00:00
00:00
Muy buenas y bienvenidos de nuevo al podcast de profe de español punto com. Yo soy Miguel y hoy traigo a dos invitadas increíbles, ya son Belén y Nerea, y nos van a contar qué hacen y por qué están aquí.

Bueno, nosotras somos profesoras de español en el Spanish CCI, y, bueno, damos clases también de español. Subimos un poquito de contenido, tanto de español traducido al inglés para los hablantes ingleses. Y bueno, cuéntanos un poquito Nerea, también.

Pues nada, empezamos en la época del COVID, cuando todo estaba un poco difícil. Nosotras somos maestras y trabajar en el colegio no era una opción en ese momento. Entonces, empezamos a investigar un poquito y empezamos a darles de español, pues a precio de café, porque no sabíamos nada en ese momento, y nos gustó mucho, nos obsesionamos y ahora, pues ya hemos descartado el colegio y de momento nos quedamos en esto. Nos gusta mucho.

Sí. Y pues eso también no lo habéis dicho, pero tenéis una cuenta bastante grande, bastante potente y muy interesante. Entonces, bueno, lo dejaré aquí en la descripción de de toda, de la plataforma en la que estéis escuchando esto y así las podéis ver. Pero hoy no vamos a hablar de español ni de dar clase ni de ni de nada necesariamente educativo, porque las he traído para hablar de viajes. Hace poco estuvisteis en Rumanía, no, Rumanía, en Francia, en Suiza.

¿Dónde estuvisteis?

Sí, estuvimos, paramos el primer día en Suiza, en concreto la ciudad de Ginebra. Pero, bueno, estuvimos un período muy breve porque es una ciudad conocida por lo cara que es, hay que tener dinero para estar ahí. Y, posteriormente, nos fuimos a Lyon unos tres días y ya Pero

Pero este verano hemos estado trotando un poco por el mundo, porque también hemos estado en en Menorca, fuimos a Madrid también, seguro que se me olvida alguno por ahí, alguna escapada. Fuimos a Mojaca también.

¿Monjaca?

Eso es.

Estuvimos en Mojaca. Maravilloso.

Estamos parados.

¿Y siempre viajáis

juntas o ha dado la casualidad?

Este año sí.

Pues, sí, ha dado la casualidad también de que este año, con el tema de que estamos con este nuevo proyecto de español, pues nos hemos animado un poco a compartir nuestras experiencias y vivencias con nuestro público. Nos parece muy interesante ver, pues, el tipo de ocio que tenemos o el tipo de viajes, no sé, compartir las experiencias.

Nada, está fenomenal. A ver, desde luego, por vuestras historias se veía se veía divertido. ¿Y cuál es el el mejor viaje que recordáis en general? O sea, no necesariamente de de los últimos años, sino un viaje que hayáis dicho wow, este ha sido el viaje.

Bueno, tienes más,

El mejor viaje que que he hecho es cuando fui a México en dos mil dieciocho, creo, antes del COVID. Fui con mis compañeros de clase de la universidad y fue brutal. Fue brutal porque lo teníamos todo incluido, puedes comer cuando quieras, barra libre. Y, bueno, pues es como un viaje superlargo, muchas horas de avión y fue muy emocionante. La playa era fantástica para relajarte.

Además, la compañía era bastante agradable. Es cierto que no eran mis mejores amigas, es decir, justo mis mis amigas no hicieron ese viaje, pero hubo un ambiente bastante bastante bonito, me gustó mucho. Se portaron muy bien conmigo y lo pasamos superbién.

Qué maravilla. Todo el mundo dice lo mismo de de México, que cuando van, que dicen que es la hostia,

pero no. Qué

bien. ¿Y tú, Belén? ¿Hay algún viaje que digas qué bueno fue?

Sí, yo recuerdo Polonia y, de hecho, fuimos a visitar a Nerea en su Erasmus y no estaba Nerea. No estaba en esa ciudad, amiga. A visitar a Nerea y Nerea tuvo la magnífica idea de irse a Berlín justo en esa en ese período. Pero bueno, estuvimos muy bien en Cracovia y me impactó, bueno, aparte de que es una ciudad que yo pensaba que al estar más en el centro de Europa iba a ser una cultura más cerrada. Yo me lo pasé muy bien, tuve tuve muchos momentos de fiesta, de ocio nocturno, también de visitar lugares, Y fuimos al campo de concentración de Oswidge, y eso es algo que me dejó creo que muy impactada, el conocer ese pedacito de de historia.

Creo que fue brutal.

Sí, vomité allí.

No jodas.

Cuando fui y vomité. Era muy impactante.

¿Qué habías desayunado?

Pollo.

Me impactó también muchísimo cuando fui y claro, es una cosa que te deja mal cuerpo. Igual no para vomitar, pero pero que durante un ratito Sí, sí. Pues yo creo que mi mejor viaje Es está feo que lo diga porque viví tres años allí, pero Praga, Praga, o sea, ha estado igual sesenta veces en Praga, entonces lo conozco súper bien.

¿Qué hacías allí?

Yo vivía en yo vivía en Verno, o sea, yo vivía en República Checa, me fui de Erasmus y me contrataron. Entonces, pues ya me quedé tres años. Y, o sea, yo también soy maestro, entonces empecé en un colegio y ya, pues fui escalando lo mismo que vosotras, pero voy con dos años de retraso.

¿Describí español, profe de español?

Sí, claro, o sea, yo hice Magisterio de Inglés pero después llegó el máster de él. Y eso, entonces Praga, Praga, para es increíble, o sea, es un viaje que que es que lo puedo hacer mil veces y me seguirá gustando. No sé, no qué tiene. Desde luego la gente no es, la comida tampoco, pero

Él se va a preguntar cómo es la gente de Praga un poco, cómo es que percibiste de la gente de

Dale, los chicos son los chicos son maravillosos, pero claro, no de primeras, hay que hay que conocerlos, o sea, hay que darles un poquito de tiempo y ya ya son maravillosos. Pero al principio, pues bueno, un poco desinteresados.

Serios también, un poco, ¿no?

Sí, sí, entiendo que en Heredia te pasaría lo mismo en Polonia. Sí. Hacer amigos polacos, pues, a lo mejor te costó un poco.

Bastante, más internacionales. Sí, claro. Pero bueno.

Sí. Muy bien. Y dentro de todos estos viajes, ¿cuál ha sido el peor alojamiento en el que os habéis quedado?

Pues yo en un camping de Mohakar que, bueno, venía ya a la tienda de campaña, que era como una jaima, pero tenía agujeros y, aparte, habían bichos por dentro. Pero, bueno, por cinco euros la noche, pues, no podía pedir mucho más. Aparte, era octubre, hacía frío, la ducha era con agua, no si recuerdo que era agua de la lluvia, era una mujer muy hippie, no quería pus, hacemos jabón, no sé, normalmente un día, porque,

de hecho,

no lo voy a repetir. Sí, nosotras somos princesas. Ya no más.

Muy bien, ya tenemos una edad. ¿Y tú, Nereia?

Pues recuerdo que fui a Italia con una amiga y en este momento, o sea, unos días antes,

reservé el apartamento y le dije a mi amiga si podía

revisarlo, pero ella me dijo que no, que confiaba en mí. Entonces, dije, bueno, pues lo reservo, este parece bien barato. Venga, vamos, porque en el Erasmus se viaja mucho, entonces se prioriza el precio. Cuando llegamos, nadie abría la puerta. Entonces, mi amiga me dijo, mira los comentarios, mira los comentarios.

Y ponía, nadie abrió la puerta. Entonces, justo salió una persona de de ese postigo y le dije, perdona, perdona, ¿conoces a a esta persona? Es que vamos a dormir en su casa, en teoría. Y me dijo, sí, claro, acompáñame, un vecino. Y cuando cuando el vecino llamó a la puerta, se abre y aparece una anciana.

Pero anciana, yo creo que unos noventa y tres fácil, Y empezó a hablarnos en italiano, no qué, y nos enseñó la habitación. En este momento no había nadie, pero yo veía muchas camas. Bueno, nos alojamos, fuimos de turismo y cuando volvimos, la señora tenía tres perros inmensos encima de las camas y aparte compartíamos la habitación con seis personas. Qué horror. Uno de ellos roncaba muchísimo y, al día siguiente, mi amiga empezó a rascarse por todas partes.

Parece ser que, además, la cama tenía chinches o insectos o no sé, digamos que una fantasía.

Oh, dios

mío. Y, bueno, esto es una cuestión que me surge. Soléis, cuando viajáis, porque hay un nuevo concepto como de eso, de habitaciones compartidas, ¿tenéis buena experiencia con eso? Tipo los albergues del camino del Camino de Santiago, ¿lo habéis? Bueno, ¿tú lo has hecho Nerea?

¿Tú lo has hecho alguna vez, Miguel?

Yo sí. Y en principio todas las experiencias han sido buenas. Bueno, a ver, dadas las circunstancias, ¿no? No es tan bueno como estar solo, pero pero sí, nunca he tenido problema, lo he hecho a lo mejor en cuatro sitios diferentes y sí.

¿Divas con más personas, no? ¿Nunca solo?

No, que yo solo muchas veces. En general suelo viajar más solo que con gente, pero pero claro, pues entiendo que es otra historia, por Europa pues también es diferente, es muy fácil, muy cómodo, muy seguro.

Yo creo que es importante informarse de hostales a los que va gente joven o hay buen ambiente. Sí, sí, sí. Eso es importante.

Si vais a Praga, os puedo recomendar uno, más allá de eso.

Yo fui a uno, pero no recuerdo cómo se llama. Éramos nueve en la habitación, por suerte todos amigos, y todo hubo un problema. Pero era muy barato,

Sí, sí, sí. Barato. No, es eso es la es la única ventaja de estas cosas.

Y tú, mire, cuéntanos.

Pues mi peor alojamiento también ha sido en República Checa, en un sitio que se llama Karlobivari. Es un lugar en el que hay como aguas termales y tal, también muy turístico, pero es un turismo diferente, o sea, es un turismo, pues, sobre todo para rusos que, pues, por la razón que sea, les encanta y siempre van ahí. Y hay, pues, como dos pensiones. Y son una mierda, bueno, por lo menos es que fui yo, una mierda, la habitación llena de humo de que alguien había estado fumando, pero vamos, o sea, es que a lo mejor se fumó la habitación entera, Es horrible.

Sumarino ahí.

Lo juro, O sea, una pasada. Y sí, pues,

¿cómo puede

ser con las ventanas abiertas? Que huela todavía. O sea, yo creo que ahí se fabricaba el tabaco, porque si no no me lo explico.

Qué horror.

Y sí, sí, era también compartida, pero no había nadie más. Entonces, pues estaba yo solo, pues con la que era mi pareja entonces y asqueroso. O sea, las camas asquerosas, el suelo pegajoso, no había cocina, se suponía que había cocina, pues había un hervidor de agua y pues

Ay dios. ¿Pero ni en la recepción ni nada?

Nada, nada, nada. O sea, eso era, pues típico edificio de paneles comunista que, pues ahí se quedó y lo han convertido en un hotelito, pero vamos que

Claro, casi mejor que dormir en un banco, ¿no? A la intemperie.

Sí, sí, nomás

creo que había nevado, en fin, horrible.

Ay dios.

Y y no era barato, es que lo peor es que no era barato, porque como era un sitio muy turístico, pues no había más oferta. Horrible, eso era

Había buen marketing.

Sí, sí, desde luego, desde luego me lo comí. A ver, es que era eso o nada, entonces pero sí, ya no lo haría. Creo que imagino que a todos nos ha pasado el ir a un sitio demasiado turístico y decir voy a hacer noche en el pueblo de al lado.

Sí, sí, sí.

En Venecia, por ejemplo, yo nunca he dormido en Venecia ni dormiría.

Tampoco.

¿Por qué?

Tampoco. Sí. ¿Y el mejor alojamiento?

Uf, uf. Tendría que

tener. Bueno, siempre has sido cuando viajo con mis padres, precisamente. Será porque ellos son los que ponen la parte económica. Pero PortAventura, no si conocéis el parque de atracciones situado en Tarragona, los el resort turístico que tienen dentro, las instalaciones son brutales, es muy limpio, la comida también es muy buena, tienen piscina, acceso directo al parque. Bueno, yo me quedaría

en el hotel, a

las atracciones no me gusta mucho, acceso directo al parque. Bueno, yo me quedaría en el hotel, a las atracciones no me gustan mucho, casi que prefiero hubiese preferido quedarme en el hotel, se fue. Tipo resort, como un resort. Sí, básicamente.

Qué guay. Vale, pero te montaste en algo también, ¿no? Ya que ya que vas.

Sí, claro, ya me vi obligada, aparte porque tengo una hija y al final el papel de madre lo tengo que hacer. Valiente. Sí, sí, en las montañas rusas, pues sí, me tocó.

Madre mía.

Tocó montar.

Muy bien.

¿Y tú, Neret? Pues para mí, vale,

cuando empezó a

haber más libertad, cuando ya pararon las restricciones, Tuvimos la fantástica idea, diez amigos y yo, de buscar por la zona de Altea una casa de esas de de lujo, porque, claro, como nadie podía viajar, estaban estaban tiradas, estaban a precio de, vamos, muy baratas. Entonces, fuimos a como una casa supergrande tipo mansión valorada en, yo creo que ocho millones de euros o algo así. Y el fin de semana salimos a ochenta euros por persona. Wow.

Y nada, estuvimos ahí disfrutando como, nos sentimos como Cristiano Ronaldo,

que si es la verdad que llevábamos mucho cuidado, porque el dueño nos dijo que que si rompes algo,

porque el dueño nos dijo que

que si rompes algo lo vas a pagar caro. Entonces, con pies de plomo, mucho cuidado. El dueño, por cierto, también era ruso. Alquilaba, tienen tienen casas grandes allí en Altea.

Wow. Ah, está bien saberlo, para la próxima pandemia pues no lo apunto.

Sí, sí, sí, sí, bueno, ahora ya imposible pagarlo.

Sí, sí, ahora ya no. Pues yo, no sé, tal vez tal vez Nueva York es posible, tampoco paga yo el alojamiento y

Fue un regalo.

Sí. Sí, sí, fue un hotel a ver, yo no soy de hoteles, en general soy muy fan de Airbnb, me gusta, sobre todo me gusta cocinar yo todo, entonces, pues los hoteles no me hacen ese papel, pero este, fue increíble, tenía gimnasio, tenía todo, tenía creo que una piscina en la azotea, un rascacielos de estos

Ay, qué guay.

Una pasada. Ay, sí. No me importó no cocinar, fíjate, hice el esfuerzo.

Hombre, hombre. Cuando ves la piscina se te olvida.

Sí, sí. Pues es que no estoy no estoy acostumbrado a eso, No me no me gusta mucho ese tipo de de lugar en el que vas y te cuidan un montón. Es como uf, me incomoda. Me gusta llegar y decir, bueno, pues tengo que hacer la lavadora.

Bueno, pues ya lo hacemos lo demás por los demás por ti, ¿no? Sí, sí, sí, nosotras encantadas, vamos.

Sí, sí. No, para no, para no. O sea, prefiero mil veces viajar a un Airbnb y pagar más, pero poder hacerme yo todo que quiero un hotel. Sí, soy un poco raro para esto.

Nosotras creo que en ocho días no cocinamos ni uno. Buah,

me muero.

Ni uno.

Qué bárbaro. Bueno, pero para no es raro, como yo entre ciento sesenta y cinco días que tiene el año, cocino dos. Sí, sí, sí, pero bueno, estoy un poco fuera del tema, pero es algo que me encanta, que me cocinen, o sea.

¿Y qué es lo mejor que habéis comido en un viaje? O sea, ¿cuál es la la mejor la mejor cocina para vosotras? Pues,

para mí, a ver, también porque viví mucho tiempo allí, pero a la la comida de Polonia me encanta. Me encantan los pierogis, las los crepes de patata, las hojas calentitas. No sé, como que también acompañan mucho con el frío que hace. No sé, los platos son muy grandes, tienen algunos platos en los que ponen como un pan así redondo y dentro ponen salsas.

Sí, sí.

No sé, me gustó muchísimo, la verdad.

Sí, ¿cómo se llama eso? Goulage, no.

Ay, pues sí, creo que Goulage dentro de dentro del pan,

sí. Qué

guay. Yo no diría lo mismo de República

Checa. ¿Es diferente la comida?

Yo creo que sí. Yo creo que sí. A ver, tampoco muy muy diferente porque al final, pues, la influencia es la misma. Pero pero no, no sé, no me gusta mucho ese tipo de comida, se me hace como muy muy grasa, muy aceitosa, no, es que me falta costumbre, soy muy real footer, y y me gusta me gustan las verduritas, la fruta, ese tipo de cosas, no, para es necesario. Así que me quedo con el Mediterráneo, me quedo con Italia y España para estas cosas, vamos, cualquier día.

Totalmente. A me sucede lo mismo, me gusta la comida internacional, pero me suele parecer muy pesada. Yo me quedo también con mi lenguado o mi merluza, mi paella de vez en cuando, y un vino, el vinito mediterráneo. Sí,

eso tampoco lo podemos comparar, me

parece. En Eurmanía, lo que pasó, no si te pasó a ti, Nerea, es que ya el quinto día estábamos cansadas de comer patatas y salchichas. Creo que he estado una semana como depurando Igual. A base de frutas y verduras.

La comida estaba muy rica, pero era tan pesada, tan fuerte, que es que no podría vivir allí mucho tiempo. Por ejemplo, cuando fui a a Hungría, estuve en Hungría el año pasado tres meses y la comida me gustaba bastante, pero es cierto que me siento como más cansada, más Me faltan verduras, frutas, mi agua de mi casa, porque al final te acostumbras a todo. Y es volver, y a la semana y media, dos semanas, con la comida de tu casa, tu cama y tus cosas, se te pasa. Te recuperas.

Sí, sí, totalmente. Muy bien, qué maravilla, pues con esto ya se me ha abierto el apetito, así que creo que lo podemos ir dejando aquí. Muchísimas gracias por participar, por venir y ser tan tan maravillosas y tan colaboradoras.

Gracias.

Y podéis venir, podéis volver cuando queráis. Aquí estoy con mi podcast y con mi contenido para vosotras. Si Si queréis decir algo antes de despediros.

Nada, gracias a ti por la oportunidad. También generas un contenido maravilloso, cultural, también, bueno, gramática, de léxico, pero sobre todo cultural. Entonces, nada, a seguir así, cualquier cosa, estás invitadísimo también a colaborar con nosotras.

Muchas gracias.

Eso es, muchas gracias por contar con nosotros desde el primer momento. Y nada, trabajar contigo es un un gusto, un placer.

Muchas gracias, Nereia. Perfecto, pues aquí lo dejamos.

Podcast: ProfedeEspañol
Episode: Viajar por el mundo (con @SpanishCCAE)