¿Qué gana la ultraderecha uniéndose? Para saber qué es Patriots, a quién representa y por qué se reúnen en Madrid esta semana, le pedí al compañero que cubre, entre otras cosas, la información de Vox, Miguel González, que me hiciera un pequeño resumen.
Patriots punto iu, y le llamo así porque en su página web no aparece ninguna traducción al español, no podemos llamarlo patriotas, ¿no? Si quisiéramos buscar un un paralelismo para entender lo que es, pues te diría que sería el equivalente a la internacional socialista, ¿no? Es decir, sabemos que Pedro Sánchez es el presidente de la internacional socialista, además de ser el presidente del partido socialista. Pero lo cierto es que la internacional socialista tiene muchísimo más peso y tradición que esto de Patriots y U, es algo que se acaba de crear y que no sabemos todavía muy bien qué alcance qué alcance va a tener, ¿no? Lo realmente importante es el grupo parlamentario, ¿no?
Es el tercer grupo de la cámara con ochenta y seis eurodiputados que representan unos diecinueve millones de votos. La reunión, la cumbre que celebra Patriots y U en Madrid, en realidad, es la cuarta reunión o cuarta cumbre de líderes que celebra este partido. La primera fue en septiembre, en Estrasburgo. La segunda en octubre, en Bruselas. La tercera, en noviembre, en París.
Ahí es cuando fue elegido Santiago Abascal, presidente de este partido. Con lo cual, esta reunión de Madrid sería la cuarta. Lo que va a diferenciar la reunión de Madrid de otras anteriores, que además de hacerse una, digamos, cumbre de líderes, en la cual se ha confirmado la presencia de de Orbán, digamos que es el gran patrón del grupo, y de Marín Le Pen. Además de esto, va a haber un acto público, va a haber un mitin en un hotel cerca del aeropuerto de Barajas, ¿no? ¿No?
Este meeting, significativamente, va a llevar el título de Make Europe and Great Again, ¿no? Es es una traducción, lógicamente, del maga, ¿no? Del hacer América grande de nuevo, el lema de Trump, pero a la también es el lema que utilizó Hungría en el segundo semestre del año pasado, el lema de la presidencia húngara, de la Unión Europea, de la presidencia de turno. Es decir, claramente este grupo está muy marcado, digamos, por por el sello de Víctor Orbán. Víctor Orbán, que además ha sido dentro de la Unión Europea, por una parte, el gobernante más próximo a Putin y, por otra parte, el gran amigo de Trump dentro de la de la Unión Europea.
Hasta aquí, como acaba de explicar mi compañero Miguel González, un resumen de lo que es Patriots. Pero ahora, Ángel, quiero entender por qué se reúnen en distintas ciudades, para qué se encuentran y se alían, como decía Miguel, como si fuera una internacional socialista, pero de extrema derecha.
Hola, Silvia, vamos allá.
Ángel Munarriz es mi compañero de la sección de Nacional en El País. Ángel, me gustaría que empezáramos abriendo el foco sobre esa extrema derecha europea que describía Miguel. Él ya nos ha contado que es Patriots, pero la extrema derecha va más allá de esa formación, ¿no?
Si nos ceñimos a la extrema derecha europea con presencia institucional, es decir, si obviamos el avispero puramente neonazi ya fuera del sistema, habría tres grandes grupos. El primero Patriots, del que ha hablado Miguel. El segundo, conservadores y reformistas, los liderados por los hermanos de Italia de Meloni y los nacionalistas polacos, que perdieron el poder el año pasado, y que son la extrema derecha aceptable, o sea que el Partido Popular ve más fácil pactar con ella. Ahí es precisamente donde han entrado dos de los tres diputados de se acabó la fiesta, el partido Albise Pérez, que el único que queda por entrar es Albise, que está fuera por sus líos judiciales. Y el tercer grupo sería Europa de las naciones soberanas, que son dentro de la extrema derecha los apestados.
Espera, Ángel, apestados de la extrema derecha, ¿qué quieres decir?
Sí, este es el grupo de alternativa para Alemania, que tiene dirigentes como Alex Gauland, que ha dejado frases como aquella de Hitler y los nazis, suponen solo una caca de pájaro en comparación con mil años de exitosa historia
alemana.
Rivet es negacionista del holocausto. Este mismo hombre dijo que ningún pueblo había sufrido tanto por asignarse de un pasado falso como el alemán. Y aunque ahora mismo van fuertes las encuestas, tienen muy buenas perspectivas para las elecciones de febrero y están intentando blanquearse para ensanchar espacio electoral. Ese nacionalismo desatado en Alemania, con revisionismo histórico, sigue teniendo muy mala prensa, sigue teniendo algo de tabú, incluso para otras fuerzas políticas en su órbita dentro de Europa. Así que, por ejemplo, Mariel Le Penn, que ve el Elíseo al alcance, no quiere nada saber nada de ellos, no los quiere cerca, el siglo veinte sigue demasiado cerca.
Ya. Con este pequeño mapa de la extrema derecha en Europa, que ya me has esbozado, Ángel, quería preguntarte, ¿qué relación tienen con el ya presidente Donald Trump? A quien Miguel González, precisamente, nombraba como un enlace vital para Víctor Orbán.
El hombre de máxima confianza de Trump en Europa es Víctor Orbán, el primer ministro húngaro y la figura de referencia de Patriots, del grupo de Le Penn y de Vox. Orbán y Trump llevan años declarándose en mutuaadmiración. Organ se ha trabajado mucho en la relación con la órbita Trumpista, sobre todo a través de la conferencia de acción política conservadora. Incluso ha visitado varias veces a Trump en su mansión de de Mar-a-Lago en Florida. Ahora bien, no es la única persona que está intentando aproximarse a los conservadores y reformistas, el grupo de Meloni también se están moviendo para estrechar lazos con Trump.
Especialmente Meloni, que ha hecho varios movimientos para acercarse a Elon Musk, con el que ahora está negociando un posible acuerdo con una de sus compañías, SpaceX, que tiene revolucionada la política italiana.
De Musk, también quiero que hablemos luego, Ángel, pero dime, ¿qué tienen en común con Trump estos políticos? ¿Podemos decir que Trump es de extrema derecha?
¿Qué tienen en común? Xenofobia, revisiones muy históricos, hiptivismo, nostalgia de una supuesta grandeza nacional perdida, una visión restrictiva, por supuesto, y de inspiración religiosa de la familia y de los derechos reproductivos, una cruzada ideológica contra la llamada ideología de género, antifeminismo beligerante, desconfianza hacia la ciencia y hacia las grandes instituciones mediáticas y educativas, sobre todo universitarias, y luego un desprecio radical por el adversario político. Y también una voluntad de reducción al mínimo posible del estado y del estado del bienestar, ¿no? Yo diría que con matices en cada casa, porque cada casa y cada país son diferentes, tienen casi todo en común, y sobre Ositram es extrema derecha, yo diría que sí, es un líder de extrema derecha autoritaria, que ha roto por completo con la tradición conservadora, compasiva de la derecha republicana estadounidense hasta hacer irreconocible al viejo partido de Lincoln.
Me queda clarísimo que son muy parecidos y también que, de alguna forma, todos aquí en Europa quieren seducir al líder estadounidense, no solo en Europa. Pero cuéntame, ¿cómo se llevan entre ellos esos partidos, esas formaciones de extrema derecha?
Como base tienen una gran sintonía ideológica, ¿no? Todos discurren por las vías que hemos comentado antes, y todos son partidarios de reducir al mínimo los impuestos al patrimonio con esa justificación de proteger la familia. Es decir, la base, el suelo común es muy amplio. Hay matices, por supuesto, por ejemplo, el partido de Le Pen, en esa estrategia de desdiabolización que lleva impulsando varios años está abriéndose en temas como el aborto. Vox no está en ese momento, pero lo esencial diría que lo comparten la mayoría.
Por un lado, verá que hay recelos, por ejemplo la ultraderecha polaca recela de las buenas relaciones de la húngara ahora alemana con Putin, ya sabemos que Polonia siempre mira con ojo torcido hacia Rusia. Sabemos que a Vascal le le costó tragar con Matteo Salvine por las simpatías que mostraba este al independentismo catalán durante el procés. Y no podemos olvidar tampoco que al haberse ensanchado el espacio político de la extrema derecha, hay distintos partidos de esa familia en competición. La Lega de Salvini compite con los hermanos de Italia, Agrupación Nacional de Le Pen compite con la reconquista en Francia, incluso Alvise intenta hacerle pupa a Vox. Pero cada vez más, si miramos la foto completa, si vemos las cosas con perspectiva, las fuerzas de extrema derecha exhiben creciente voluntad de orilla sus diferencias y de establecer espacios de colaboración.
Yo creo que ahí tiene mucho que ver su creciente éxito, es decir, la llegada al poder en Italia, en Argentina y sobre todo en Estados Unidos, alienta esa vieja aspiración de construir algo mayor, de establecer más espacios de coordinación y de colaboración. Cuando hay tarta para todos, todo el mundo quiere un tenedor e ir al banquete.
Pero, Ángel, hablamos de partidos muy nacionalistas que miran mucho hacia adentro, hacia los intereses de sus propios países. ¿A qué viene este interés entonces por coordinarse?
Es verdad, son partidos nacionalistas de naciones que a menudo se han mirado con desconfianza. Entonces es verdad que a veces son partidos que se miran con desconfianza, y es verdad también que el acercamiento tiene un punto paradójico, ¿no? La internacional nacionalista decían para reírse de los primeros proyectos de integración. Pero la ultraderecha surfe a bien las paradojas, Por ejemplo, Vox tiene un sindicato, ¿no? Solidaridad, pero luego se le cae la baba con el ultraliberal Miley que abomina de la justicia social, y así lo dice.
Y tampoco parece que ahora le esté diciendo gran cosa a Trump por los aranceles, a los productos europeos que podrían afectar a uno de sus principales clienteas electorales, que son los agricultores. Yo creo que esos son signos de que hay una voluntad de forjar y mantener alianzas, incluso asumiendo algunas contradicciones y superar los factores que han lacturar correctamente la cooperación entre las fuerzas de extrema derecha. Steve Baron ya advertía la década pasada del daño que hacía a los nacionalistas de todo el mundo su falta de coordinación. Aquí lo escuchamos en dos mil dieciocho pronosticando una mayor soberanía de las naciones europeas, algo que expone como un escenario enormemente deseable. Recordemos que Bannon fue un asesor de máxima influencia del primer Trump desde dos mil dieciséis y fue promotor de The Movement, un intento preliminar de coordinación internacional de la extrema derecha.
Aquello no cuajó y hoy queda poca cosa, de hecho, Bannon ya no es lo que fue, aunque sigue teniendo carisma dentro del espacio de la extrema derecha, pero la semilla aquella quedó plantada.
¿Y quién le ha seguido en esa senda, en esa semillita, por lo menos?
Bueno, el clásico ir cada uno por su cuenta de esta familia política está cambiando, y hay grandes líderes de la escena derecha que muestran o declaran incluso un interés por una mayor integración. La propia toma de posesión de trampas y una especie de gran feria internacional de esta corriente. Patriots dentro de la ue, exhibe cierta voluntad de llevar su cooperación más allá del funcionamiento del grupo parlamentario. Victor Orbán tiene una intensa actividad exterior dentro de la UE, en Estados Unidos también, incluso mira hacia Latinoamérica utilizando su relación con Vox, ¿no? El propio Abascal ha convertido las fiestas anuales de Vox, los viva, en un punto de encuentro de líderes internacionales afines.
Y luego está Javier Miley, que le ha puesto letra a toda esa música ya varias veces. El año pasado, en noviembre, recibió a Meloni en Buenos Aires y abogó públicamente por crear una alianza global de ultraderecha. Él no la llama así, él la llama Alianza por la libertad. Sí. Y en diciembre le devolvió la visita a Meloni y repitió el mismo mensaje en Roma, donde, por cierto, Meloni le dio a él y a su hermana y jefa de gabinete, Karina, la nacionalidad italiana.
Fíjate, yo creo que no es casual que Miley fuera el anfitrión de la última reunión, que fue en diciembre en Buenos Aires, de la conferencia Acción Política Conservadora.
Seguro que no. Ángel, dame un momento que enseguida seguimos hablando de todo esto. Estoy hablando hoy con mi compañero Ángel Munnarriz sobre la forma en que los distintos partidos de ultraderecha de Europa y América están uniendo fuerzas o, al menos, coordinándose. Me decías, Ángel, antes de la pausa, que no solo hay partidos fomentando esta unión, ¿verdad? ¿A qué te referías?
Totalmente más, asociaciones, fundaciones, laboratorios de ideas, lo que los anglos llaman think tanks, llevan la delantera en cooperación internacional, te puedo decir varias plataformas que son clave. Dímelas. Mira, uno, ya la he citado un par de veces, la Conferencia de Acción Política Conservadora, CEPAC, es todo un foro estadounidense que lleva medio siglo empujando a la derecha al Partido Republicano en temas económicos y morales, y sirve como espacio para la puesta en común de ideas, proyectos, relaciones, pero ya no se queda solo en territorio yankee. Desde hace más de cinco años está internacionalizando su actividad y no de apuntar a sí, Nilo. Han celebrado encuentros en la Hungría de Orbán, en el Brasil de Bolsonaro y ahora en la Argentina de Miley.
Al frente está el matrimonio Slack, Mat y Mercy SLAP, que el año pasado estuvieron en el Festival Viva de Vox. Esta gente, el CEPAC, la última reunión la celebraron en Buenos Aires y asistió a Azca. Otra plataforma de la que podemos hablar es Red Política de Valores. Esta la conocemos, fue la que organizó la Cumbre Antiabortista en el Senado en diciembre, que tanto revuelo causó. Sí.
Esta es una red que integra a políticos de la diciembre, que tanto revuelo causó. Sí. Esta es una red que integra políticos de la derecha autoproclamada provida de América, Europa y África. Uno de los fundadores es Jaime Mayor Oreja, que es presidente de NEOs, una red de organizaciones de extrema de derecha católica en España. Pues, cada año Red Política de Valores de manera parecida a como hace la la CEPAC, o celebra una cumbre, y se reúnen en ella decenas de políticos de este signo para hacer networking, compartir experiencias y fortalecer esa agenda común LGTBI antiaborto contra los impuestos al patrimonio en defensa de la familia tradicional, etcétera.
¿Alguna más Ángel?
También mencionaría el congreso mundial de familias. Este tiene como promotor al estadounidense Brian Brown, que es un admirador de las políticas de familias rusas y que forma parte de Citizen Go, que es el brazo internacional de hazte oír la española, la del autobús contra la transexualidad. Esta gente organiza encuentros internacionales todos los años. También lo mismo, quedar, compartir e intercambiar tarjetas. La diferencia es que ellos prefieren llevar a activistas que a políticos.
A lo mejor recordáis la edición de dos mil veintidós en México cuando fue Tamara Falcó que además fue en pleno salseo por una historia de infidelidad que había sido muy mediática en el mundo rosa y aquel congreso mundial de familias tuvo muchísima repercusión en España gracias a ella. Como ves, el componente cristiano, ya sea católico o evangélico, según el lado del charco, es potente en estas organizaciones empeñadas en dar cohesión y crear espacio de colaboración.
¿Y qué implantación tienen en España Ángel?
Bueno, la CEPAC tiene implantación, tiene los contactos de los SLAP con Abascal, han estado aquí los SLAP en el Festival Viva, la Red Política de Valores mucho más, ahí está Mayor Oreja, pero ahí está también Javier Puente, que es alto cargo del gobierno cántabro del PP y que es miembro del consejo asesor de red política de valores y el congreso mundial de familia tiene los contactos a través de Hazteoír. Pero, vamos, no solo esto, hay más organizaciones de fuera de España que se están implantando en España.
Cuéntame, ¿cuáles?
Ejemplos, el el centro de derechos fundamentales, la órbita de Orban en Hungría, que abrió sede en Madrid en dos mil veinticuatro. El Instituto Superior de Sociología, Economía y Política, una escuela de formación de élites y laboratorio de ideas de Marion Marechal, sobrina de Mari Le Pen, que abrió también sede en Madrid, en este caso antes, en dos mil veinte, asociándose además con colaboradores de Abascal como Kiko Méndez Monasterio. Y luego está el poderosísimo y muy influyente Think tan estadounidense Heritage Foundation, que está vinculado a VOX a través de la Fundación Disenso y que también colabora con la asociación de propagandistas católicos, muy activa en el ámbito ideológico.
Ángel, mientras me todo esto, me hago una pregunta, ¿qué ganan con esta unión? ¿Qué ganan ellos con esta coordinación?
Bueno, en el caso de los partidos, cada uno tiene su incentivo, pero bueno, cuando Abascal se fotografía con Le Penn, con Melón y con Miley, pues está claro el mensaje, no soy marginal, otros como yo, otros de mi mismo equipo ganan y gobiernan.
Entiendo.
Y no olvidemos tampoco el factor financiación. Vox ha recibido más de nueve millones de euros de un banco próximo a Orbank. ¿Qué ganan? Me pregunta, relaciones, contactos, oportunidades, posibles fuentes de financiación, respetabilidad, la creación de organizaciones de ámbito internacional que compiten con la del establishment político tradicional, y luego, en cuanto a las organizaciones, pues ganan poder, ganan influencia, ganan amigos.
¿Qué ganan? Te acabo de preguntar, Ángel, pero también me interesa saber quién gana más o qué partido de todos estos gana
más. Pues yo diría, quizás porque el caso que mejor conozco, que Vox gana mucho saliendo fuera. Tener influencia fuera, tener amigos fuera es un empeño de vascal desde los tiempos en que Vox era, incluso objeto de burla aquí en España por su nula capacidad de convocatoria. En dos mil diecisiete, cuando Abascal no era nadie, asistió a una cumbre en Coblenza, en Alemania y consiguió empezar a hacerse allí un álbum de fotos, ¿no? Se sentó a la mesa con los mayores, pero estrechó manos con Le Penn, con Salvini, con la alemana Frauque Petric, que era la líder entonces de alternativa para Alemania con el holandés Wilders.
Ha llovido desde entonces y y si hacemos balance ocho años después, Abascal tiene bastante recorrido internacional, ya es una figura importante en Patriots, tiene conexiones con la galaxia Trumpista, concretamente con los SLAP o con la Heritage Foundation, pilota una iniciativa Foro de Madrid que ya ha celebrado reuniones en Bogotá en dos mil veintidós, el Lima en dos mil veintitrés, el año pasado en Río de la Plata, con la que está trabajando conexiones con América Latina, tiene ese proyecto que conoceréis, la IberoSfera, y Bosch ha conseguido traer a su foros viva en Madrid a la Crem de la Crem de la Extrema de Derecho Europea. Está inmerso en bastantes proyectos de ámbito internacional. Su sindicato Solidaridad anda metida en otro proyecto de internacionalización, la Confederación Europea de Sindicatos Patriotas, que se llama, veremos a ver dónde llega, porque hasta ahora se olvidará, es un Bluff. Pero también es verdad que esta nueva iniciativa demuestra esa voluntad de tejer alianzas y de trascender lo nacional de la que estamos hablando hoy.
Esto de los sindicatos, Ángel, nos da para otro episodio, prometo llamarte, pero antes de acabar este, quiero que miremos un momento a otro a otro tablero de juego que no es menor, que es el de las redes sociales. ¿Hasta qué punto Elon Musk y X forman parte de esta misión de coordinar las ultraderecha del mundo?
Musk, comisionado imperial para injerencias internacionales, lo hemos visto en Alemania, lo vamos a ver quizá en el futuro en Francia, incluso en España. Yo creo que Elon Musk, a través de x, es punta de lanza de de toda esta cruzada ideológica que quiere acabar con lo que queda de sentido común, de ese sentido común con el que se asentó el orden liberal europeo, posterior a la Segunda Guerra Mundial. Yo creo que es un hombre que sabe que la gran partida en juego ahora mismo es una partida ideológica y que está encantado, lógicamente, de que el terreno de juego de esa partida sea de su propiedad.
Ángel, vamos a volver a hablar pronto de todo esto, estoy segura. Gracias.
Muchas gracias a ti.
El diseño de sonido de este episodio es de Nicolás Chavertidis, la edición de Ana Rivera. Yo soy Silvia Cruz La Peña, y he dirigido este episodio de Hoy en el país, realizado con Ángel Munárrez. Gracias por escuchar.