A veces, esto ocurre por casualidad cuando la comunidad médica o científica descubre que un fármaco tiene efectos secundarios inesperados, pero útiles. Otras veces es fruto, es consecuencia de la investigación cuando se prueban viejos medicamentos en nuevas condiciones. Dos ejemplos muy famosos de esto son el sildenafil y el minoxidil, ¿te suenan? Pues quizás no por esos nombres, pero seguro que sí por sus usos más conocidos. El sildenafil se desarrolló originalmente para tratar problemas cardíacos del corazón, pero en los ensayos clínicos se dieron cuenta de que tenía un efecto secundario bastante curioso, mejoraba la función eréctil en los hombres, así que lo lanzaron al mercado con otro propósito, y así nació la famosa Viagra, mejorando la vida sexual de millones de hombres.
Y algo parecido pasó con el Minoxidil, que en un principio era un medicamento para la hipertensión, es decir, la presión arterial alta, pero muchos pacientes notaban que les crecía más pelo, incluso en zonas donde antes no tenían. El resultado se convirtió en uno de los tratamientos más populares para la caída del cabello. En estos casos, el reposicionamiento no causó mucha polémica, al contrario, estos medicamentos han ayudado a millones de personas en todo el mundo, pero en los últimos años ha habido mucha controversia con otro medicamento que ha cambiado de uso y que está generando un gran debate, el OfenPIC. Este fármaco ha ganado muchísima fama como una especie de milagro para perder peso. Vamos a hablar de qué es el OpenPic, por qué tanta gente lo está utilizando y por qué ha causado tanta polémica.
Antes de empezar, te recuerdo que puedes descargar la transcripción del episodio, las flashcards de vocabulario, y ahora también, y esto es nuevo, una traducción dual. Esto quiere decir que puedes descargar un archivo PDF donde puedes leer en un lado la transcripción en español y justo al lado la traducción al inglés. Todo esto lo tienes de forma gratuita en la web Spanish Language Coach punto com. Empezamos. Y entiendo, estudiante, que puedas pensar que es un poco extraño dedicar un episodio entero a un medicamento.
Sin embargo, el impacto social, cultural e incluso económico de ciertos fármacos es bastante grande, y es que la farmacéutica danesa de Dinamarca, Novo Nordisk, que comercializa Othempic, llegó a ser la empresa más valiosa de Europa en la bolsa, en el mercado de valores, superando a gigantes como LVMH, la famosa compañía de lujo francesa propietaria de Louis Vuitton, entre otras firmas de lujo. Pero antes de hablar de todo esto, tenemos que entender qué es exactamente el Othempic y cuál era su función principal como fármaco. Yo voy a intentarlo de la forma más simple posible y, por favor, ten en cuenta que, aunque he intentado hacer mi trabajo de la mejor manera posible, yo no soy médico, soy profe de español, ¿vale? Aunque he aprendido mucho investigando para este episodio, la verdad, pero quiero decir eso, que no soy experto, estamos aquí por el español. Y a ver, realmente, OZEMPIC es el nombre comercial de una molécula que fue diseñada en un laboratorio, como muchos fármacos, llamada semaglutida, y se diseñó para ayudar a las personas que padecen diabetes tipo dos, una enfermedad que afecta a más de cien millones de adultos en el mundo.
La diabetes tipo dos consiste en una dificultad del cuerpo para regular la glucosa en nuestra sangre. ¿Y qué es la glucosa? Pues nada más ni nada menos que la fuente de energía más importante de nuestro cuerpo. Esta expresión, nada más ni nada menos, la usamos para enfatizar algo que estamos diciendo, por cierto. Entonces, la glucosa es buena, es nuestra fuente de energía principal, pero tiene que estar regulada.
Si hay mucha, es decir, tenemos diabetes tipo dos, podemos tener problemas serios de salud. ¿Y qué hace esta molécula llamada semaglutida? Es decir, ¿qué efecto tiene el uso de Ofenpic? Pues hace dos cosas. En primer lugar, regula la glucosa, fundamental porque hemos dicho que si hay un desequilibrio o no está bien regulada, podemos tener problemas de salud.
Y en segundo lugar, la semaglutida controla el apetito, lo que hace es mandar una señal a nuestro cerebro que nos hace sentir saciedad, es decir, nos hace sentir sin hambre. Y estos dos resultados que consigue el OcénPic son ideales para muchos pacientes con diabetes, ya que muchos de ellos no solo necesitan regular la glucosa, sino también controlar su apetito y, por tanto, su peso. Y es que una parte de las personas que padecen esta enfermedad también tienen sobrepeso e incluso obesidad, así que tanto el efecto principal de este fármaco como el secundario son ideales. En el año dos mil diecisiete, el Othempic se aprueba tanto en Estados Unidos como en Europa y se empieza a recetar. Su uso es muy simple, ya que se trata de una pequeña inyección bajo la piel una vez a la semana, y eso sí, se receta siempre como un complemento a una dieta saludable y al ejercicio físico, lo que ya sabemos.
Se empieza a recetar cada vez más y se demuestra que sí, que es muy eficaz para pacientes con diabetes tipo dos, eso sí, como cualquier medicación, tiene efectos secundarios incómodos. Estos efectos secundarios van desde los más moderados, como las náuseas, diarreas, vómitos, baja energía, dolor de cabeza o mareos, esa sensación de estar un poco desequilibrado, hasta efectos más graves, pero que son menos frecuentes. ¿Y qué pasa cuando se empieza a popularizar el Othempic entre los pacientes con diabetes tipo dos? Pues que la industria farmacéutica piensa, oye, pues quizás podemos hacer un reposicionamiento con el Ocempic, igual que ya pasó con la Viagra, ¿te acuerdas que la hemos mencionado al principio del episodio? Y lo cierto es que hacer este reposicionamiento es relativamente más fácil que lanzar un fármaco nuevo desde cero, porque ya se sabe que son seguros, ya se han hecho muchos estudios y pruebas, y pues lo facilita todo.
Se empieza a trabajar en este reposicionamiento pensando en usar el segundo efecto secundario de esta molécula, la pérdida de apetito o sensación de saciedad y, por tanto, la pérdida de peso, y se piensa reposicionar, y esto es importante para personas que padecen sobrepeso u obesidad, ya que se demostró que las personas, usándolo, perdían entre un diez y un quince por ciento de su peso corporal. Entonces, entre dos mil veintiuno y dos mil veintidós, depende del país, se empieza a usar WeGobi, con una fórmula similar a lo ZenPic y, de hecho, está comercializado por el mismo laboratorio. Nace para ofrecerlo a personas con problemas de sobrepeso u obesidad, pero también como respuesta a un problema, el desabastecimiento de Othempip. El desabastecimiento es la falta o escasez de un producto, y ocurre cuando la demanda es mayor que la oferta y no hay suficiente cantidad disponible para cubrir las necesidades de todas las personas. Algunas personas con diabetes tipo dos se estaban encontrando con problemas para poder comprar su medicación, ya que había otras personas que, sin ser diabéticas, estaban intentando conseguirlo.
El uso de estos fármacos se multiplicó en muchísimos países, y bueno, qué bien, ¿no? La ciencia avanza y tenemos un fármaco que ayuda a millones de personas en el mundo con diabetes tipo dos, sobrepeso u obesidad. Pero llega el problema, y es que los cenpik y similares no se ha popularizado solo entre este grupo de personas, también en personas que ni tienen diabetes tipo dos ni tienen sobrepeso ni tienen obesidad. Lo empiezan a usar personas normopeso, con un peso normal, que simplemente quieren adelgazar, quieren estar más delgadas y están dispuestas a usar la farmacología para conseguirlo. Otro grupo de personas con una gran presión sobre su imagen son las celebridades, personas famosas.
Y no solo hablo de Hollywood, incluso personas de la clase política, como el actual administrador del departamento de eficiencia gubernamental de la Casa Blanca, Elon Musk, han reconocido usar Othem pick para perder peso. Muchas celebridades lo han reconocido, otras muchas no lo han hecho, pero se sospecha que usan este fármaco debido a su rápida pérdida de peso, pero en todo caso, esto ha hecho que la popularidad de este tipo de fármacos no haya parado de crecer y, de alguna forma, empezar a verse como una forma fácil, rápida y glamorosa de perder peso. ¿Cuáles son los peligros de usar OZEMPIK y derivados si no tienes diabetes tipo dos o no lo necesitas porque tienes un peso saludable? Pues hay varios, especialmente los relacionados con no tener supervisión médica, y es que muchas personas consiguen de manera ilegal el acceso a este fármaco con los riesgos que eso trae, claro. Por otra parte, se conocen los efectos a medio y largo plazo del fármaco en personas que lo necesitan, pero no sabemos qué va a pasar con todas estas millones de personas que lo toman sin necesitarlo, solo para controlar su apetito y su peso.
Y el otro peligro o consecuencia negativa es el impacto social que esto tiene, es decir, venimos de unos años en los que hemos tratado de alejarnos de los estándares de belleza imposibles y del culto obsesivo a la delgadez. Movimientos como la positividad corporal y la neutralidad corporal han intentado cambiar nuestra relación con el cuerpo. Si para alguien no le son familiares estos términos, la positividad corporal es la idea de querer y aceptar nuestro cuerpo tal como es, independientemente de su forma, tamaño o apariencia, y la neutralidad corporal, en cambio, va un paso más allá. No se trata de forzarnos a amarlo, sino de no darle tanta importancia, entendiendo que nuestro valor como personas no depende de cómo nos vemos. Y ahora llegó Zempoig y fármacos similares presentándose como una solución rápida y efectiva para bajar de peso.
¿Qué mensaje manda esto? Pues que si no eres una persona delgada es porque no quieres serlo, que ahora sí, cualquier persona puede encajar en los estándares de belleza con solo ponerse una inyección semanal. Y esto nos lleva a una pregunta muy importante, ¿Estamos volviendo a los tiempos en los que la delgadez, a veces excesiva, es el único ideal aceptable? Es posible que, en algunos círculos, el no ser una persona delgada vuelva a ser visto como un fallo personal, como si el problema no fuera la presión social, sino simplemente que la persona no se esfuerza lo suficiente o no quiere ser delgada. Y hay algo de lo que no hemos hablado, y es del coste de estos tratamientos, haciéndolos no accesibles a todo el mundo.
De lo que hablo es que esta normalización de usar fármacos para perder peso cuando no lo necesitas puede crear más inseguridad en personas que antes estaban cómodas con su cuerpo y, en general, una presión social aún mayor para encajar en un estándar que sigue sin ser realista para todo el mundo. Porque sí, OZEMIC puede hacerte perder peso, pero no cambia tu genética, tu metabolismo ni tu relación con la comida. Y de hecho, muchas personas que lo dejan experimentan el efecto rebote, volviendo al peso original o incluso ganando más. Y es que para mí, en la relación con la comida está la clave, y lo digo desde mi experiencia, donde he tenido una relación de subidas y bajadas con ella desde mi adolescencia, con donde se convirtió en una enemiga. He pasado todo tipo de fases con ella, desde la restricción severa de alimentos para perder peso a la ingesta compulsiva, comer compulsivamente, o como se conoce comúnmente, como pegarse atracones.
Con el tiempo he aprendido y he entendido el porqué de esta relación, me he dado cuenta de que la restricción venía de una necesidad de control perjudicial, y que los atracones eran resultado de una incomodidad emocional que tenía que eliminar de algún modo. Y es que la dictadura de la imagen y de la estética empieza pronto, muy pronto, y te voy a dar unos datos de un estudio, el tercer barómetro juvenil de salud y bienestar de la FAD en España, Dentro del colectivo de jóvenes españoles, es la franja de edad de los adolescentes, de entre quince y diecinueve años, la que más se somete a las dietas de adelgazamiento. En concreto, el barómetro recoge que uno de cada cinco, veintiún por ciento, realiza alguna dieta para perder peso en el momento actual, y más del cincuenta por ciento lo hacen por razones estéticas. Yo creo que sería muy recomendable tener una buena educación nutricional desde que somos pequeños, que entendamos mejor nuestra relación con la comida y podamos disfrutar de ella de una forma saludable. De nuevo, importante, estoy hablando de esta tendencia peligrosa de usar este tipo de fármacos en personas que no lo necesitan, que lo hacen porque quieren controlar su apetito, su peso.
Creo de verdad que sería más razonable entender primero si tienen algún tipo de relación con la comida, si comen mucho o se pegan atracones cuando sienten ansiedad, por ejemplo. Como siempre, me gustaría escuchar tu opinión, estudiante, puedes dejarla en cualquier sección de comentarios de cualquier plataforma, desde donde me ves o escuchas. Y antes de despedirme, quiero recordarte que el proyecto Spanish Language Coach ha dado la bienvenida a un nuevo podcast llamado Más que historias, donde en cada episodio te contaré una historia diferente de autoras y autores conocidos por todos. Historias adaptadas a estudiantes de español como tú, y ya puedes escuchar el primer episodio. Y yo te espero aquí, nos escuchamos de nuevo en unos días.
Un abrazo grande.