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Episodio número 108, compañeras y el femenino genérico. Hola, estudiante, ¿cómo te va? Yo estoy de vuelta en Londres después de un viaje de unos días a Valencia. En un rato te contaré qué estuve haciendo allí. Quizás es la primera vez que escuchas este podcast, así que me presento brevemente.

Mi nombre es César, soy profesor de español y, aunque nací en España, vivo en Londres, Inglaterra, en la actualidad. El objetivo de este podcast es mejorar tu comprensión del español y, por supuesto, aprender nuevas palabras, expresiones o cosas interesantes que, quizás, no sabías de temas diversos. Si crees que este podcast es demasiado complicado para ti, te recomiendo escuchar mi podcast Spanish for Folse Beginners, y si quieres un desafío mayor, te sugiero que escuches Advanced Spanish Podcast. Te dejo los links en la descripción de este episodio. Si lo necesitas, puedes usar la transcripción gratuita de los episodios y memorizar las flashcards de vocabulario.

Todo esto lo tienes en la página web www punto Spanish Languagecoach punto com. Si no es la primera vez que me escuchas y has estado escuchando el podcast desde hace tiempo, seguro que sabes 2 cosas sobre mí, porque las repito mucho. La primera es que antes de convertirme en profesor de español trabajé para una gran empresa en la que me sentía muy valorado tanto personalmente como económicamente, pero que me hacía sentir bastante insatisfecho por la naturaleza del trabajo. La otra cosa que probablemente sabes es que, aunque me encanta mi trabajo actual, porque tengo flexibilidad y libertad creativa para hacer contenido para personas que estudian español, hay algo que echo de menos y mucho de mi último trabajo corporativo, el factor humano. En esta última empresa en la que trabajé tuve muy buenas compañeras, de hecho se convirtieron en amigas.

Lo mejor de nuestro día a día eran las pausas para el café que hacíamos por la mañana y después de comer, intentando alargar estas pausas hasta el último minuto. Y es que no se puede tener todo, ahora tengo un trabajo que me gusta mucho, pero no tengo a nadie que me acompañe en mis pausas para el café. Según un estudio de WeWork, trabajar con personas a las que consideramos amigas tienen muchos beneficios. Por ejemplo, aumenta la satisfacción laboral en un 50 por 100 y la productividad en un 39 por 100. No es de extrañar que las empresas se esfuercen en crear equipos de personas compatibles e incluyan actividades de team building en los presupuestos del departamento de recursos humanos.

Los beneficios de tener buen rollo, buen ambiente en el trabajo no son solo para los empleados, sino también para la organización. Te decía que yo trabajo solo, no tengo a nadie físicamente trabajando conmigo, pero eso no quiere decir que no tenga compañeras. ¿A quién considero yo compañeras de trabajo? Pues primero tenemos que definir cuál es exactamente nuestro trabajo. Yo diría que somos profes de idiomas, especialmente español, que han decidido crear su proyecto online.

Desde que empecé Spanish Language Coach he conocido a algunas profes en persona, pero el fin de semana pasado tuve la oportunidad de conocer a muchas de ellas en un evento en Valencia, compañeras a las que por fin he podido desvirtualizar después de años hablando a través de nuestros teléfonos. Por cierto, puede que te estés preguntando por qué hablo siempre de compañeras usando el género femenino. Te lo voy a explicar, pero déjame contarte una anécdota antes. Hace años, cuando vivía en Valencia, a veces iba a la clase de pilates que había en mi gimnasio. Normalmente la clase estaba compuesta por la profesora, unas 15 mujeres, y yo, el único chico.

De vez en cuando la profe usaba el femenino para decirnos algo, por ejemplo, ahora chicas mantenemos las piernas en alto, y cuando se daba cuenta de que yo estaba ahí también, me pedía perdón por haberlo usado, y a continuación usaba el masculino genérico. Después de varias clases le dije que no me importaba en absoluto que usara el femenino, que no tenía ningún problema. De hecho, me parecía más normal que usara el femenino cuando todas las personas que iban a me parecía más normal que usara el femenino cuando todas las personas que iban a clase eran mujeres, yo era el único chico. De esto hace más de 10 años, cuando el lenguaje inclusivo no era un tema mainstream o de actualidad, como ahora. La verdad es que ella tenía razón, según la Real Academia Española, una institución que regula el uso del idioma, lo correcto sería usar el masculino genérico, incluso cuando el número de mujeres es muy superior al de hombres.

Quizás puedas pensar que usar los 2 géneros puede ser una solución, y sí, cada vez más personas usan fórmulas como los niños y las niñas, o los hombres y las mujeres. El problema con estas fórmulas es que contradicen otro principio del uso de la lengua, el principio de la economía del lenguaje. Idealmente, cuando hablamos necesitamos transmitir la información minimizando el esfuerzo de la persona que habla. Es cierto también que la lengua la hacemos las personas que la hablamos, y que la RAE, la Real Academia Española, da recomendaciones y no impone leyes. Realmente su función es observar y registrar el uso de la lengua por parte de los hablantes.

Yo he tomado la decisión de usar el femenino genérico cuando el número de mujeres sea mayor al de hombres, porque simplemente creo que tiene más sentido. Algunas personas me dirían que en otros idiomas la norma es usar el femenino genérico cuando hablamos de un grupo de ambos sexos y, por tanto, no hay que darle tanta importancia al asunto y debería usar el masculino genérico todo el tiempo. Es cierto que algunas lenguas usan el femenino genérico, algunas lenguas caribeñas, entre ellas el guajiro, además del koira en Mali, y el afaro en Etiopía. ¿Conocías algunas de estas lenguas? Yo no, y la realidad es que la gran mayoría de lenguas en el mundo optaron por el masculino genérico, a excepción de las que he mencionado.

¿Pienso que la lengua provoca que una sociedad sea más o menos machista, sexista? La verdad es que no, no creo que haya un efecto directo, es algo más sutil. De hecho, hay países donde la lengua es bastante inclusiva y apenas se usan los géneros y, sin embargo, sus sociedades sufren de un tremendo machismo. Lo que que creo es que nuestra mente está en muchas ocasiones configurada de forma machista, aunque nosotros no nos consideremos machistas. Te pongo un ejemplo.

Quizás ya lo conozcas, pero hace años se hizo famoso un acertijo. Un acertijo es una especie de idea complicada que tienes que resolver. El acertijo decía lo siguiente, un padre y su hijo viajan en coche y tienen un accidente grave, el padre muere y al hijo se lo llevan al hospital porque necesita una compleja operación de emergencia, para la que llaman a una eminencia médica. Una eminencia es una persona muy buena en su trabajo. Pero cuando entra en el quirófano dice no puedo operarlo, es mi hijo.

¿Cómo se explica esto? Si no conoces la respuesta al acertijo, puedes pausar el episodio y pensar durante unos segundos. Cuando una amiga dijo este acertijo en una cena con varias personas, tuvimos todo tipo de respuestas, que si el padre había resucitado para operar a su hijo, que si el hijo tenía 2 padres homosexuales o que el padre era en realidad un cura, un religioso. El caso es que nadie dio con la respuesta correcta, que era mucho más simple, la eminencia médica era la madre. Todos sabemos, y a nadie nos extraña, que una mujer pueda ser médica, cirujana y ser una eminencia médica.

Sin embargo, este acertijo nos muestra que nuestro inconsciente puede jugarnos una mala pasada. Al parecer, esto está relacionado con el concepto de parcialidad implícita. Cuando aprendemos de lo que nos rodea en nuestra infancia, se crean en nuestro cerebro asociaciones neuronales que nos hacen relacionar conceptos y recuerdos en forma inconsciente. Así que, si las personas de mi generación y generaciones anteriores crecieron relacionando la figura de eminencia médica con hombres, no es de extrañar que esa asociación se haya quedado en nuestras mentes. Pero, ¿por qué?

¿Por qué hemos asociado la figura de eminencia médica con la de un hombre? Veamos los números. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en 1985, en España, las mujeres representaban solo el 25 por 100 del conjunto de los médicos, en cambio, en 2016 representaban casi el 50 por 100. Imagino que las nuevas generaciones tienen una asociación diferente, ya que han crecido viendo personas de ambos sexos en esta profesión. De nuevo, no creo que la lengua tenga un efecto directo en que una sociedad sea más o menos machista, mayor parte de profesionales de la enseñanza del español como lengua extranjera, con un proyecto online son mujeres, y por eso creo conveniente usar el femenino genérico y hablar de compañeras, refleja mejor al grupo de personas al que me dirijo.

Y por supuesto, cuando digo compañeras incluyo a todos mis compañeros, aunque los chicos seamos minoría. Puede que a algunas personas les resulte extraño al principio el uso del femenino genérico, de la misma forma que hace años decir médica, doctora, jefa o presidenta sonaba muy raro. Al final, somos los hablantes de la lengua los que decidimos su futuro. Y bueno, dejando a un lado esto, te decía que el pasado fin de semana fue especial porque pude desvirtualizar a muchas de mis compañeras en Valencia. Ha sido en la primera edición de la educón, un congreso para educadores digitales que hacen su trabajo en España.

El congreso estaba dividido en 2 partes. En la primera parte del día se hicieron charlas, yo participé en en una sobre marca personal, de hecho, y en la segunda parte del día se entregaban los premios a los mejores educadores digitales de España en varias categorías, y yo formaba parte del jurado de la categoría concienciación social. La verdad es que, además de conocer en persona a mis compañeras, esta experiencia también ha sido muy interesante. A me gusta mucho comunicar y ahora ya no me pongo nervioso cuando me pongo a grabar un nuevo episodio del podcast. Lo hago desde mi casa, en pijama y con la tranquilidad de saber que puedo volver a grabar si cometo un error.

Hablar en público me gusta, pero me da miedo, y antes de empezar la charla sobre marca personal que hice con varias personas, pues me sudaban las manos y no paraba de beber agua. De hecho, momentos antes de empezar a hablar se me cayó un poco de agua sobre el pantalón, lo que no es ideal. Pero bueno, estábamos sentados y esa sensación de de sentirse observado me parece muy incómoda, no sabes si sentarte con las piernas abiertas o cerradas o cruzándolas, quieres tener una postura correcta y erguir la espalda, pero no demasiado porque en ese caso parece que estás tenso, bueno, no sé, creo que explico esa sensación. La experiencia fue muy buena y me gustó mucho salir de la manida zona de confort. Cuando digo que fue muy bien no significa que lo hice muy bien, ni mucho menos.

Viendo los vídeos pienso que en algunos momentos no me expresé correctamente, hablé demasiado rápido o lo que decía no era del todo relevante. Incluso, en las 2 ocasiones que pregunté algo a una de las personas que estaban haciendo charlas, metí la pata. ¿Y qué hice? Pues me reí de mismo, el humor lo hace todo un poquito más fácil. En todo caso, he aprendido mucho.

Y también aprendí mucho de mis compañeras. ¿Y de dónde viene, por cierto, esta palabra que le da título al episodio de hoy? Pues del latín cumpanis, cum significa con y panis significa pan, cuya traducción literal es con pan, dándole el significado de compartiendo el pan o los que comparten el pan, comer de un mismo pan. Y sí, me he dado cuenta de que no solo compartimos el pan, sino que también compartimos motivaciones y miedos, compartimos éxitos pero también fracasos, Compartimos una visión de la educación digital y de cómo podemos hacer nuestros proyectos sostenibles, rentables, permitiendo que cada vez más estudiantes se beneficien de ellos. La verdad es que fue muy reconfortante saber que estamos en la misma página, que compartimos visión.

Además, me llevo algunas lecciones de ellas. Necesito aprender a organizarme mejor y a encontrar un equilibrio más sano entre el trabajo y el resto de mi tiempo. Por otro lado, en la parte personal también hicimos muy buenas migas, nos llevamos muy bien, hubo química. Hacer buenas migas es llevarse bien con alguien. Este modismo o expresión viene de cuando los pastores se juntaban para comer juntos y cada 1 aportaba algo para cocinar migas, que es una receta muy española.

Se cocina con pan, tocino, ajos, aceite y agua. Fue estupendo poder irnos a desayunar, comer, cenar o incluso tomar una copa y conocernos un poco más a nivel personal. A todas vosotras, compañeras, muchas gracias, de verdad, he vuelto de Valencia con las pilas cargadas. Y de nuevo me ha hecho darme cuenta de lo importante que es el factor humano y las relaciones. Todos queremos pertenecer a una tribu, nos hace sentir bien que otras personas son como nosotros.

Cuando volvía a Londres en el avión pensaba en esto, no solo en lo mucho que había disfrutado con mis compañeras, también en que echaba de menos el contacto con estudiantes, poder estar en el mismo espacio tiempo con estudiantes. Así que en cuanto aterricé, llamé a mi amiga que trabaja en eventos y le pregunté sobre la posibilidad de hacer un evento en Londres, una idea que lleva en mi cabeza desde hace tiempo. Un evento donde me pueda reunir con un grupo de estudiantes de español reducido y del mismo nivel durante 3 días. Una especie de curso intensivo presencial y con foco en la mejora de las competencias comunicativas. Yo hice en 2012 un curso de inglés de estas características y fue increíble.

Me gustaría replicar algo similar y darle el espíritu de Spanish Language Coach. Y la verdad es que estoy siendo un poco bocazas, estoy hablando demasiado porque ahora mismo es solo una idea y quizás nada de esto pasa, pero bueno, como decimos en español, es hablar por no callar. La idea es probar en Londres y después poder hacerlo en otras grandes ciudades de otros países, donde se concentran la mayor parte de personas que escuchan este podcast. Para mí, profesionalmente, sería una experiencia, pues imagínate, inigualable, y espero que si este evento acaba pasando lo sea también para las personas que participen. Y de nuevo, son solo ideas en el aire y tengo que ver si es realista y factible.

Dime en los comentarios de la página web qué te parece la idea y cuéntame también si en tu trabajo las personas con las que trabajas son una parte importante de tu día o realmente no tienen tanto impacto. Nada más por hoy, aprovecho para pedirte un pequeño favor. Si no lo has hecho todavía, estaría muy agradecido si pudieras valorar el podcast en la plataforma desde donde lo escuches. Puedes dejar un comentario o dejar unas estrellas. Además, si conoces a alguien que le puede ayudar, no dudes en recomendarlo.

1000000 de gracias. Y ahora sí, me despido hasta el próximo episodio. Un abrazo grande.

Podcast: Intermediate Spanish Podcast
Episode: E108 Compañeras y el femenino genérico - Español Intermedio