Bienvenidos a un nuevo episodio de nuestras charlas, en las que practicamos nuestros conocimientos del idioma español y aprendemos siempre palabras nuevas. Hoy tendremos nuestra habitual conversación sobre expresiones. Como decimos siempre, conociendo las expresiones del habla española es como sabremos hablar el idioma más y mejor, ya que conoceremos la forma diaria de hablar de los habitantes de un país. En este caso, de Argentina, ya que las expresiones remiten, en mi caso, siempre a mi lugar de origen. Y por eso puedo explicártelas con ejemplos para que las entiendas mejor.
La primera expresión de la que hablaremos hoy es en Pampa y la Vía. Hoy usamos esa frase para decir que alguien se quedó sin nada, que perdió todo o que está en la lona para usar otra expresión argentina. Pero, en este caso, la frase tiene una interesante historia que explica su significado. En el año mil ochocientos ochenta y siete, grandes extensiones de terreno dentro de lo que hoy es la ciudad de Buenos Aires estaban baldíos. En el predio que hoy ocupa la cancha de River Plate se construyó lo que sería el primer hipódromo de la ciudad.
Pero estaba muy lejos de las zonas habitadas. Para que la gente que quería ir al hipódromo tuviera forma de acercarse, se inauguró un servicio de transporte gratuito, que iba desde allí hasta cercanías de la estación del tren, en la calle Pampa, y el paso a nivel, o sea, Pampa y la vía. Sucedía que muchas personas iban hasta el hipódromo, jugaban en las carreras de caballos y perdían todo el dinero que habían llevado. Por eso solo podían subirse a ese tranvía gratuito, pero cuando llegaban a Pampa y la vía tenían que ver cómo se las arreglaban para conseguir dinero para el boleto de tren. Algunos tenían la precaución a la ida de sacar boleto de ida y vuelta, con lo que tenían el problema resuelto.
Pero muchos otros no lo hacían, y era habitual ver algunos hombres que intentaban vender alguna pequeña posesión para reunir el dinero del pasaje. Por eso quedó la frase en pampa y la vía, para referirse a alguien que no tiene nada porque lo perdió o que se quedó sin trabajo, sin casa y sin nada, por el motivo que sea. También, según la forma en que sea usado, puede referirse a una posibilidad futura, pero veamos algunos ejemplos. Un señor muy adinerado se casa con una bella jovencita. Todo su entorno está bastante incrédulo sobre la sinceridad de su afecto, pero la pareja no parece notarlo.
Y el caballero se muestra más que contento organizando la boda, la descomunal fiesta y el impresionante viaje que realizarán luego. En medio de la organización, dos amigos se reúnen y se cuentan sus reparos. Uno le dice a otro, ¿pero será verdad que esta chica se enamoró de Juan? No sé, tengo miedo de que le quiera sacar plata. Y el otro podría responderle, mirá, ojalá no sean ciertos mis temores, pero tengo miedo de que lo deje en pampa y la vía.
Una famosa influencer publicita una empresa de venta de artículos, y dos amigas que la siguen en redes se deciden a invertir dinero en ella. Pero luego de dos meses, las cosas no salen como ellas lo tenían previsto. Los artículos son defectuosos, la empresa no responde cuando piden cambios o devoluciones y, lo que es peor, antes de que empezaran estos problemas les habían hecho invertir más dinero por supuestos artículos de lujo que nunca recibieron. Las dos chicas están furiosas porque perdieron mucho dinero, y una le dice a la otra, ¿ahora qué vamos a hacer? Mica dice que ella solo hacía la publicidad y no se hace responsable de nada.
A lo que la otra puede responderle, ah, no sé, yo me metí porque ella me dio seguridad. No me importa que se quede en Pampa y la vía, pero a mí me va a devolver hasta el último peso. Pasemos a la segunda expresión de hoy que tiene una historia divertida detrás. Se trata de a los ponchazos. Primero recordemos que es el poncho, una prenda de vestir que utilizaban los gauchos de una tela tejida gruesa, que tiene la forma de un cuadrado con un agujero en su parte central por donde se pasaba la cabeza.
Dado que formaba parte de la indumentaria habitual de todos los hombres, cuando se daba la vocación de entablar una pelea, muchas veces se enrollaban el poncho en la mano en que no tenían el cuchillo o lo hacían volar con rapidez sobre su cabeza y la de su oponente para desviar los ataques y defenderse, sobre todo en caso de no tener mucha destreza en el manejo de las armas. Cuando el gaucho se defendía de esta manera, se decía que lo hacía a los ponchazos, Y la frase perduró como sinónimo de hacer algo de manera improvisada, sin herramientas o sin demasiada habilidad, pero de todas maneras logrando el objetivo. Algunos ejemplos podrían ser, un equipo de fútbol debe enfrentarse con su histórico rival, que va primero en la tabla y gana partidos cómodamente. Los hinchas están decepcionados porque les está yendo muy mal y temen perder por goleada. Pero, inesperadamente, cuando llega el partido, un jugador medio crease jugadas de lujo y convierte dos goles.
El árbitro les da un penal que se transforma en gol, y el encuentro termina tres a cero para los menos pensados. En el diario del día siguiente, el suplemento deportivo dirá, San Lorenzo ganó a los ponchazos. Una familia se muda a su nueva casa, pero no tienen dinero y encaran las refacciones de la forma más artesanal posible. El padre fabrica algunos muebles, la madre hace las cortinas y todos colaboran con la pintura y la limpieza. Finalmente, el resultado es agradable y acogedor.
Entonces, cuando visitan la casa por primera vez, los amigos les dicen, te felicito, hermosa tu casa. A lo que ellos responden, la hicimos a los ponchazos, pero quedó linda. Y para la tercera de las expresiones de hoy, hablemos de una que está formada por una sola palabra, que es caretear. Caretear se usa para cuando una persona simula una emoción o una reacción que no es la que realmente siente, ya sea por obligación o porque su forma de ser es mentir sus sentimientos y demostrar cosas que no siente realmente. En ese caso, decimos que es un careta.
Cuando es necesario fingir algo que no sentimos, también decimos que careteamos. También cuando debemos hacerlo para ocultar tristeza o pena. Pero prestemos atención a los ejemplos que dejarán claro el sentido en cada caso. Se acerca la época de Navidad y las familias se arreglan con quienes van a cenar. En ocasiones, tienen que coordinar encontrarse con personas con quienes no se llevan tan bien, pero, debido a que se trata de con personas con quienes no se llevan tan bien, pero, debido a que se trata de una ocasión especial, muchas veces deciden dejar de lado las diferencias y tratar de pasarlo lo mejor posible.
Una joven organiza la Navidad para pasarla con la familia de su esposo, aunque sabe a ciencia cierta que ni la madre ni las hermanas de él la quieren, esperando que, a pesar de todo, puedan llevarse bien y divertirse. Ella, de su parte, hará su mejor esfuerzo, Pero hablando con su mejor amiga, se sincera y entonces le dice, y bueno, no queda otra que caretearla. Total, solamente brindamos y después cada uno a su casa. Hasta la próxima Navidad no las veo. Un joven terminó su relación con su novia y está triste y apesadumbrado.
Pero en su trabajo el ambiente es de fiesta, ya que pronto será la reunión de fin de año. Todos comentan sobre el vestuario que elegirán, las delicias que seguramente podrán comer y el jolgorio que se arma en la pista de baile. Pero el chico no logra salir de su bajón y, hablando con un amigo, le dice, la voy a tener que caretear. Si les digo que no voy porque me dejó mi novia, me van a regastar. En una oficina todos son hinchas de boca y están felices porque ganó el Superclásico, el partido más famoso contra su histórico rival, River.
Uno de los empleados que es de ese equipo es blanco de todas las bromas y parece tomárselas con humor. Le dejan una camiseta en su escritorio, le mencionan a cada rato el apellido del goleador y le repiten una y otra vez el resultado del partido. A pesar de que el muchacho ríe con estos chistes, en confianza le cuenta a su familia, ¿qué va a hacer? La tengo que caretear, porque si no, me tengo que pelear con todos. Hasta aquí llegamos hoy con nuestro episodio de expresiones.
Muchas gracias por acompañarme. Si quieren tener acceso a la transcripción completa de este episodio y a explicaciones y ejercicios sobre el vocabulario y las expresiones utilizadas el día de hoy pueden hacerlo volviéndose suscriptores premium en nuestra página web, Charlas Hispanas punto com. Yo soy Gabriela, de Argentina, y los espero en nuestro próximo episodio. Cuídense mucho y nos vemos la próxima. Adiós.