Forma parte de esta comunidad en www Charlas Hispanas punto com. Hola, hola, reciban todos un cordial saludo. Espero que todo vaya muy bien. Hoy los saluda Alejandro, su locutor y amigo colombiano, aquí en su podcast favorito. Hoy es uno de esos días en los que podemos darnos el lujo de hablar prácticamente de cualquier cosa, así que me ha parecido muy buena oportunidad para darle continuidad a un par de episodios que hemos escuchado recientemente y por eso hablaremos de cine, aunque más específicamente del cinematógrafo.
Hace unos días charlamos sobre la invención de la cámara fotográfica y realizamos un recorrido histórico sobre el arte de la fotografía, y nuestra amiga Gabriela nos compartió datos interesantísimos sobre esas películas y sagas icónicas del séptimo arte. Pues hoy daremos un recorrido histórico, más que todo técnico, y veremos cómo el arte fotográfico evolucionó y se convirtió en arte cinematográfico. ¿Están listos? Pues empecemos. Primero que todo, debo decir que disfruté muchísimo el episodio sobre películas y sagas icónicas que nos compartió Gabriela.
Pude sentir su pasión por el séptimo arte y por sagas como El Padrino, Indiana Jones y Star Wars o, como se traduce en español, La guerra de las galaxias. Si aún no lo has escuchado, corre a hacerlo, es el episodio cuatrocientos tres. Mientras escuchaba a Gabriela, no pude evitar pensar en mis sagas favoritas que, en contraste, son un poco más modernas. Eso no quiere decir que no valore los clásicos del cine, es solo que, por alguna razón, hay una saga relativamente moderna que me cautivó desde que era un niño. Y ahora que lo pienso, quizás se deba a que durante mi infancia me leí todos los libros en los que esta serie de películas se basó.
¿Saben de qué saga les hablo? No, no es Harry Potter o, como se dice en español, Harry Potter, aunque también disfruté esas películas. ¿Alguna otra idea? Bien, pues les hablo de El señor de los anillos, ¿la conocen? Es una saga fantástica, ¿no?
Y lo digo en todo el sentido de la palabra, pues su género es literalmente la fantasía, pero además es una obra maestra del cine. Recordemos que la primera película de esta saga, La comunidad del anillo, se estrenó hace ya veinte años. La segunda entrega fue Las dos torres, de dos mil dos, y para completar la trilogía se realizó El retorno del rey, en el dos mil tres. Esta saga narra la historia de Frodo Bolsón, un hobby de la Tierra Media que tiene como misión destruir un anillo maligno con la ayuda de un grupo de amigos de diferentes razas fantásticas. Quizás un día podamos dedicar uno de nuestros episodios a esta icónica historia que se ganó el corazón de millones de personas alrededor del mundo, pero, como les decía, esta saga se basó en los famosísimos libros de mi autor literario favorito, JRR.
Tolkien, quien, por cierto, también fue el autor del libro titulado El hobbit. Por eso no es nada extraño que Peter Jackson, el director de las películas de El Señor de los Anillos, decidiera producir otra trilogía que explicara lo ocurrido antes de esa épica historia. Así nació la trilogía de El Hobbit. Pero bueno, volvamos al propósito principal del episodio de hoy, que es profundizar un poco más sobre ese proceso de evolución entre la cámara fotográfica y el cinematógrafo, pues hay varios aspectos técnicos e históricos que tuvieron que suceder para llegar a tener todas las muestras artísticas de las que Gabriela ya nos habló. Como ella misma mencionó, los hermanos tuvieron un rol fundamental, pero su invención del cinematógrafo, la cámara y el proyector, fue la suma de varios inventos y descubrimientos anteriores que tenían como gran eje común la ilusión de la imagen en movimiento.
Por ejemplo, podríamos decir que esta ilusión del movimiento partió de un fenómeno óptico particular llamado persistencia retiniana, expuesto por primera vez en mil ochocientos veinticuatro por el doctor Peter Mark Rogget. Básicamente, lo que decía este médico y lexicógrafo británico era que, si se observa un objeto en distintas posiciones expuestas en una sucesión más o menos rápida, nuestros ojos tienden a ver dicho objeto en movimiento, como cuando hacemos dibujitos en los márgenes de los cuadernos y luego pasamos las páginas rápidamente. Parece que el dibujo se mueve, ¿no? Pues desde ese entonces creció aún más el interés por explotar esa ilusión óptica que se fortaleció con la invención de la fotografía y la película plástica. Entre los primeros artefactos que permitió obtener un gran número de imágenes sucesivas de un mismo objeto en movimiento estaba el revolver fotográfico, que se encargaba de proyectar imágenes impresas en una banda de celuloide.
Luego, en mil ochocientos noventa y cinco, fue cuando los hermanos presentaron el cinematógrafo moderno. Ahora, si analizamos la cámara cinematográfica, vamos a darnos cuenta que no es más que una cámara fotográfica especial que permite la impresión de imágenes fijas en una película de veinticuatro cuadros por segundo, también llamados fotogramas, y según este mecanismo, si se captan menos cuadros por segundo, se produce el efecto de cámara rápida, pero si se captan más cuadros por segundo, el efecto es el de cámara lenta. Y si analizamos las partes principales de una cámara de cine encontraremos lo siguiente, dos bobinas son esos discos grandes que giran y contienen la película, uno es el de entrada de película virgen y el otro la enrolla una vez está impresionada. Un motor eléctrico, este mecanismo asegura el desplazamiento y regula la velocidad correcta de la película. Internamente hay un disparador que sirve para avanzar la película cuadro por cuadro o mediante imágenes sucesivas.
Y, por supuesto, está el sistema óptico, que consta de un visor con el que se enfoca y encuadra correctamente la imagen. Además tiene varios lentes de diferente distancia focal para lograr varios efectos. Pero el cine no sería cine si no se puede proyectar, ¿verdad? Pues para ello se ideó el proyector cinematográfico, que hace exactamente lo contrario a la cámara de cine, pues devuelve al exterior la imagen que está en la película y la proyecta en una pantalla con la ayuda de una lámpara potente y un lente amplificador de imagen. Y, como la cámara, el proyector cuenta con dos bobinas, una de entrada y otra para enrollar la película conforme va saliendo a una velocidad constante de veinticuatro cuadros por segundo.
En cuanto al sonido, el proyector tiene un reproductor que decodifica una banda magnética y se conecta a unos altavoces ubicados detrás de la pantalla. La primera película con sonido fue el cantante de jazz y se proyectó en el año mil novecientos veintisiete en la ciudad de Nueva York y en mil novecientos treinta y dos nace el technicolor, que después de un proceso de perfeccionamiento permitió desarrollar cámaras para rodar en tres colores. Y así, mis queridos amigos y amigas, fue que el séptimo arte daba sus primeros pasos para convertirse en una de las industrias más queridas y prósperas de la actualidad. Por cierto, ¿cuál es tu película favorita? Tú ya sabes la mía.
Bueno, queridísimos oyentes, hasta aquí los acompaño hoy. Espero que hayan disfrutado este episodio tanto como yo. Yo por ahora me despido, pero nos encontraremos muy pronto. Recuerda que puedes ver la transcripción completa de este audio y puedes acceder a una hoja con ejercicios y explicaciones para aprender el vocabulario y expresiones que utilizamos en este episodio. Ese contenido solo está disponible para suscriptores premium.
Forma parte de esta comunidad en www Charlas Hispanas punto com. Yo soy Alejandro, un abrazo y hasta la próxima.