Hola, ¿cómo están? Hoy vamos a hablar de expresiones argentinas, ¿Cómo hacemos cada tanto? Vamos a comentar algunas frases del habla coloquial de Argentina para que, si alguna vez estás en mi país o si hablas con un argentino, puedas entender su sentido, si tu interlocutor la usa. Según mi punto de vista, así es como se comprende mejor un idioma, entendiendo cómo habla la gente en las calles y comprendiendo sus expresiones. Comencemos, entonces.
La primera frase es una especie de consejo y es esta, si te gusta el durazno, bancate o aguántate la pelusa. El durazno claro es la fruta que en algunos países se conoce como melocotón, y que tiene una especie de textura afelpada en su exterior. Muchas personas tienen una especie de alergia por esta cáscara y, entonces, no comen la fruta, con lo que se pierden el sabor y la frescura que tiene en su interior. Lo que significa la frase es que, si uno quiere disfrutar de algo que le gusta, tiene que soportar, bancar, la pelusa, o sea, el defecto que pueda llegar a tener. Es decir, para disfrutar de la parte buena de algo hay que aguantar lo que ese algo tenga de malo o de no tan bueno.
Pero aclaremos el tema con algunos ejemplos. En una oficina, uno de los empleados gusta de salir los miércoles por la noche. Cerca de la empresa hay unos boliches con buena música y tragos que le gustan, y en más de una oportunidad invitó a sus compañeros. Pero ellos decidieron no ir, porque al día siguiente tenían que trabajar muy temprano. El chico salidor fue solo, se quedó hasta tarde y la pasó bárbaro, pero cuando, al día siguiente, el despertador sonó, se dio cuenta de que casi no había dormido nada.
Fue a trabajar a duras penas y cuando sus compañeros lo vieron silencioso, cansado y casi dormido, le preguntaron qué le había pasado. Él respondió, no, lo que pasa es que al final fui a bailar solo. Estuvo buenísimo, pero no dormí nada. Alguno de sus compañeros podría decirle entonces. Y, bueno, si te gusta el durazno, bájate la pelusa.
Un chico quiere adoptar un perrito, y sus padres se oponen porque dicen que traen mucho trabajo. Pero el chico insiste mucho y, entonces, su madre le hace prometer que se ocupará de todo lo que el cachorro demande. Así es como se ponen de acuerdo. Pero con el correr de los días, el muchacho nota que es bastante lo que hay que hacer con un perro, sacarlo a pasear, darle de comer, limpiar en los lugares donde ensucie, entre otras cosas. Pasada la primera semana, la madre le pregunta si está contento con su mascota, y el chico responde, sí, pero estoy cansado.
Hay que sacarlo a pasear todos los días. Aparte, tengo que limpiar donde hace pis, las macetas que rompe, quiere comer a cada rato. Entre risas, su madre puede decirle, ah, ¿viste cómo es? Y bueno, si te gusta el durazno, aguántate la pelusa. Pasemos a la segunda frase de hoy, que es un poco risueña.
A este lo mandás a espiar y toca el timbre. Concretamente, significa que una persona de la que estamos hablando no tendría muchas luces, por lo que, si le damos la tarea de ir a espiar a alguien, es decir, conseguir información sin que la otra persona se dé cuenta, esta persona sería capaz de ir y tocar el timbre, poniendo sobre aviso a los demás de su presencia desde el primer momento. Esto se usa, entonces, cuando alguien ha demostrado no ser demasiado sagaz, no tener capacidad de resolver algo sencillo sin quedar en evidencia. Algunos ejemplos podrían ser, en un grupo de amigos, uno de los chicos está interesado en una chica que va a la escuela con ellos. Quisiera invitarla a salir, pero primero quiere saber algo más de ella.
Entonces se entera de que la hermana de uno de sus amigos es compañera de curso de la joven. Decide pedirle a él que le haga el favor de contarle a su hermana en confidencia lo que le pasa, y que le pida, por favor, que le averigüe lo que pueda, y de paso si ella tiene novio y si por casualidad le dijo algo de él. El amigo le dice que sí, que no se preocupe, y en el siguiente recreo le grita a su hermana delante de todos, che, Male, ¿viste lo que te dije? Este es Diego. Hacele la gamba con tu compañera, dale, ¿no ves que no se anima?
Colorado como un tomate, Diego puede decirle en voz baja a su amigo, che, a vos te mandan a espiar y tocas el timbre, ¿no? Una joven cumple quince años, y su familia le preparó la sorpresa de hacer todo juntos el viaje que ella soñaba. Compraron los pasajes, pidieron los permisos en los trabajos y, cuando faltan dos días para la fecha, el padre le dice, y, Luli, ¿cómo te preparás? ¿Ya estás haciendo las valijas? Luciana, Luli, no entiende nada, y mira a su madre con cara de confusión, mientras la señora le dice a su marido, no, no, no, sos untarado, A vos te mandan a espiar y tocás el timbre.
La tercera de las frases de hoy pueden haberla escuchado en una canción, pero si no conocen el significado, francamente, la frase no tendría sentido alguno. Es hacer una vaca. Hacer una vaca quiere decir juntar dinero para algo. Es una frase usada por gente de todas las edades y todas las clases sociales, y aunque no la usen todos, saben qué quiere decir. La canción a que así de referencia dice, hagamos una vaca, compremos fernet, o más precisamente, hagamos una vaca, compremos fernet, ya que es una canción del género del cuarteto, y quienes la cantan son cordobeses, los que en general no suelen pronunciar las s finales, además del cantito característico que probablemente conozcan.
Como les decía, si no saben qué quiere decir la frase, no se entiende nada. ¿De qué forma alguien podría hacer o fabricar una vaca? Sería incomprensible realmente. En este caso, lo que está diciendo sencillamente es que pongamos plata entre todos los presentes para comprar Fernet. El Fernet es una bebida originaria de Italia, pero que en Córdoba y el resto de Argentina se bebe muchísimo en un trago que se prepara con la bebida cola más famosa y hielo.
La canción comienza diciendo, hagamos un asado, compremos fernet, y entre todas las cosas que enumera que hay que comprar para el asado, indica hagamos una vaca, que es la forma más común en que en Argentina se paga la comida en alguna de las muchas oportunidades en que decidimos juntarnos. Porque, como saben, en Argentina nos juntamos a comer con casi cualquier excusa, pero a menos que sea el cumpleaños de alguien en cuyo caso paga el homenajeado, en casi todas las demás ocasiones se hace una vaca. Entre todos pagan lo que se comió y se bebió, y nadie se enoja ni se pone mal porque le pidan plata. Ojo, que hagamos una vaca puede usarse también a modo de chiste, para señalarle a alguien que ya debería haber comprado algo y, entonces, como no lo hizo, ofrecemos jocosamente juntar plata entre todos para que lo haga. Pero veamos ejemplos de ambas acepciones.
Un chico se mudó solo y está por inaugurar su departamento. Entonces, sus amigos le insisten para que organice una cena, pero el joven no tiene demasiadas ganas, porque gastó mucha plata pintándolo y en otras cosas, y además está muy cansado. Sus amigos pueden decirle, por la plata no te preocupes, hacemos una vaca, obvio. Una señora tiene problemas para ver algunas letras pequeñas de un medicamento y le pide prestados los lentes a su hija. Días más tarde, no puede ver algo en la televisión y, de nuevo, toma los anteojos de ella.
Pero el fin de semana la joven salió con los amigos y al día siguiente la madre le dice, ah, no sabés, ayer busqué tus lentes por todos lados, quería leer una receta y no veía nada. Y la joven, riendo, podría contestarle, ma, ¿no te parece que te tenés que comprar unos anteojos? ¿Querés que hagamos una vaca? Hasta aquí llegamos hoy charlando de frases y su uso en el habla de Argentina. Espero que te haya resultado divertido y que puedas usarlas alguna vez cuando hables con un compatriota.
Muchas gracias por acompañarme. Si quieren tener acceso a la transcripción completa de este episodio y a explicaciones y ejercicios sobre el vocabulario y las expresiones utilizadas el día de hoy, pueden hacerlo volviéndose suscriptores premium en nuestra página web, Charlas Hispanas punto com. Yo soy Gabriela, de Argentina, y los espero en nuestro próximo episodio. Cuídense mucho y nos vemos la próxima. Adiós.