Puedes leer la transcripción gratuita del episodio y también usar las flashcards de vocabulario disponibles en la página web WWW punto Spanish Languagecoach punto com. También te recuerdo que en unos días, el martes día treinta de mayo, abren las inscripciones de mi curso online para estudiantes de nivel intermedio, Español Ágil. Siempre digo que este podcast y el curso son cosas muy diferentes. Escuchar el podcast te ayuda a mejorar tu comprensión y a ganar nuevo vocabulario, tema del que vamos a hablar hoy. Por otra parte, el curso pone el foco en la parte práctica, en que tú seas la parte activa del proceso y te expreses en español de forma oral y escrita, y que lo hagas mientras ganas fluidez, agilidad y precisión de la gramática española del nivel intermedio.
Es un curso online, pero hay una gran parte humana, porque además de la comunidad de estudiantes de español de todo el mundo, si tienes alguna duda sobre algunas de las lecciones, Lidia o yo te responderemos personalmente. No hay inteligencia artificial, solo personas de verdad. Si quieres más información sobre el curso, la tienes en la página web y, si tienes cualquier duda, también puedes escribirme a mi email César arroba Spanish Languagecoach punto com. Y como he dicho, el tema de hoy es aprender nuevo vocabulario de forma eficaz. Y quiero decir que este episodio lo hemos preparado entre Lidia y yo, aunque sea mi voz la única que escuches.
Quiero que te imagines en un lugar de costa, de vacaciones en España. Vas al chiringuito, y un chiringuito es un bar en la playa, pides algo para comer y beber en la barra, y el camarero te habla en español. Tú le entiendes perfectamente, le respondes correctamente en el mismo idioma y te sirve tu tapa, tu bebida y lo disfrutas. ¿Cómo te sientes al hablar en el idioma que estás aprendiendo? Te resulta gratificante ser capaz de conversar con un nativo, ¿verdad?
Una comunicación fluida en otro idioma es a lo que aspiramos. Seguro que te sientes bien y es muy satisfactorio hablar y ver en acción lo que has aprendido. Pero, ¿aprenderlo es para ti un placer o una lucha? Si tu respuesta es que a veces es una lucha, no estás solo. Recordar el vocabulario, las reglas gramaticales y pronunciar correctamente son tareas que no siempre resultan simples, especialmente hacerlas todas a la vez.
En este episodio vamos a ver cómo fortalecer una de esas áreas para sentirse a gusto, con comodidad, hablando español. Vamos a ver cómo aprendemos nuevas palabras, cómo funciona nuestra memoria y algunos trucos para aprender nuevo vocabulario de forma más eficiente. Para ese objetivo, primero tenemos que aprender nuevas palabras y ser capaces de recordarlas. ¿Qué nos ayuda a recordar de manera más sencilla las palabras que aprendemos? La respuesta es las imágenes y las conexiones personales.
Veamos un ejemplo. Has asistido a clase de español en línea. En esa clase has estudiado el vocabulario de la ciudad, del mobiliario urbano, farola, semáforo, banco, papelera, tobogán, columpios. Sales a la calle porque tienes que hacer unas compras y decides ir repasando, perdón, repasando mentalmente lo que has aprendido en clase. Vas uniendo las palabras a las imágenes, genial.
Un banco, una papelera, una farola muy alta, un parque infantil con un tobogán y columpios. ¿Hay eso eso que regula el tráfico, que tiene tres colores diferentes? Verde para pasar, rojo para parar y ámbar para que vayas parando, ¿cómo se llamaba? Pero si lo acabas de estudiar, ¿te resulta familiar esta situación? Probablemente a todos nos ha ocurrido.
Memorizar el vocabulario es una batalla un poco frustrante, y es que a nuestro cerebro solo le gusta trabajar de la forma más superficial, hace su trabajo, pero el justo, y tiene que seleccionar qué retener, porque es muy importante, y qué no. Vamos a ver cómo hacer conexiones personales que te van a ayudar a recordar lo estudiado. Primero debemos saber cómo procesa el cerebro una palabra nueva, y lo hace a cuatro niveles diferentes. Estos son la estructura, su sonido, el concepto y la joya de la corona, la más importante, nuestra propia conexión personal con esa palabra. Las tres primeras, estructura, sonido y concepto, son más o menos neutras, admiten ciertas variaciones, pero leves.
Una palabra tiene una estructura determinada, un sonido determinado y representa un concepto. Precisamente, por eso, las conexiones más efectivas son aquellas en las que somos capaces de conectar la palabra con el cuarto nivel, la experiencia personal, ya que activa más áreas en nuestro cerebro, deja más huellas. Veamos un ejemplo con la palabra ladrar, es un verbo que hace referencia al sonido que hace un perro. Estructura, se refiere a su forma y cómo está organizada. Puedes incluir cosas como el número de sílabas, la presencia de prefijos o sufijos.
Por ejemplo, ¿cuántas letras tiene la palabra ladrar? Cinco letras, y dos sílabas, sílabas, ladrar. Además, termina en ar, es posible que sea un infinitivo de la primera conjugación. El siguiente nivel es el sonido. La a en español es muy abierta.
La palabra tiene dos erres. Esta nueva palabra, ladrar, rima con los verbos amar, comprar o lavar. Analizamos cómo suena. El tercer nivel es el concepto. Cada palabra tiene un concepto asociado, es decir, un significado particular que comunica.
El concepto de una palabra puede ser abstracto o concreto y puede tener diferentes connotaciones o significados dependiendo del contexto. En el caso de nuestra palabra ladrar es el sonido que hace un perro, en español wow wow, en inglés wof wof. Aunque en otro contexto también podría tener un significado diferente, el de una persona amenazando a alguien sin tomar acción. Y por último, tenemos la conexión personal. Nuestra conexión personal con una palabra puede ser emocional, basada en nuestras experiencias individuales y asociaciones personales, y algunas palabras pueden evocar recuerdos, sentimientos o experiencias específicas para cada individuo, lo que genera una conexión personal única con esa palabra.
Por ejemplo, en el caso de la palabra ladrar, la conexión personal podría ser, mi perro Toby ladraba mucho cuando se quedaba solo de cachorro. Si puedes conectar la acción ladrar con tu perro Toby, es mucho más posible que seas capaz de recordar la palabra. Y pongo tanta importancia a las conexiones personales porque hay estudios que han demostrado que es un cincuenta por ciento más fácil recordar una palabra con una conexión personal que sin ella, así que vale la pena saber un poco más del tema. Como ves, la estructura, el sonido y el concepto de una palabra son elementos más objetivos y compartidos, mientras que la conexión personal es subjetiva y varía de persona a persona. Cada individuo puede tener su propia relación única y significado personal asociado con ciertas palabras.
No sé si lo sabes, pero en las flashcards que te ofrezco en cada episodio tienes la posibilidad de cambiar los ejemplos y poner alguno con una mayor conexión personal para ti. Por defecto, los ejemplos que yo pongo son las frases en contexto has escuchado en el episodio. Pero hay una opción en cada set de flashcards que se llama save and edit, guardar y editar en español. Básicamente, lo que hace esto es copiar el set que yo he creado para que tú puedas añadir o quitar palabras y editar no solo los ejemplos, poniendo el que sea relevante para ti, sino también las imágenes o la traducción, que por defecto es en inglés. Si nunca has usado las flashcards, te animo a que lo hagas con este episodio y experimentes.
Por cierto, si hablamos de conexiones, también es muy frecuente que conectemos las nuevas palabras con palabras ya conocidas. Esas palabras que ya están en nuestro cerebro pueden pertenecer al idioma que estamos aprendiendo o a otro idioma hablado por nosotros, nuestra primera o segunda lengua. Por eso, especialmente en los niveles iniciales, suele haber una ventaja competitiva a la hora de adquirir vocabulario entre aquellos estudiantes que ya hablan un idioma más o menos parecido a la lengua meta, a la lengua que queremos aprender. Es por eso que si no hablas ningún idioma proveniente del latín o la lengua que hablas está muy alejada de las lenguas romances, el progreso al principio al aprender español puede ser más lento porque estableces menos conexiones con información ya conocida. Y vamos ahora a explicar algunos trucos para poder aprender y retener nuevas palabras, nuevo vocabulario, de forma eficiente y haciéndolo con la creación de estas conexiones personales.
El primer truco, trata de imaginar una situación que hayas vivido o una experiencia con esa palabra. Por ejemplo, imagina que estás aprendiendo el vocabulario sobre el equipaje, Y por cierto, esto es útil también, aprender por campos de vocabulario, ya que te ayudará a crear conexiones y a relacionar. Cada vez que escuchas un episodio de este podcast, por ejemplo, estás aprendiendo sobre un campo específico, economía, idiomas, literatura, sociedad. Vale, estás aprendiendo vocabulario sobre el campo del equipaje. Estas son algunas de las palabras que están incluidas en ese campo.
Maleta, la pieza de equipaje en la que transportas la ropa cuando viajas. Maletín, el objeto en el que transportas los documentos, normalmente está relacionado con el trabajo. Un abogado suele llevar un maletín en el que lleva sus documentos cuando va al juzgado. Mochila, lo que llevas en la espalda, y pueden tener distintos tamaños. Ahora asocia cada concepto con algo familiar, tu maleta roja, con la que siempre viajas, el maletín elegante con el que vas a las reuniones importantes de trabajo, y la vieja mochila que llevas los fines de semana cuando haces senderismo fuera de la ciudad.
Estas palabras son relativamente fáciles de asociar entre ellas y también con algo conocido, pero, en cualquier caso, asociar una imagen a las palabras hará mucho más fácil que las recuerdes, aun cuando no tengas ningún tipo de experiencia personal con la palabra en cuestión. Algo a lo que muchas personas que estudian idiomas no le dan suficiente importancia es a la increíble capacidad de nuestra memoria visual. Quiero hablarte del experimento de la memoria fotográfica de Hammer y Bingham, realizado en la década de mil novecientos sesenta. En este experimento se buscaba evaluar la capacidad de la memoria visual de los estudiantes universitarios. Los participantes fueron expuestos a seiscientos anuncios de revistas y, posteriormente, se les mostraron seiscientas imágenes adicionales, algunas de las cuales eran copias exactas de los anuncios previos, mientras que otras eran nuevas.
A los participantes se les pidió que identificaran los anuncios originales. El resultado fue de un noventa y ocho coma cinco por ciento de acierto, es decir, sugiere que los estudiantes tuvieron una alta precisión en reconocer los anuncios originales. Esto indica que la memoria visual puede ser una herramienta poderosa cuando se trata de aprender idiomas. Una herramienta con la que puedes jugar es Google images. A veces, la mejor manera de entender lo que significa una palabra es verla, en lugar de buscar la traducción o la definición en el diccionario.
En español hay una expresión que se usa mucho y dice una imagen vale más que mil palabras, y ahí tienes la prueba. Conecta la nueva palabra con una imagen y si la puedes acompañar de una historia particular, mejor. Y tal vez te estarás preguntando por qué no estamos hablando de las clásicas listas de vocabulario, y es que la enseñanza mnemotécnica, basada en aprender de memoria las cosas como un loro, ha sido fundamental durante mucho tiempo, pero lo cierto es que cada vez está más denostada, cuenta con menos prestigio. ¿A qué se debe? A algo que se llama la curva del olvido.
Esta curva representa la velocidad con la que olvidamos lo que memorizamos por medio de listas o similares, y demuestra que nuestra capacidad de retención no es tan buena como pensamos. Olvidamos sorprendentemente rápido una gran parte de lo aprendido. Pero todo no está perdido, podemos ejercitarla usando las flashcards o tarjetas de vocabulario. ¿Cómo hacerlo? Volvamos al ejemplo del mobiliario urbano del principio del episodio.
Durante tu paseo has ido repasando mentalmente el vocabulario que acabas de aprender. Ahora imagina que llegas a casa, pones por escrito lo que recuerdas de la clase, buscas cómo se dice en español, esa palabra que no recordabas, semáforo, y ahora pones algunos ejemplos que te ayudan a recordar las palabras y le añades una imagen. Genial, has hecho una tarjeta de vocabulario. Aquí estarías empleando el space repetition system o repaso espaciado. ¿Cuál es el inconveniente?
Pues lleva tiempo crear las tarjetas de vocabulario, por eso te lo pongo un poco más fácil creándolas por ti, para que no tengas excusa. ¿Y qué es lo bueno? Pues que luego podrás repasarlas en cualquier momento, mientras se hacen las tostadas del desayuno en el metro o mientras ponen anuncios en la televisión o incluso mientras estás en el baño. Con este sistema de repetición espaciada, repasar lo que hemos aprendido resulta sencillo y conveniente. La repetición tiene sentido porque ciertos investigadores del campo de la memoria han descubierto que lo ideal es repasar, recordar las palabras que estamos a punto de olvidar, y parece que un mes es el intervalo clave en el que las palabras se esfuman de nuestra memoria.
O sea, plantéate dar un repaso, hacer una revisión de vez en cuando al vocabulario que has ido estudiando. Y vamos con otro truco, presta atención al sonido de las palabras. Además de las asociaciones personales, las tarjetas de vocabulario o las imágenes, hay otro factor clave, aprender los sonidos y la pronunciación del idioma que estás estudiando. Siempre se dice que aprender un idioma es mucho más difícil de adultos, mientras que los niños son esponjas, ellos escuchan y absorben la información. Y no, no estoy hablando solo de vocabulario, sino de estructuras gramaticales también.
Y aunque hay quienes defienden, que se puede replicar este modelo en adultos, yo no estoy cien por cien seguro. Por un lado, debido a una cuestión de plasticidad cerebral y por otros factores, como una inmersión total durante los primeros años de vida. De lo que sí estoy seguro es que familiarizarse con los sonidos de las palabras que aprendes hará que sean más fáciles de recordar, entender y distinguir. Para algunos nativos hispanohablantes, identificar las vocales de otros idiomas, inglés, francés, puede ser una tarea ardua, difícil, ¿por qué? Porque el sistema vocálico español es bastante simple.
Si no somos capaces de identificar los sonidos, es complicado que podamos avanzar con propiedad en un idioma. Por último, antes de acabar, quiero añadir un par de puntos. No vayas demasiado rápido. Cuando estás aprendiendo un idioma es importante que lo hagas de manera gradual, no intentes correr antes de andar. Ve poco a poco, asimila lo que aprendes y una vez que tengas aseguradas unas estructuras, vocabulario, ve a por las siguientes.
Cuando asimilamos algo somos capaces de ponerlo en práctica en diferentes escenarios, lo hemos hecho nuestro. También evita la sobrecarga de información. No tiene mucho sentido intentar aprender el vocabulario de los niveles avanzados si somos principiantes, lo que vas a conseguir será desanimarte, un paso después de otro. Primero, aprende el nombre de los deportes básicos, después, poco a poco, ve añadiendo palabras que tengan relación con cada uno de los deportes. Porque cuando no sabemos el nombre de los deportes no tiene mucho sentido añadir un montón de palabras relacionadas con cada uno.
Respecto a los resultados que se pueden conseguir usando esta metodología, la verdad es que son bastante impresionantes. En un periodo de cuatro meses practicando treinta minutos al día, puedes esperar a aprender, y lo más importante, retener, hasta tres mil seiscientas nuevas palabras. Y esto es todo un logro, sobre todo si tenemos en cuenta que el rango de palabras utilizadas por un hablante nativo promedio se estima que está en el rango de veinte mil a treinta y cinco mil palabras activas. Pero claro, no todo el mundo puede invertir treinta minutos al día solo a estudiar vocabulario, es comprensible. De todos modos, sí me parece interesante saber estas cifras, especialmente para las personas que necesiten un progreso rápido y puedan invertir tiempo en un estudio intensivo.
Y como siempre me gusta decir, cuando hablo sobre temas de aprendizaje de idiomas, creo que no hay que crear dogmas, cada persona es diferente y lo que puede resultar muy útil para una puede no serlo para otra. Por eso, yo siempre recomiendo la prueba, experimentar durante un tiempo y ver si tienes frutos. Y por último, además de todo lo que hemos hablado, quiero enfatizar una vez más algo que sí que es clave a la hora de progresar en los idiomas, la repetición. Es por eso que muchas veces incluyo en las flashcards de un episodio palabras que ya había incluido en las de episodios anteriores, porque la repetición en contextos diferentes es esencial. Y lo mismo con la gramática, no podemos aspirar a saber cómo usar los pronombres personales de forma correcta y fluida después de una sola lección.
Por eso, en mi curso online incluyo clases de revisión y los conceptos gramaticales se van complicando de forma progresiva. La exposición y la repetición son importantísimas. Ahora sí, me como como un niño con zapatos nuevos, y eso es una expresión muy usada también. Nos escuchamos pronto, un abrazo grande.