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Español con Juan es un podcast en español para aprender español. Si tienes un nivel intermedio o intermedio alto de español, nuestro podcast te puede ayudar a mejorar tu nivel de comprensión y a aprender gramática y vocabulario en contexto, de una forma natural, escuchando los comentarios y las divertidas historias de Juan. Puedes leer la transcripción de cada episodio en nuestra página web, 1001 reasons to learn Spanish. Hola chicos, ¿qué tal? ¿Qué tal?

Antes de antes de empezar de que en este episodio voy a hablar de de algunos temas un poco ¿cómo cómo lo lo puedo decir? Lo que quiero decir es que hoy voy a hablar de temas que son más apropiados para para adultos que que para niños. Y y además voy voy a usar un vocabulario un poco un poco poco vulgar, sí, un poco vulgar. Voy a decir algunas palabrotas. Total, que hay niños cerca, niños que hablan YYY entienden El tema el tema de hoy puede no ser puede no ser muy apropiado para para ellos.

Hoy hoy hoy tengo que tengo algo que tengo algo que algo que confesar, tengo algo que confesar, algo importante. Mucha gente me dice que que yo trabajo mucho, que que trabajo demasiado. Hago hago vídeos en YouTube y también un podcast para estudiantes de español. Escribo libros, hago hago cursos online para aprender español. En fin, hago hago muchas cosas.

Y algunos estudiantes me preguntan, Juan, ¿tú cuando duermes? Parece parece que no duermes nunca, haces tantas cosas que que que parece que que nunca duermes. O sea, la la gente la gente la gente piensa la gente piensa que que que yo que yo soy muy trabajador y que y que hago muchas cosas porque porque me encanta me encanta trabajar. Es mentira. Es mentira, eso eso es mentira, eso es mentira.

Bueno, es es verdad, es verdad y es mentira las dos cosas. Por un lado, es verdad que trabajo mucho, Por ejemplo, a a menudo me levanto a las cinco de la mañana, a las cinco de la mañana, para escribir algún libro o 0 el guion de un nuevo vídeo. De hecho, esa es esa es mi hora favorita, a las cinco de la mañana. A me encanta levantarme muy temprano antes antes del amanecer y ponerme a trabajar cuando cuando todo está en silencio y y la y la mayoría de la gente está todavía durmiendo. A a esa hora es cuando más cómodo me encuentro y cuando y cuanto más lindo, cuando más, o sea, cuando cuando soy más productivo, cuando cuando mejor me salen las cosas.

Porque después de dormir seis o siete horas estoy más descansado, tengo la mente más fresca. De de hecho, es es en las primeras horas de la mañana con la cabeza despejada y después después después de un par de cafés, cuando se me se me ocurren la las mejores ideas y y me siento más más creativo. Por la mañana, muy temprano, es cuando soy más productivo, cuando cuando rindo más. Bueno, total, que lo que estaba diciendo, que cuando cuando digo esto, que que me levanto tan temprano a las cinco de la mañana y me pongo a trabajar en algún proyecto que tengo en marcha, pues algunos estudiantes piensan que yo soy una persona muy trabajadora y que me que me encanta trabajar. Se equivocan, se equivocan completamente.

Nada, nada más lejos de la realidad. A a no a no me gusta trabajar. Yo odio trabajar. Yo soy un vago, pero un vago profesional, un vago de verdad. Yo yo soy yo soy muy perezoso, muy flojo.

A no me gusta hacer nada. Por cierto, por cierto, ahora ahora ahora que lo pienso, ¿os os habéis dado cuenta de cuántas palabras tenemos en español para describir a una persona que nunca tiene ganas de trabajar? ¿Perezoso, vago, flojo? Seguro que seguro que seguro que hay otras que que que ahora no recuerdo, pero bueno, creo que creo que creo que estoy perdiendo el hilo, que que me estoy yendo por las ramas. Vamos al grano, vamos al grano.

Sí, sí, sí, sí, yo trabajo, yo yo trabajo mucho, me levanto muy temprano YAYA menudo trabajo ocho, diez o incluso doce horas al día. No no siempre, no todos los días, eso eso sería agotador, pero digamos que con bastante frecuencia, a menudo empiezo a trabajar muy temprano y termino cuando ya es muy tarde. Incluso los fines de semana, Sí, yo me levanto temprano, incluso el sábado y el domingo. De hecho, el fin de el fin de semana es cuando más trabajo. ¿Por qué?

Porque lo dedico a hacer cosas que durante la semana no tengo tiempo de hacer. O sea, trabajo mucho, trabajo muchas horas pero pero sin ganas, sin sin tener ganas, sin tener ganas. Yo yo yo nunca tengo ganas de hacer nada. Lo que pasa es que tengo mucha fuerza de voluntad y me obligo me obligo a trabajar, o sea, me me me me esfuerzo me esfuerzo a mismo a sentarme en una silla y y ponerme a hacer algo productivo, de de desde que me desde que me levanto muy temprano por la mañana hasta que me acuesto por la noche. Pero yo, por mi propia voluntad, yo por mi propia voluntad no lo haría, la verdad.

Yo yo yo soy muy vago, muy muy perezoso, muy flojo, muy perro, muy perro. Acabo acabo de recordar otra palabra para describir a alguien al que no le gusta trabajar, ser muy perro. Bueno, pues, cuando digo esto, que que no me gusta trabajar, algunos estudiantes se quedan muy muy desilusionados y y me dicen, ah ah entonces entonces Juan a ti a ti no te gusta dar clase de español, a ti a ti no te gusta ser profesor de español. Qué desilusión, qué desilusión tan grande. Pues, lo siento, chicos, lo siento, pero no, a a a no me gusta ser profesor.

A no me gusta dar clase. Bueno, a la verdad es que no me gusta dar clase ni me gusta hacer nada. A no me gusta nada. A no no no no me gusta no me gusta ningún trabajo ni ni profesor ni ni nada. A a lo que a lo que me gusta es no hacer nada, absolutamente nada.

Todo lo que hago es porque porque me obligo a mismo a hacerlo. Yo tengo mucha fuerza de voluntad y soy muy muy disciplinado, tengo tengo mucha autodisciplina, pero pero, en realidad, nunca tengo ganas de hacer nada. Hago hago las cosas sin ganas y si os digo la verdad, de mal humor, de de de bastante mal humor. Normal, normal, como como hago cosas que no me gustan, pues me aburro, me aburro mucho Y por eso estoy siempre aburrido, estoy siempre cansado y y de y y de mal humor. Yo siempre, siempre estoy de mal humor, de mala leche, desde que me levanto hasta que hasta que me acuesto.

Yo yo yo yo solo sonrío, yo solo sonrío para salir en mis vídeos, pero en la vida real, en la vida real yo soy muy serio y y como digo, estoy siempre de mal humor, estoy siempre enfadado y, si os digo la verdad, no soy no soy no soy nada divertido. Mucha gente piensa que yo soy divertido porque hago vídeos divertidos, pero no, Yo en la vida real no digo ni hago nunca nada gracioso. Yo en la vida real soy muy serio, ni cuento chistes ni hago bromas ni digo nunca nada interesante. De hecho, la gente que me conoce, incluso la gente de mi familia, dice que soy muy aburrido, que soy el hombre más aburrido del mundo. Yo cuando tengo cuando tengo tiempo libre, cuando tengo tiempo libre, ¿sabéis qué hago?

¿Sabéis qué es lo que más me gusta hacer de verdad? Cuando estoy solo en casa, a lo que de verdad me gusta hacer es ir a la cocina, abrir el frigorífico, coger dos latas, dos latas de cerveza muy fría y tumbarme en el sofá del salón a ver la tele. Eso es lo que más me gusta hacer. Me imagino, me imagino lo que estáis pensando en ese momento. ¿Eso es todo?

¿Eso es todo lo lo que haces? ¿Eso es todo lo que haces cuando estás solo en casa y y tienes tiempo libre? No, no, no, no, por supuesto que no, no, no hago, no hago solo eso. A veces, si tengo hambre, cojo también una bolsa de patatas fritas, ¿vale? También también me gustan mucho las patatas fritas.

Beber cerveza fría y comer patatas fritas, ese ese es mi pasatiempo favorito. Tumbarme a la bartola en el sofá y no hacer nada. El resto no me interesa, todo lo demás me aburre. Supongo que algunos de vosotros en este momento os estáis preguntando, ¿cómo es posible trabajar tanto como yo, levantarse tan temprano y hacer tantas cosas sin realmente tener ganas de hacer nada? ¿Cómo es posible trabajar tanto siendo tan vago?

Ya lo he dicho antes, yo soy yo soy muy perezoso, muy vago, muy flojo, muy perro, pero me obligo a mismo a trabajar. Me esfuerzo a levantarme temprano y a trabajar muchas horas cada día. Yo nunca tengo ganas de hacer nada. Mi secreto es que tengo mucha fuerza de voluntad, me obligo a mismo a hacer cosas que no me gustan o que no me apetecen. Pero, como digo, todo lo que hago lo hago sin ganas y sin gusto, y supongo que por eso estoy siempre aburrido y de modo humor.

Y y estoy estoy seguro de que a muchos de vosotros también os pasa lo mismo. Estoy seguro de que a la mayor a la mayoría de vosotros tampoco tampoco os gusta trabajar. Hablo hablo de los hombres, claro, de los hombres. En en el caso en el caso de las mujeres es diferente. AAA las mujeres supongo que sí, que que que les gusta trabajar y hacer cosas, pero a los hombres, a los hombres no, a los hombres no.

A los hombres no nos gusta hacer nada, somos perezosos por naturaleza. ¿Tengo razón o no tengo razón? Por supuesto, por supuesto que tengo razón. Los hombres trabajamos, sí, YYY algunos trabajamos mucho, pero en el fondo no nos gusta. Lo hacemos lo hacemos por lo que por lo que lo hacemos todo, por las mujeres, los los hombres lo hacemos todo por las mujeres.

O sea, quiero decir, los hombres trabajamos y hacemos cosas que no nos gustan para para ligar, para para tener éxito con las mujeres, pero en realidad no nos gusta hacer nada. Todo lo hacemos para agradar a las mujeres, para gustar a las mujeres y que nos dejen hacer lo único lo único que de verdad nos gusta. El sexo, practicar sexo o tener sexo. Esa esa es la cruda realidad chicos. Los hombres, los hombres trabajamos y hacemos cosas por un único motivo, follar, joder, copular, chingar, jalar, hacer el amor, practicar sexo, tener sexo.

Esa esa es esa es la triste realidad chicos, esa es la cruel y triste realidad. Los hombres solo queremos follar. Y si piensas lo contrario, te estás engañando a ti mismo. Estoy, a ver, estoy hablando estoy hablando de los hombres heterosexuales, claro. Los hombres homosexuales son diferentes, supongo.

Yo yo no lo sé, pero tal vez, no sé, tal vez los homosexuales, aparte de follar, tienen otros intereses. Es posible, no lo sé. Pero pero los hombres heterosexuales no. A los hombres heterosexuales lo único que nos gusta es tener sexo y beber cerveza, nada más. Imagino que muchas personas no no están de acuerdo conmigo.

Supongo que en ese momento muchos de vosotros, muchos muchos hombres estáis pensando que exagero, probablemente algunos estáis diciendo incluso que que a vosotros os encanta vuestro trabajo, vuestro empleo, que que no sois perezosos en absoluto, que es que estáis siempre haciendo cosas, no lo creo. Yo sinceramente no lo creo. Yo yo yo creo que los hombres hetero que piensan así se engañan, se engañan a mismos. No no digo que mienten, no digo que mienten sino que se engañan a mismos. Me parece que que que los que dicen que les gusta su trabajo, que les gusta hacer cosas, en realidad no quieren reconocer que son tan perezosos y tan vagos como todos los hombres heterosexuales del planeta.

Se niegan a aceptar que ellos también son tan vagos como todos los hombres heteros del mundo y que todo que todo lo que hacemos lo hacemos por las mujeres, para agradar a las mujeres, para buscar a las mujeres y de esa forma tener sexo. Eso es todo. Tener sexo, por cierto, es una expresión horrible, muy fea, ¿no? Nos nos parece, a a no me gusta nada. Es correcta, Es es una expresión correcta, pero suena suena fatal, suena a a me parece muy fea.

Supongo que se usa por influencia del inglés, to have sex y y para evitar decir palabrota, ¿no? Para evitar ser vulgar. Pero en español suena muy mal, a por lo menos me suena fatal. Yo soy más clásico y prefiero decir follar o joder. A me parece que es mejor que es mejor ser vulgar, es mejor ser vulgar que pedante o 0 cursi.

Hacer el amor. Hacer el amor es otra otra expresión que se usa mucho, pero tampoco me gusta, la verdad, tampoco me gusta más que tener sexo, eso sí, pero en fin tampoco tampoco me gusta demasiado, no. No no me gusta la expresión hacer el amor porque en realidad cuando dos personas se van juntas a la cama muchas veces no no hay exactamente amor, sino simplemente sexo, placer, pasión. Pero no, no amor. Decir hacer el amor es muy cursi, me parece a mí.

La verdad es que ahora que lo pienso, en español no hay ninguna ninguna palabra adecuada para describir el acto sexual. Algunas son muy cursis como hacer el amor o muy artificial como tener sexo o muy vulgar como follar o joder. No hay un término medio, me me pregunto si esto tiene algo que ver con la influencia de la iglesia católica en la historia de España. No lo sé. En fin, bueno, ya me estoy me estoy yendo otra vez por las ramas.

Estoy perdiendo el hilo. No quiero no quiero no quiero perder el hilo. Ese es mi problema, me pongo a divagar, me enrollo, me enrollo como una persiana y acabo hablando de de otros temas diferentes. No no de lo que quiero hablar. Vamos al grano, chicos, vamos al grano.

Lo que yo quiero decir es que, en fin, que a me parece que que a los hombres a los hombres heterosexuales no nos gusta trabajar ni hacer nada, que somos muy perros, muy vagos y que que todo lo que hacemos lo hacemos para agradar a las mujeres, para gustarles a las mujeres y para tener sexo y nada más. Eso es todo. Hay hombres, por ejemplo, que van a clase de salsa. Sí, sí, sí, hay hombres hay hombres que van a clase de salsa o que se apuntan a clase de tango, de chachachá, de rumba, de merengue. ¿Por qué?

¿Por qué por qué hay hombres en esas clases de baile? ¿De verdad les gusta bailar? ¿Ese es el motivo? No lo creo. Lo dudo, lo dudo mucho.

A los hombres a los hombres no les gusta bailar. Los hombres bailamos para ligar, para para gustar a las mujeres, nada más. Bailar para nosotros es un medio, no un fin. Bailar es un medio para ligar, para conquistar a una mujer. En mi modesta en mi modesta opinión, la la la la mayoría de los hombres que van a clases de salsa van solo para ligar, para conocer a alguna mujer y quizás tener sexo.

¿Me equivoco? No creo. ¿Tengo razón? Tengo razón o no tengo razón, yo creo que que sí. Y y la prueba, la prueba de que lo que digo es cierto es que esos hombres en cuanto conocen a una mujer, en cuanto encuentran pareja, entonces dejan ir la clase de salsa.

¿Por qué? Pues está claro, está está bastante claro, ¿no? Dejando ir a clase de salsa porque lo que les interesa en el fondo no es aprender a bailar salsa, sino conocer a alguna mujer. Y lo mismo pasa con las clases de de pilates o de yoga. La mayoría de los hombres que hacen yoga o pilates son homosexuales, o si no, si no son homosexuales, entonces son tíos heteros que van a clase de yoga o de pilates porque piensan que allí van a ligar con alguna chica, con alguna mujer.

El problema el problema de ligar con al con alguien en una clase de yoga o de pilates es que probablemente probablemente va a ser alguien con problemas de espalda o tal vez con problemas en alguna articulación en la rodilla, en los brazos, en las manos, en los pies. Porque si no te duele nada, si no te duele nada, ¿para para qué vas a ir a clase de pilates? Eso eso eso es lo que le pasa a mi amigo Carlos. Mi amigo Carlos, mi amigo Carlos conoció a su mujer en una clase de pilates y llevan ya dos años sin hacer el amor, llevan ya dos años sin hacer el amor porque a ella, a su mujer, parece que cada día le duele algo. Un día le duele la espalda, otro día le duele el cuello, otro día le duele la rodilla.

Total, total que el el pobre el el el el pobre Carlos lleva lleva ya dos años sin tener sexo. Un desastre. Ligar ligar en una clase de yoga o de pilates puede ser un desastre. Pero, en fin, volviendo a lo de antes, lo lo que quiero decir es que los hombres estamos siempre pensando en lo mismo, tener sexo. Y y todo lo que hacemos todo lo que hacemos en la vida lo hacemos para tener sexo y nada más.

No digo todos, No no digo todos los hombres, pero la mayoría sí, la mayoría sí. Por lo menos, la mayoría de los hombres hetero que yo conozco son así. Hay que hay que reconocerlo, chicos, hay que reconocerlo, es es es así, Esa es la cruda realidad. La mayoría la mayoría de los hombres, es decir, heterosexuales que hacen yoga o pilates, lo hacen solo para ver si pueden ligar con alguna chica. ¿Tengo razón o no tengo razón?

Yo creo que sí. A los hombres a los hombres de Teros, lo único que de verdad nos gusta es no hacer nada, tumbarnos a la bartola y rascarnos la barriga y nada más. ¿Me equivoco? Yo creo que no. ¿Tengo razón?

Yo creo que sí. La mayoría la mayoría de las cosas que hacemos los hombres heterosexuales las hacemos para gustarles a las mujeres. Incluso ir al gimnasio, ¿para para qué para qué vamos los hombres al gimnasio? ¿Para porque nos gusta? No creo.

A ningún hombre le puede gustar pasarse un par de horas al día levantando pesas, sudando y corriendo a extenuarse? Ni hablar, no me lo creo. ¿Qué qué hombre se lo pasa bien en el gimnasio? Ninguno. Los hombres, los hombres vamos al gimnasio para hacer músculos, para ponernos guapos, sí, pero ¿por qué queremos ponernos guapos?

Está claro. Para gustarles a las mujeres, nada más. Eso sí, eso sí, hay hombres hay hombres que saben fingir muy bien. Hay hombres que fingen muy bien que les gusta bailar, que les gusta hacer yoga, que les gusta ir al gimnasio, que les gusta comer brócoli y aguacates para desayunar. Hay hombres que saben fingir muy bien y fingen que les gusta leer libros, que les gusta ir al cine o al teatro, que les gusta ir de compras, que les gusta viajar al extranjero, que les gusta aprender idiomas, falso, falso, todo falso.

Fingen fingen que les gusta, fingen que se lo pasan bien haciendo esas cosas, pero en el fondo en el fondo se aburren, se aburren como una ostra. Las las hacen hacen todas esas cosas por obligación, porque piensan que tienen que hacer todo eso para gustarles a las mujeres, nada más. Las tareas de la casa, por ejemplo. A ningún hombre le gusta hacer las tareas de la casa. A A ningún hombre le gusta lavar los platos después de comer, ni pasar la aspiradora, ni para echar la ropa.

¿A qué hombre le gusta para echar la ropa? A ninguno. A tampoco, claro. No hay que engañarse, Detrás de un hombre que pone la mesa, detrás de un hombre que cocina, detrás de un hombre que hace la compra, que lava los platos y que lleva a los niños al colegio. Hay siempre una mujer, una mujer que le dice lo que tiene que hacer durante el día, si quiere si quiere tener sexo por la noche.

Y él, el pobre tipo, el desgraciado, él hace todo lo que le dice a su mujer porque no quiere que ella se enfade. Y además además lo hace con una sonrisa en los labios, por pero es una sonrisa falsa, una sonrisa triste, lo lo hace porque si no si no su mujer se enfada y sabe sabe que si su mujer se enfada a él se se quedará se quedará sin sexo por la noche. Esa es la cruda realidad, esa es la triste realidad de la vida. Y y por eso el pobre diablo se pasa el día haciendo un trabajo que odia, con un jefe que no soporta y rodeado de compañeros de trabajo que le caen fatal. Mucha gente mucha gente piensa que el dinero mueve el mundo, pero no, no es verdad.

Es el sexo, es el sexo el el que mueve el mundo. Al al menos en el caso de los hombres hetero, Todo lo que hacemos lo hacemos para gustarles a las mujeres y tener sexo. Los hombres hacemos cosas por el por el sexo, no no por el dinero. El dinero en el fondo no es un fin, sino un medio para para lograr tener sexo. Mi amigo Carlos, por ejemplo, tiene tiene un trabajo de mierda.

Él él piensa él piensa que le gusta su empleo, que hace un trabajo útil a la sociedad, pero en realidad su trabajo es un trabajo de mierda. Él lo sabe, él sabe que su trabajo es un trabajo de mierda, pero si le preguntas, si le preguntas, si le gusta su trabajo, dice que sí, que le encanta. Miente, claro, en realidad lo odia. Bueno, no miente, no no miente porque él mismo se cree que le gusta su trabajo, que es un trabajo útil para la sociedad, pero se engaña, se engaña a mismo. Para sobrevivir, para sobrevivir el día a día, se engaña a mismo pensando que le gusta su trabajo, pero no, en realidad lo odia.

Lo hace solo por su mujer, porque necesita trabajar, porque si no, su mujer lo deja, le pide el divorcio y lo deja. Pero yo estoy seguro, yo estoy convencido de que en el fondo él odia su trabajo, lo odia con toda su alma porque porque es un trabajo de mierda. Eso, vamos, cuando digo que mi amigo Carlos tiene un trabajo de mierda, no es una metáfora, no estoy haciendo una metáfora. Literalmente, su trabajo es un trabajo de mierda. Carlos, mi mi amigo Carlos trabaja en una fábrica de papel higiénico.

Su su trabajo consiste en probar todos los días el papel higiénico que sale de la fábrica, los rollos de papel higiénico que salen de la fábrica. Luego tiene que dar un feedback a sus jefes sobre la calidad del papel, el grosor, la textura, la suavidad. Es es una empresa de papel muy antigua con mucho prestigio, y los jefes, los jefes de Carlos quieren estar seguros de que los rollos de papel higiénico que produce la fábrica son de una alta calidad. Cuando cuando a Carlos alguien le pregunta a qué se dedica, cuál es su empleo, él dice que es técnico de salud e higiene. Técnico de salud e higiene suena mejor que decir que trabajas en una fábrica de papel higiénico y y que te pasas el día en el baño sentado en el váter cagando y probando rollos de papel higiénico, ¿no?

¿Por qué? Porque eso eso es lo que hace él en realidad. Probar rollos de papel higiénico y asegurarse de que son suaves, que no se rompen. El problema es que le pagan por horas. O sea, el día que está estreñido no cobra, no le pagan.

Su jefe le dicen, si no cagas, no cobras. Así de claro. De hecho, Carlos, para para evitar el estreñimiento, come un montón de fruta y verdura, sobre todo kiwis y ciruelas. Bebe dos litros de agua cada día y se gasta un montón de pasta en laxantes. Si no, el el el tío tiene miedo, claro, el tío tiene mucho miedo de estar estreñido, de perder su trabajo.

Normal, ¿no? Pero eso no es lo peor. Lo peor es que en el trabajo todos lo llaman el cagón. Sus jefes y sus compañeros de trabajo, todo el mundo en la fábrica de papel higiénico se refieren a él con el apodo de el cagón. Nadie lo llama a Carlos, todo el mundo lo llama el cagón.

¿Dónde está el cagón? ¿Qué ha dicho el cagón? Voy a ver al cagón. Muy humillante chicos, muy humillante. En por eso por por eso digo que Carlos tiene un trabajo de mierda, pero la pregunta que yo me hago es, ¿por qué hace todo eso Carlos?

¿Por dinero? No, lo hace para no enfadar a su mujer, porque si deja su trabajo, su mujer se enfada. Lo hace lo hace por sexo, como todos, para sobrevivir los hombres, los hombres hetero, nos engañamos a nosotros mismos y nos forzamos a creer que nos gusta lo que hacemos, pero no es verdad, es todo falso. Y si alguien piensa lo contrario, se engaña, se engaña a mismo. En fin.

Pero si pensáis que la situación de mi amigo Carlos es terrible, mucho peor, mucho peor es lo que me pasó a con el perro gorilero. Eso que fue terrible, eso fue eso fue algo horrible, chicos. Algún día algún día os contaré lo la historia del perro gorilero. Parece un chiste, parece un chiste, pero no fue real, fue algo terrible que me ocurrió a mismo. Algún día algún día contaré lo que me pasó con el perro gorilero.

En el próximo episodio, en el próximo episodio de nuestro podcast, contaré en detalle la historia del perro gorilero. Por ahora por ahora lo dejamos aquí, chicos. ¿Nos vemos? ¿Nos vemos? No, no, no, no nos vemos, nos escuchamos, nos escuchamos en el próximo episodio en el próximo episodio de nuestro podcast aquí, en Español con Juan.

Adiós, hasta luego. Hasta aquí nuestro podcast, visita nuestra página web, 1000 annual reasons to learn spanish. Allí encontrarás también ejercicios y muchos recursos para aprender español. Hasta pronto.

Podcast: Español con Juan
Episode: Tener o no tener sexo