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Episodio número dieciséis, ¿trabajo para toda la vida? Hola a todos y bienvenidos al podcast de Spanish Language Coach, Mi nombre es César, soy profesor de español de España viviendo en Londres. Si es la primera vez que escuchas este podcast, te informo que es un podcast para estudiantes de español de nivel intermedio. Un podcast donde no hablamos de gramática, hablamos de temas variados, temas relacionados con el mundo actual. Mi objetivo es que aprendáis español de forma natural a través de contenido interesante y motivador.

Además de escuchar el podcast, podéis leer gratis la transcripción de todos los episodios en www punto Spanish Language Coach punto com. Te invito a ser uno más de la comunidad suscribiéndote en la app o plataforma donde reproduces el podcast, de esta forma recibirás los nuevos episodios cada semana. He estado en Valencia, la ciudad de España de donde soy unos días, y ayer por la noche volví a Londres. Es mi primer día en Londres en la era post Brexit. Como sabéis, el Reino Unido salió definitivamente de la Unión Europea la semana pasada.

La comunidad británica de este podcast es numerosa e imagino que los partidarios de la salida, los prexi tiers, están satisfechos con que por fin se haya producido. Por otro lado, los partidarios de permanecer en la Unión Europea, los remainers, quizás estén algo preocupados por los resultados en el futuro de esta decisión. En todo caso, me siento muy orgulloso de vivir en este país, siempre me he sentido muy bien recibido por los británicos y espero que esta ruptura con la Unión Europea sea beneficiosa para el país. Esta semana vamos a hablar de cómo ha cambiado el mercado laboral en España especialmente, aunque creo que la mayoría de cambios son aplicables a muchos otros países. El mercado laboral es el mercado de trabajo.

En el episodio número once hablamos de la dictadura franquista, un periodo de la historia reciente española con gran impacto en todos los niveles, social, político y económico. Cuando España se convierte en un país democrático, a mediados de los años setenta, los españoles empiezan a valorar la estabilidad laboral. Encontrar un trabajo para toda la vida es un gran objetivo que ofrece tranquilidad y además te da acceso a comprar una casa, asegurándote poder pagar la hipoteca al banco todos los meses. La gran mayoría de personas en el mercado laboral valoraban muy positivamente la estabilidad, independientemente de si se trataban de trabajos de alta cualificación, como ingenieros, doctores o abogados, o trabajos de menor cualificación, como camareros, taxistas o dependientes en una tienda, ambos grupos veían un trabajo para toda la vida como garantía de tranquilidad. Los españoles compraban su primera casa siendo veinteañeros, es decir, entre los veinte y los treinta años.

Los precios del mercado inmobiliario eran mucho más bajos que ahora comparativamente y además tenían acceso a financiación, a dinero, por parte de los bancos, es decir, contrataban hipotecas que pagaban en aproximadamente diez o quince años. Conozco a muchas personas entre cincuenta y sesenta años que solo han trabajado para una empresa. Su vida laboral se basa en un único puesto de trabajo, personas que llevan trabajando en la misma empresa más de treinta años. Sin embargo, también conozco a muchos españoles de menos de treinta años que ya han pasado por más de tres empresas diferentes en su corta vida laboral. ¿Por qué este cambio generacional tan grande?

¿Es que las nuevas generaciones ya no valoran tanto la estabilidad laboral o hay otra razón? Antes de contestar a estas preguntas, me gustaría analizar las ventajas y desventajas de ambas perspectivas. No hay duda de que una de las ventajas de trabajar durante treinta o cuarenta años haciendo el mismo trabajo es que crea trabajadores especializados. Los años de experiencia son garantía del saber hacer de este tipo de empleados. Estos trabajadores conocen al dedillo su profesión.

Conocer algo al dedillo es conocerlo muy bien, profundamente. Otra expresión similar es conocer algo como la palma de tu mano. Además de la especialización, este tipo de empleados tienen más posibilidades de conseguir una promoción dentro de la empresa, ya que conocen los procesos y la cultura empresarial muy bien, como la palma de su mano. Por otra parte, una de las principales desventajas de trabajar en el mismo puesto de trabajo durante muchos años puede ser la desmotivación. La monotonía y la falta de progreso puede ser un factor que nos desmotive y tenga un efecto en el rendimiento de nuestro trabajo.

El rendimiento es el resultado de nuestro trabajo o esfuerzo. Ahora vamos a explicar el cambio de paradigma en relación al trabajo entre las diferentes generaciones, por qué la mayoría de jóvenes ya no buscamos un trabajo para toda la vida. Para ilustrar este cambio voy a hablar de mi relación con el mercado laboral, ya que pienso que es bastante representativa para las personas de mi generación, los famosos millennials. La edad legal para trabajar en España son los dieciséis años. Entre los dieciséis y los diecinueve tuve dos trabajos, fui camarero en un bar de tapas y dependiente, es decir vendedor, en una tienda de teléfonos móviles.

Ambos trabajos me enseñaron muchísimo y la verdad es que los disfruté. Trabajar en puestos donde tienes contacto directo con los clientes es muy enriquecedor. Desarrollé mi sentido de responsabilidad y aprendí a ser paciente y a manejar conflictos y situaciones complicadas, especialmente en la tienda de teléfonos. Aunque parezca increíble, muchas personas pueden enfadarse e incluso ponerse agresivas cuando su teléfono deja de funcionar y no le puedes dar una solución inmediata. A los dieciocho años empiezo la universidad.

Era el año dos mil siete, es decir empecé mi carrera universitaria un año antes de la gran crisis financiera del año dos mil ocho, este periodo de recesión económica que todos conocemos y seguramente hayamos sufrido de una manera u otra. Estudiaba la carrera de administración y dirección de empresas, unos estudios que en España ofrecen bastantes salidas laborales. Se trata de una licenciatura de cinco años de duración en la que se cubrían todos los aspectos de las empresas y la economía. De este modo, mis compañeros de estudio y yo empezamos a pensar que cuando acabáramos nuestros estudios, el mercado laboral quizás no estaría preparado para recibirnos con los brazos abiertos. Si soy completamente honesto, empecé a estudiar esta carrera porque no tenía muy claro lo que quería.

Era una opción más o menos segura porque era una carrera generalista que cubría muchas áreas de las empresas, contabilidad, finanzas, marketing, recursos humanos, etcétera. Reconozco que durante estos años tenía una mentalidad bastante conservadora en relación al trabajo y pensaba que necesitaba encontrar un trabajo para toda la vida lo antes posible. Especialmente me interesaba trabajar en un banco, me gustaban las finanzas y veía el trabajo en un banco como sinónimo de seguridad y estatus. Incluso hice una entrevista para hacer unas prácticas durante los meses de verano en un banco. Os recuerdo que las prácticas es el trabajo voluntario que hacemos para ganar experiencia profesional.

Desafortunadamente no conseguí las prácticas, no fui el candidato seleccionado. Pocos meses después el sistema bancario español colapsó y este banco y muchos otros empezaron a despedir a miles de trabajadores. Definitivamente mi destino no era trabajar en un banco. Como expliqué en el episodio número trece llamado La vida en Londres, estudié mi último año de universidad en Londres. Era el año dos mil doce.

En este momento la tasa de paro en España era del veinticinco por ciento, es decir, veinticinco de cada cien personas que querían trabajar no podían hacerlo. Y lo que era más preocupante, la tasa de paro para jóvenes, es decir, menores de veinticinco años, era de más del cincuenta por ciento. Viendo este panorama tan negativo, pensaba que lo más razonable sería intentar encontrar un trabajo en Londres, donde había muchas ofertas de empleo. Además me encantaba la vida aquí. Después de acabar la universidad hice las prácticas en el departamento de eventos de un hotel en el barrio de Kensington.

Después de los seis meses de prácticas me ofrecieron un trabajo como organizador de eventos. Era un trabajo en el que era imposible estar aburrido, siempre había muchas cosas que hacer y podía poner en práctica alguna de las cosas que había estudiado. Además, tenía la oportunidad de seguir mejorando mi inglés, uno de mis principales objetivos en ese momento. Mientras tanto, en España, el gobierno de Mariano Rajoy, de estilo conservador, intenta buscar una solución a las preocupantes tasas de desempleo que antes he mencionado. Se crea la reforma laboral, cuyo objetivo es hacer más flexible el mercado laboral.

Uno de los principales cambios es que el despido, es decir, despedir a un empleado o dejarlo ir, es más barato. Se abarata el despido. Obviamente esta medida no pretende aumentar el número de despidos, lo que busca es incentivar a los empleadores o empresas a contratar a nuevos empleados con la seguridad de que si en el futuro no los necesita, el despido no va a suponer un coste grande. Ocho años más tarde de la aprobación de esta reforma la tasa de desempleo ha disminuido, hoy en día es del catorce por ciento. Esta mejora también se ha producido con la evolución positiva de la economía en los últimos años.

Sin embargo, esta reforma también ha conseguido que los empleos que se crean sean más inestables. Se crean muchos más empleos temporales que antes. La estabilidad laboral prácticamente ya no existe. En mi opinión personal, es este uno de los motivos por los que los jóvenes no tenemos miedo a reinventarnos y cambiar de carrera profesional. El mercado laboral seguro que existía hace veinte años y su principal ventaja, la estabilidad, ya no existen.

Además de esto hay otras razones para no querer tener el mismo trabajo toda la vida. La esperanza de vida, es decir, lo que esperamos vivir de media, es cada vez más grande y también la edad a la que nos retiramos o jubilamos. Esta flexibilización del mercado laboral no es única de España, en otros países también cambió el paradigma laboral de forma intensa y eso ha provocado cambios similares. También hay otras diferencias entre las exigencias de los jóvenes de generaciones pasadas y los de ahora. Antes se valoraba, como hemos dicho, la seguridad y estabilidad laboral y también el salario.

Ahora esos factores son menos importantes y aparecen otros como trabajar en una empresa con una cultura responsable con sus trabajadores y la sociedad, la alineación de valores con la organización y la capacidad de poder tener un equilibrio entre vida profesional y personal. En mi caso, después de trabajar en el hotel, empecé a trabajar en marketing y desarrollo de negocio en tres empresas diferentes, en Londres y Barcelona. Valoraba especialmente el salario en ese momento, pero poco a poco se iban despertando preguntas en como ¿por qué hago esto? O ¿qué impacto tiene mi trabajo en los demás? Y las respuestas me gustaban poco, la verdad.

Mi último trabajo corporativo fue en una gran empresa de marketing digital, Es sin duda la mejor empresa para la que he trabajado. Adoraba a mis compañeros de trabajo y a mis jefes, me sentía valorado y había muchos beneficios extra además de un buen salario. Sin embargo, pronto me di cuenta de que el objetivo de la empresa, incrementar las ventas de productos de consumo, estaba en contra de mis valores. Cada vez estaba más concienciado de la necesidad de no producir y consumir sin límite, y de las consecuencias negativas de este sistema. No podía ser parte del sistema.

Por esta razón me reinventé profesionalmente y empecé a estudiar de nuevo para convertirme en profesor de español para estudiantes extranjeros. Sabía que me gustaba enseñar y que me encantaban los idiomas y pensé que podía ser una buena opción, y la verdad es que mirando atrás es una de las mejores decisiones que he tomado. No todo es perfecto, claro, de hecho, he tenido que sacrificar un salario mucho mayor para ganar menos dinero cada mes, y no todos los días estoy perfectamente motivado y a veces estoy cansado, pero nunca, nunca, nunca me siento mal con lo que estoy haciendo y eso es un gran privilegio. Mi trabajo de profesor de español me ofrece una gran satisfacción. Tengo la oportunidad de ver cómo mis estudiantes evolucionan y mejoran con su español.

También conozco a gente absolutamente magnífica. Yo les ayudo a aprender español y además aprendo muchísimo de ellos también. Desde aquí agradezco a todos mis estudiantes alrededor del mundo, ellos también escuchan este podcast, les doy las gracias por todos los buenos momentos que me hacen pasar. Y vosotros, ¿habéis cambiado de carrera alguna vez? ¿Lo estáis pensando y necesitáis aprender español para poder hacerlo?

Me encantaría conocer vuestras historias y recomendaciones para el podcast. Podéis contactarme en mi correo, César arroba Spanish Languagecoach punto com o en mi cuenta de Instagram. También he abierto recientemente una página de Facebook con el mismo nombre. La próxima semana hablaremos del sueño, por qué dormimos y cómo podemos hacerlo mejor. También veremos qué efectos tiene el sueño en el aprendizaje y la memoria.

Por último, os recuerdo que podéis leer la transcripción de todos los episodios en Spanish Languagecoach punto com, y si este podcast ha sido útil para vosotros, os agradecería que dejaseis una opinión en iTunes, esto es una gran ayuda para llegar a más estudiantes de esto es una gran ayuda para llegar a más estudiantes de español. Muchísimas gracias por vuestro tiempo y hasta la semana que viene, un abrazo.

Podcast: Intermediate Spanish Podcast
Episode: E16 ¿Trabajo para toda la vida? - Intermediate Spanish