusta, pues puedo ser profesor de inglés como soy en España y cuando me voy a fuera de España, pues profesor de español.

Rocío:
Yo sí que he sentido esto de: "¿qué estoy haciendo aquí?", pero he cambiado de trabajo y bueno, esto es un riesgo que no... Nunca me ha importado tomar, nunca me ha dado miedo porque trabajos hay en todas partes.

Jesús:
Hombre, cuando yo te conocí trabajabas en algo totalmente distinto a lo que haces ahora.

Rocío:
Sí y decidí bueno, ¿por qué no? ¡Vamos! Bueno, como tú decías, el paracaidismo, la escalada, el surf, los deportes de riesgo. Esta es la cuarta respuesta más repetida. Esta dosis de adrenalina. ¿No?

Jesús:
Sí. Si quieres adrenalina, puedes ir al parque de atracciones.

Rocío:
Es más fácil y cómodo.

Jesús:
Haces cosas parecidas al paracaidismo o a la escalada. Y al surf, no tanto.

Rocío:
Y por último, la respuesta más común: aprender un nuevo idioma.

Jesús:
Pues bueno, yo tampoco entiendo mucho por qué el aprender un nuevo idioma es salir de la zona de confort.

Rocío:
Es un esfuerzo muy grande, quizás. Enfrentarse al miedo del ridículo o no sé.

Jesús:
También es muy típica la excusa de yo no viajo porque es que no voy a entender nada de lo que me dicen, ¿no? Y es como una excusa, pues si no sabes idiomas puedes siempre usar esa frase.

Rocío:
Pero por ejemplo, yo siempre, siempre tengo en la cabeza el "quiero volver a aprender francés, quiero practicar portugués, inglés". Sí, bueno, y ahora el húngaro.

Jesús:
El húngaro. Yo lo estoy aprendiendo. Y madre mía, el húngaro.

Jesús:
Hasta luego.

Rocío:
Nos vemos.

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Learning tips:

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Look out for these words and learn them:

  • ni mucho menos = by a long shot / by no means
  • sobre todo = especially / mainly
  • reto / desafío = challenge
  • casero-a = home-loving
  • teñirse = to dye