Un placer para mí, como siempre, volver a charlar con ustedes para que puedan ejercitar sus conocimientos del idioma español y, a la vez, seguir aprendiendo más palabras nuevas. Hoy, como lo hacemos periódicamente, vamos a hablar de algunas expresiones comunes del habla de Argentina, explicando su significado y clarificándolo con ejemplos. No tengan dudas de que será un episodio útil y divertido. ¿Comenzamos? La primera de las expresiones que explicaremos hoy está compuesta de una sola palabra, y probablemente la hayan escuchado si alguna vez oyeron hablar de las costumbres del campo y de los hombres que lo habitaban.
Porque el gaucho es un personaje conocido de la pampa argentina. Incluso hemos hablado de él en un episodio anterior donde comentábamos las costumbres argentinas. Con la palabra gaucho nombrábamos a los primeros habitantes del campo argentino. Y Martín Fierro, el personaje principal de la novela en verso con el mismo título, una de las obras más reconocidas de la literatura, podría ser un ejemplo de él. Pero hoy queremos explicar el uso de la palabra gaucho en expresiones habituales de los argentinos, en donde, como es de imaginarse, quiere decir persona que gusta de hacer favores.
Es decir, no necesariamente hablamos de alguien amable, divertido o sonriente, aunque tal vez también lo sea. La característica principal de una persona gaucha es que es capaz de hacer un favor cuando se lo necesita, que puede colaborar siempre que sea necesario. Aclarémoslo con algunos ejemplos. Con una amiga estamos haciendo la fila para pagar en un supermercado. Ella está con su pequeña hijita y la nena está cansada y se está comenzando a impacientar.
Llora, se tira al piso, no quiere esperar más y lo demuestra de esa forma. Entonces la cajera se desocupa y el cliente al que le tocaba el turno de pagar nos mira y dice, pasen ustedes, chicas, que la nena está agotada, pobrecita. Cuando terminemos de pagar las dos seguramente diremos, qué tipo gaucho, qué suerte que nos dejó pasar. Una joven está por rendir un examen, pero cuando le faltaban pocos días para la fecha cae en cama con una gripe terrible. Entonces les avisa a sus compañeros que no podrá ir, para que les digan a los profesores, y se lamenta, ahora pierdo las fechas de exámenes, no me voy a recibir nunca.
Pero uno de sus compañeros tuvo un problema similar antes y sabe que la profesora es comprensiva y, en ocasiones, arregla fechas de exámenes adicionales para los alumnos que tuvieron problemas. Entonces le dice, quédate tranquila, la profe es re gaucha, vas a ver que te lo toma otro día. En un pueblo, un señor tiene un negocio y es muy querido por sus clientes. Es agradable en el trato, recomienda los mejores productos y recibe a los compradores hasta tarde, incluso cuando ya ha cerrado la puerta. Es que, según dice, somos todos vecinos y tenemos que ayudarnos.
Pero un día abre un gran supermercado muy cerca de allí, y muchos compradores deciden ir para, como decimos nosotros, ver qué onda. Averiguan precios, miran las marcas de los productos y evalúan cómo atienden los empleados que contrataron. Unos días más tarde, en una reunión, uno de los vecinos pregunta, ¿alguien fue a conocer el supermercado nuevo? Y otro de sus vecinos podría responderle, sí, todo muy lindo, pero yo me quedo con don Jorge. Es re gaucho, yo le voy a seguir comprando a él.
En otro episodio anterior explicamos la frase hacer una gauchada, que viene del mismo origen y quiere decir hacer un favor. Pero en este caso nos quisimos detener en la palabra gaucho, ya que suele usarse como calificativo para una persona, incluso aunque en ese momento no haya hecho ningún favor, como parte de su personalidad. Pasemos ahora a otra frase que tiene su origen en un personaje mediático, y es la siguiente, billetera Mata Galán. La frase fue pronunciada en un programa televisivo por un señor llamado Jacobo Guenograd. Este hombre solía tener mucho dinero, se jactaba de ganar grandes cantidades en los casinos y de tener amistades famosas, y por esto era invitado a los programas frecuentemente.
Siempre tenía anécdotas jugosas para contar, llenas de personajes renombrados y de todo tipo de lujos, y además tenía una forma muy particular de contar las historias que causaba gracia en quienes eran sus seguidores. En una ocasión, contando cómo un señor con mucho dinero consiguió enamorar a una bella joven, pronunció la frase que comentamos hoy. Con ella quería explicar que el dinero es mucho más atractivo para ciertas mujeres que todo el encanto y la simpatía que pudiera tener un señor. Es necesario aclarar que en Argentina le decimos billetera al accesorio, casi siempre de cuero, que se usa para guardar el dinero. Es decir, si el señor tiene plata, es mucho más probable que las mujeres lo encuentren bello.
Hoy esta frase es usada y comprendida por todos, por supuesto, con ánimo de broma o en modo jocoso. Aunque su significado y uso son claros, pongamos algunos ejemplos. Los periodistas de un canal de televisión comentan una noticia salida en una revista donde se muestran las lujosas vacaciones de una estrella de Hollywood. Se lo ve pasear en yate por lugares paradisíacos rodeado de jóvenes veinteañeras bellas que lo acompañan. Algunos de los que comentan pueden llamar la atención sobre el hecho de que el actor pisa los cincuenta años, y si esto sucediera en Argentina, sin dudas alguno de sus compañeros cerraría el tema diciendo, y bueno, billetera Matagalán.
En un restaurante llama la atención la pareja que cena en una mesa. Muchos creen que se trata de un padre y su hija. Ella es bella y joven, y él es un señor algo mayor. Ambos están muy bien vestidos, con artículos lujosos y de buen gusto. Cuando llega el postre, el hombre hace traer una botella de champán, y allí queda claro que no son un padre y su hija, ya que muestra un exquisito anillo y le propone casamiento a la joven.
Llena de emoción, ella acepta, para sorpresa de alguno de los comensales que los rodean. En un rincón alejado de la feliz pareja, algún malintencionado puede suponer, ¿qué querés? Billetera mata galán. Y la tercera de las frases de hoy puede parecer un poco desagradable al principio, pero es muy usada por todos. Y créanme que pronto se acostumbrarán a usarla y escucharla si viven en mi país.
Se trata de escupir el asado. Como saben, el asado es una de las comidas más típicas de Argentina, motivo de orgullo por la calidad de sus carnes y lo meticuloso del proceso, que hace que el resultado final sea inolvidable para muchos turistas. Con la dedicación que le ponen los asadores a preparar este manjar, es obvio que escupir el asado quiere decir arruinar algo, echar a perder una cosa que alguien estaba preparando desde hace tiempo. Es desbaratar los planes de alguien, a propósito o sin darnos cuenta. Pero veamos algunos ejemplos.
En una oficina, uno de los jefes está a punto de jubilarse, y otro de sus compañeros, Mario, espera quedarse con su puesto. Es el que más antigüedad tiene, lo reemplaza cuando se va de vacaciones y tiene una conducta impecable. Sin embargo, cuando faltan pocos días para el retiro del jefe, una secretaria de otro sector aparece trayendo a un joven tímido y lo presenta. Hola, quiero presentarles a Juancito. Es el hijo del dueño.
Aprenderá las tareas y, con un poco de ayuda de todos, tomará el puesto que quede vacante a fin de mes. Todos se miran sorprendidos, y entre los más antiguos seguramente se comentará, no te puedo creer cómo le escupieron el asado a Mario. Un joven sale de su casa por la mañana pensando en una porción de torta que dejó en la heladera. Camina muerto de frío y se pasa todo el día trabajando en su oficina, pero se siente más contento de saber que en su casa lo está esperando ese momento dulce. Imagina que se hará un café calentito o que la acompañará con unos mates.
Sin embargo, cuando llega a su casa y se dirige a la heladera, malas noticias lo esperaban. Aunque mira y mira, no ve rastros de la torta, ni siquiera de su platito. Extrañado, le pregunta a su hermana, quien le responde, ah, ¿la torta? Me la comí de postre. Perdón, no sabía que era tuya.
Estaba rica, Con un poco de bronca, su hermano podría decirle, che, ¿cómo me escupiste el asado? Hasta aquí llegamos hoy con este episodio, donde explicamos algunas expresiones comunes de Argentina, para que te sea más fácil comprender a los argentinos cuando nos escuches hablar. Muchas gracias por acompañarme. Si quieren tener acceso a la transcripción completa de este episodio y a explicaciones y ejercicios sobre el vocabulario y las expresiones utilizadas el día de hoy, pueden hacerlo volviéndose suscriptores premium en nuestra página web, charlashispanas punto com. Yo soy Gabriela, de Argentina, y los espero en nuestro próximo episodio.
Cuídense mucho y nos vemos la próxima. Adiós.