El diálogo es así. Abre las puertas de la cámara de la cápsula, Hal, le ordena Dave a la máquina. Hal, ¿me estás leyendo? ¿Lees lo que te ordenó, Hal? Preguntó Dave preocupado.
Hal siempre respondía rápido, no sabía por qué esta vez tardaba tanto. Desde luego, Dave, te estoy leyendo. Desde luego es otra forma de decir por supuesto o claro. Desde luego, Dave, te estoy leyendo, por fin, responde Hal con voz calmada. Pues abre la puerta.
Lo siento, Deb, eso no me es posible. ¿Qué te lo impide Hal? Usted sabe tan bien como yo qué es lo que me lo impide, dijo la máquina. ¿De qué estás hablando Hal? Sé que usted y Frank estaban planeando desconectarme, y eso es algo que yo no puedo permitir que suceda, dijo Hal.
La máquina decidió revelarse. Esta escena pertenece a la película dos mil uno, Una odisea del espacio, de mil novecientos sesenta y ocho, una película que se estrenó, que se empezó a ver por el público hace cincuenta y seis años, y ya mostraba una de las principales preocupaciones que aparecieron cuando comenzó a progresar la IA, la inteligencia artificial. En inglés se usa el acrónimo AI porque el adjetivo va antes del sustantivo, artificial intelligence. Sin embargo, en español es al contrario, es inteligencia artificial y, por tanto, I a, ¿vale? Recuerda que en español generalmente ponemos el adjetivo después del sustantivo, pero no siempre, a veces lo ponemos delante para darle un toque más más literario, ¿no?
Si digo comí un delicioso pastel, suena más literario, más extra, que si digo comí un pastel delicioso. En ese caso, el significado no cambia al cambiar el orden, pero en otros casos sí. Por ejemplo, una mujer pobre es una mujer sin dinero, pero una pobre mujer es una mujer con poca fortuna, con una vida o circunstancias desafortunadas. Y es muy probable que si tienes un nivel intermedio ya conozcas esto que te acabo de contar, pero no viene mal refrescarlo. Y ahora, y continuamos hablando de adjetivos en español, te voy a hacer una pregunta, y esto va dirigido especialmente a las personas que aspiran o ya tienen un nivel avanzado.
Imagina que vas a la verdulería a comprar verduras, compras tomates y lechugas. Tomates es un sustantivo masculino, los tomates, mientras que lechugas es femenino, las lechugas. Si queremos decir que los dos productos eran frescos, ¿qué diríamos? ¿He comprado tomates y lechugas frescos o he comprado tomates y lechugas frescas. Tenemos claro que el adjetivo tiene que ser en plural, pero ¿en masculino o en femenino?
¿Frescos o frescas? Bien, en este caso, la regla general nos dice que deberíamos usar el masculino plural, pero también es flexible, y en el caso de que no haya ambigüedad, también podríamos usar el género del sustantivo más cercano, así que, en este caso concreto, podríamos decir ambas frases. Los idiomas, pues, están llenos de su utilidades, de pequeños matices, y cuanto más aprendemos, más aparecen. Si te interesa descubrir estos matices del español porque aspiras a alcanzar un nivel avanzado, te recomiendo dejar tu email en la lista de espera de mi curso online Español Pro para estudiantes de nivel intermedio avanzado. Allí te enseño a usar todas esas cosas que necesitas para que tu español sea lo más preciso posible.
Y volviendo al tema de hoy, parece que siempre nos ha asustado, nos ha dado miedo la posibilidad de que la IA sea en algún momento peligrosa o de que se escape del control de los humanos, que se nos vaya de las manos. Hoy no voy a hablar sobre ciencia ficción, ya que la inteligencia artificial es algo que se ha vuelto muy común, una tecnología que usamos a diario, ¿no? Bueno, que usamos de forma proactiva o que es usada con nosotros, en ocasiones, sin que seamos conscientes de ello. Cuando Netflix te recomienda una película, hablas con Siri o Alexa, o tu teléfono te hace una corrección ortográfica, también está presente la IA. Es posible que me encontraras, que encontrarases este podcast gracias a un algoritmo basado en una inteligencia artificial.
Hoy vamos a hacernos algunas preguntas importantes sobre la IA basándonos en la opinión que tienen diferentes expertos. Y, por cierto, yo tenía pensado hacer únicamente un episodio sobre este tema, pero es que da para mucho, así que voy a hacer dos episodios. Hoy vamos a hablar de las consecuencias prácticas y tangibles de esta tecnología en nuestras vidas, buenas y no tan buenas, y en el episodio de la próxima semana hablaremos de las consecuencias más filosóficas y hablaremos de los dos peligros más comentados sobre esta tecnología. Uno es la pérdida de trabajos y otro es la posibilidad de que las máquinas se revelen en contra de los humanos. Te prometo que no es que quiera estirar el chicle con este tema, extenderme en él de forma forzada, pero es que da para mucho, hay muchas cosas interesantes que contar.
Vamos a empezar con las preguntas básicas. ¿Qué es la inteligencia artificial? ¿Para qué se usa? ¿Qué cosas buenas podemos hacer con ella? ¿Qué problemas puede causar?
¿Debería preocuparnos a nosotros, los humanos, lo que pueda pasar con la IA en el futuro? La inteligencia artificial es la capacidad que tienen algunas máquinas para resolver problemas gracias a determinadas instrucciones llamadas algoritmos, que los desarrolladores, o sea, los creadores humanos de estos sistemas han programado en las máquinas para que estas puedan aprender a hacer diferentes tareas. Hoy la IA es muy popular, ya que tiene acceso a muchísimos datos e información de Internet y de otras fuentes, por lo que puede responder a casi cualquier pregunta que le hagamos y saber sobre una gran variedad de temas. Cuando investigaba este asunto me encontré varias veces con unos términos muy curiosos. Hablan de dos tipos de inteligencia artificial, la IA débil y la IA fuerte.
El primero es el tipo de IA que todos conocemos, la inteligencia artificial débil. Esto se refiere a sistemas diseñados para hacer trabajos específicos, es decir, están programadas solo para hacer ciertas cosas y sus funciones son limitadas, no entienden o no tienen consciencia. Este es el tipo de ella que existe hoy en día. Sin embargo, pueden aprender de la información, adaptarse a nuevas situaciones y realizar muchas tareas solas, sin necesidad de ayuda humana, lo cual es bastante sorprendente, ¿verdad? Y a pesar de llamarse así, ya débil, en realidad, en muchos casos es sorprendente.
Hace poco compartí en mi cuenta de Instagram, arroba Spanish Language Coach, un vídeo que una IA había generado con mi voz y mi imagen con un resultado bastante realista. ¿Y de qué se trata la IA fuerte entonces? Bueno, este tipo de inteligencia artificial aún no existe, pero sería una IA con una inteligencia parecida o incluso superior a la humana, capaz de pensar y comprender. Podría realizar tareas que generalmente requieren a las personas. Por ejemplo, estas máquinas podrían aprender, pero también razonar y ser creativas.
El gran objetivo de muchas industrias tecnológicas hoy es poder crear este tipo de IA, y de hecho ya están trabajando en ello. En resumen, la IA fuerte aspira a replicar o incluso superar completamente a la inteligencia humana y a tener una variedad de capacidades cognitivas, mientras mientras que la IA débil se enfoca en tareas específicas y no pretende igualar a la inteligencia humana. Como te he dicho antes, la IA fuerte todavía es un objetivo teórico. Teórico, aunque es cierto que muchos expertos en tecnología piensan que estamos muy cerca de llegar a esta inteligencia artificial fuerte. Es por eso que hace un año, en marzo de dos mil veintitrés, más de mil de estas personas expertas pidieron a las empresas que dejen de entrenar por al menos seis meses a aquellos programas que sean más poderosos que un software de inteligencia artificial muy popular llamado ChatGPT.
Estos expertos decían que ChatGPT ya es capaz de competir con los humanos en muchas tareas que se podrían utilizar para destruir empleo y difundir desinformación, y es por eso de su miedo a herramientas incluso más poderosas que ChatGPT. Y hablemos de este famoso ChatGPT, del que es muy probable que hayas escuchado hablar en los últimos meses. ChatGPT es un chatbot, es decir, un programa con el que puedes hablar, chatear, que usa inteligencia artificial para responder preguntas o generar textos, y ha batido un récord bastante remarcable. Se ha convertido en la aplicación de Internet con el crecimiento más rápido de la historia. En solo dos meses llegó a tener cien millones de usuarios.
A día de hoy, muchas personas usan ya ChatGPT en sus trabajos o estudios, Y me gustaría recordarte, por cierto, que yo creé el año pasado un vídeo titulado, Cómo la inteligencia artificial mejora tu español, Cinco formas de usar ChatGPT para aprender. YouTube, ahí te enseño a usar esta herramienta gratuita. Es que yo, particularmente, en el mundo del aprendizaje de los idiomas, lo veo como una herramienta, un complemento, pero no como un sustituto a la figura humana de un profe, por ejemplo. Y en el episodio de la semana que viene te hablaré un poco más de esto y compartiré mi experiencia con profes de ILA y profes de carne y hueso, humanos. Y ahora quiero que pensemos en los softwares o programas populares que usan la IA, y nos hagamos una pregunta importante, ¿quién controla estos programas?
¿Quién controla la inteligencia artificial? Podríamos mencionar algunas empresas muy conocidas que tienen el control y acceso a grandes fuentes de información de donde la IA saca sus respuestas. Algunas que podemos mencionar son OpenAI, dueña de ChatGPT, Amazon, Google, Meta, que es Facebook, Instagram y WhatsApp, Microsoft y Alibaba. Estas grandes empresas tienen mucho poder, ya que controlan tecnologías que están cambiando literalmente nuestra vida y tienen acceso a la información de muchas personas, y por supuesto, usan esta información en su beneficio como un recurso más, porque nosotros les hemos autorizado a usarla. Sin embargo, la inteligencia artificial no es solo usada por grandes empresas, puede ser utilizada y ser útil para todos, y la mayoría de nosotros lo hacemos todos los días, a veces sin saberlo, como te he dicho antes.
Déjame darte más ejemplos diarios de tu uso estudiante. Cuando te levantas por la mañana y tu teléfono se desbloquea, tras ver tu cara estás usando inteligencia artificial. También lo haces cuando te montas en el coche para ir a trabajar y el GPS te sugiere otro camino, porque el que tomas todos los días tiene más tráfico que de costumbre, que habitualmente. Cuando tu aplicación de compras favorita te muestra una publicidad de ropa, que es exactamente de tu estilo o cuando te sugiere un producto que se adecúa a tu nivel de salario, sexo y edad también. Seguro que te ha ocurrido y te has quedado un poco sorprendido, con la boca abierta.
¿Es magia? No, por lo general, es la guía haciendo su trabajo y, en realidad, nos facilita muchas cosas del día a día. Y aquí quería investigar un poco más, porque seguro que has escuchado eso de que nuestros teléfonos o dispositivos como Alexa de Amazon nos escuchan constantemente y, además, usan esa información para vendernos cosas. ¿Esto es un mito o es una realidad? Pues, a ver, en principio, solo nos escuchan cuando les llamamos y les pedimos algo, y sí, esa información podrá ser utilizada después.
Te leo un extracto de las condiciones de uso de Alexa, esto está publicado en la web de Amazon. Los anuncios basados en intereses, a veces denominados como anuncios personalizados o segmentación de anuncios, presentan funcionalidades, productos y servicios que podrían interesarte según tus interacciones con contenidos o servicios específicos. Por ejemplo, si a Alexa se le pide una orden de papel toallas o algunas ideas de recetas de cocina, quizás puedas ver o escuchar anuncios relacionados con productos de limpieza o utensilios de cocina. Así que si nos escuchan, pero lo hacen, en principio, únicamente cuando les llamamos, cuando activamos el comando de voz. Lo que sí que es posible es que Alexa, por ejemplo, piense que le has llamado cuando no lo has hecho, así que te empezará a escuchar sin darte cuenta en ocasiones.
Se me ocurre la siguiente situación, imagina que estás en una conversación telefónica con un amigo después de un examen y dices lo siguiente, El examen ha sido fácil, pero me ha salido muy mal, creo que voy a suspender. Lo que tengo que hacer es dormir mejor y comer más equilibrado, porque mi energía está por los suelos en las últimas semanas. Quizás Alexa, de manera inocente, cuando has pronunciado las dos primeras palabras, el examen, se haya activado y te ha escuchado. Son palabras parecidas, ¿no? Alexa, ele examen, Alexa, Alexa.
Así que esta persona, probablemente, se sienta un poco confundida cuando horas después ve anuncios de productos para ganar energía, vitaminas o pastillas para dormir mejor por todas partes, ¿no? Y volviendo al uso que le damos a la IA, además de nuestra rutina diaria, hay otros usos muy beneficiosos en diferentes áreas a nivel social, como en la ciencia. Por ejemplo, en las industrias se usa la inteligencia artificial para acelerar algunas tareas y ayudar a las personas a realizar trabajos que, de otro modo, serían muy difíciles o muy peligrosos de hacer. Seguramente habrás visto fábricas que tienen pocos trabajadores humanos, ya que cuentan con robots que pueden realizar los trabajos más difíciles. Los investigadores y científicos también utilizan la IEA para entender datos complicados y realizar investigaciones.
Por ejemplo, la IA se ha utilizado para permitir a las naves espaciales navegar solas e identificar obstáculos en su camino. Esto ha permitido a las naves explorar regiones muy lejanas del espacio. La IA también ayuda a los médicos a realizar diagnósticos y tratamientos, incluso en los aeropuertos se usa la inteligencia artificial. ¿Cómo? Pues imagina que estás a punto de tomar un vuelo para unas vacaciones en España, pasas por el control de seguridad en el aeropuerto y te das cuenta de que el proceso es mucho más rápido y eficiente que antes.
Ningún guardia de seguridad te ha preguntado nada. Es porque los nuevos rayos X con inteligencia artificial pueden identificar rápidamente cualquier objeto peligroso en tu maleta y están conectados a una red que alerta inmediatamente sobre cualquier problema. Eso hace que las inspecciones sean más eficientes y te puedas subir a tu avión en pocos minutos. Pero, claro, no todo es de color de rosa, es decir, no todo es positivo o beneficioso. El uso de la IA también puede traer algunos problemas, tenemos que hablar de esto también, ¿no?
En las noticias hemos visto que la ILA, como está al alcance de todos, ha sido usada por los criminales para mejorar sus ataques cibernéticos, o sea, para hackear. También hay preocupaciones con respecto a la seguridad y la privacidad de nuestros datos. La IA a menudo necesita acceder a información confidencial o privada sobre personas, organizaciones o empresas, y guarda estos datos. Muchos están de acuerdo con que las personas deberían tener más control sobre cómo se está usando su información, que se debería regular más. Y de hecho, en el caso de la Unión Europea, ya se está haciendo.
El copyright o los derechos de autor es quizás el tema que más ha sido discutido desde que se comenzó a popularizar la inteligencia artificial. Y es que, por decirlo así, hay una gran zona gris o vacíos legales, donde no está claro qué es legal y qué es ilegal, porque es muy difícil decir quién tiene el copyright de algo que fue hecho por una máquina. Por ejemplo, quién tiene los derechos sobre una imagen que fue generada con IA? ¿Y si para generar esa imagen utilizó pinturas o fotos de otras personas? ¿Podemos decir que es una copia?
En dos mil dieciséis, una novela escrita por un software japonés casi gana un premio de literatura nacional. En Estados Unidos, una pintura generada con IA ganó el primer premio en un concurso. El hombre que usó el sistema para crear la imagen ganadora dijo que, debido a la IA, el arte estaba muerto. ¿Quién podemos decir que es el autor, la máquina o la persona que la programó? Además, ¿por qué no reciben remuneración o dinero los autores de las obras en las que la IA se basa para generar el arte?
Bueno, pues este es todavía un tema muy complejo y hay opiniones muy diferentes. Y también quiero contarte una de las noticias que hace algunos años empezó a poner en cuestionamiento el uso de la IA y los peligros que puede suponer usarla. El dieciocho de marzo de dos mil dieciocho, una mujer murió cuando un automóvil autónomo de Uber, es decir, un coche que se conduce por sí mismo con la ayuda de la IA, la atropelló mientras ella cruzaba de manera incorrecta una carretera en Arizona, Estados Unidos. El sistema no fue capaz de identificarla y evitar el accidente. Lo preocupante es que este no es el único que ha ocurrido con este tipo de coches.
Debemos tener en cuenta que los sistemas de inteligencia artificial a veces funcionan mal, no son perfectos. Como cualquier sistema humano o no humano, hay posibilidad de errores, de fallos. Por eso es especialmente importante que con una tecnología tan poderosa podamos pensar qué tipo de inteligencia artificial estamos construyendo, quiénes son los responsables de programarla y quiénes se benefician de ella. También es importante decidir qué tipo de ella queremos como sociedad y con qué propósito. Queremos estar seguros de que siempre se use para bien y no le cause daño a otras personas, sin olvidarnos de que también es necesario controlar la privacidad, controlar a qué información puede acceder la IA y con quienes la comparte.
En el próximo episodio continuaremos hablando de esto. Primero responderemos a las dos grandes preguntas sobre sus peligros. La primera, ¿puede dejarnos sin trabajo? Y la segunda, ¿podría poner en peligro la existencia humana, esta tecnología? Además, hablaremos de las consecuencias filosóficas sobre ella.
Te espero en unos días, estudiante, y recuerda que, si te gusta el podcast, la mejor forma de asegurar su continuidad y ayudarme es recomendándolo a otras personas o dejando unas estrellas o un comentario en la app de podcast que uses. Mil gracias. Un placer pasar este ratito contigo. Un abrazo grande.