su
madre. Ese ese bro fue pedo, güey. No, güey. Salió, no, güey, no. Dije.
Oye, así pasa, a
veces Me cagué. No, ¿en serio? Me cagué. Mentiroso, dije. No, no estoy bien, güey.
Me cagué.
Bienvenidos a Suave Spanish, el show of the real stories de Spanish de Nicki Laughing Learn at the same time. Yo soy Nates, el que tiene unas historias avergonzosas.
Yo sé Luis, el que creo que no vergonzosas, pero tengo historias humillantes, creo.
Vamos a escucharlo y si yo. Bueno, Luis, quieres
comenzar? Ah, porque yo no manches.
No, bueno, yo también.
A ver, tú tú comienza a ver que quiero quiero escuchar las tuyas, que quiero ver qué qué has hecho que te averigüe o que te has humillado tú.
Bueno, esta esta historia, bueno, tengo dos, una tiene que ver conmigo y la otra con mi primo. No voy a mencionar su nombre, pero es una historia muy chistosa. Bueno, la primera es como más como tonta de niños, pues. Y es que cuando yo tenía ay, güey, no sé cuántos años, pero yo yo era jovencito, yo tenía siete años o algo así, o sea, como siete, ocho años y cada año, durante el día de San Valentín, pues de hecho esto esto, pues tiene que ver con ese día. Siempre traían los niños como unos Valentine Grams, que básicamente eran como dulces con pedazos de papel o notas, lo que sea, y tenían como varios diseños.
O sea, por ejemplo, como es una carta de Spiderman, pero luego como viene con una paleta o algo así. Y el día antes del día de San Valentín, o unos días antes nos habían dicho, bueno, niños, como para el jueves, que es el día de San Valentín, todos vamos a traer este Valentine's. Ahora no es nada necesario, pero sería muy bueno, bla, bla, bla, bla. Entonces viene el jueves y llego a la escuela y claro que sí, no traje. Balance Grams porque yo había escuchado que la maestra, como la maestra, dijo ah, pues no es necesario, o sea, es algo opcional, pero literal güey, todos los niños trajeron algo, todos güey.
Yo fui el único que no había traído nada. Entonces yo estoy ahí como chale, como yo no traje nada, ahora me siento muy mal. Entonces la única forma o la única cosa que yo sabía hacer era llorar. Entonces empecé a llorar. Es que no sé, no sé dónde están.
Yo los había traído, no sé qué, se me perdieron, bla bla bla. Lloré, llore. Qué mentiroso. Eso.
Y sí, una mentira, güey.
Y yo pensé, ay,
Y sí, una mentira, güey. Y yo pensé ahí yo diciendo cosas como ay, es que a lo mejor me los robaron, no sé qué, blablablá. Y la maestra estaba como ay, no, y tiene como no te preocupes, ay, no pasa nada. ¿Qué tal si mañana traes tus? Entonces todos estaban como disfrutando de sus dulces y las cartas como bonitas y todo que habían traído todos.
Y el día después, que vamos a decir que fue el viernes, yo traje los míos y de hecho, como siento que fue algo chido, porque así como todos los niños pudieron celebrar como oye, como es viernes y aún así nos toca otra vez estos. Pero sí, güey, eché, eché un mentira y una mentira y la verdad me sentí muy mal, pero no sabía qué hacer como porque yo pensé, pues qué pedo, o sea, como todos trajeron algo, pero ahí había dicho que no era algo como necesario, pues.
Sí, pinche berrinche. Sí, pero no, güey.
Y aún lo sigo haciendo.
Si yo hubiera hecho, No, sí, tú eres bien berrinchu. No, güey, si yo hubiera hecho eso, no, pinche regañada me hubieran dado en la casa. Te preguntamos, blablablá y tú dijiste que no. Ahora ahora por eso no vas a no te va no vas a llevar nada mañana, bla bla bla y otra vergüenza vas a pasar. Nada, ni madre, güey.
Sí, güey.
La diferencia entre la vida de un güero a un a la vida de un mexicano.
Bueno, es que después, como se lo expliqué a mi mamá, pues de una, de una forma de niño, no como mamás que blablablá y
Es que yo no sabía y yo pensaba que era mañana.
Exacto. Güey. Y lo más chistoso, güey, es que yo me acuerdo bien de que le había dicho a la maestra o luego me pregunta la maestra oye, Nathan, y cómo eran tus. Baluntainsgrams? Y yo estaba ahí como llore, lloré, le digo de de Batman o algo así, como una mentira.
Entonces el día.
Y no te llevas unas.
De hall. No, y
lo más cagado es que el día después traje unos de Spiderman. Qué
barato, güey.
Sí, pero bueno, eso es más de eso es más de niños. Pero ahora, a ver tu historia, güey.
No, a mí me algo muy, muy, muy, me ha pasado varias. En seriamente, me ha pasado varias. Pero una que recuerdo muy bien y hasta lo recuerdo así de foto, de una vez, más bien en mi escuela teníamos siempre un concierto de primavera, Y este año creo que la habían cambiado para concierto de No. Sí, concierto de invierno.
Ok.
Que fue en noviembre o diciembre. No recuerdo muy bien, pero fue otra fecha que no o diciembre. No recuerdo muy bien, pero fue otra fecha que no normalmente hicimos. Entonces, nos tocaba cada clase cantar dos o tres canciones que empiezan desde kinder hasta sexto grado. Y cada canción duraba como una Para los más chicos duraba como un minuto o algo y cantar una canción, lo que sea.
Y ya que vas avanzando en el grado, cada canción dura diferente tiempo. Entonces, creo que yo estaba en cuarto, creo que estaba en cuarto. Y yo tenía que ir al baño. No sé si te lo he contado, creo que sí.
Puede ser.
Tenía que ir al baño, le dije a la maestra, maestra, quiero ir al baño, sí te voy al baño, espérate, acaba de ir fulanito, no me acuerdo. Ok. Al momento que regresa el fulanito, ya voy y Yo dije, ya llegó fulanito, puedo ir y tenía que ir al baño. Y era el día, esa noche de que fue el concierto. Dice, no, es que tenemos, ya vamos a ir a cantar.
Y eran dos canciones que teníamos que cantar, güey. Dos. No una, güey. Dos. Creo que era dos minutos cada pinche canción.
Y yo que me estaba meando, güey, me estaba meando. Y a mí que me ponen en frente en las dos canciones, porque yo, ¿sabes? Me gusta cantar. Ajá. Entonces, me ponían en frente.
No tenía solo ni nada, pero me ponían en frente y yo como, secito, era el baño, eran las primeras dos hileras. Después de la primera me tocaba cambiarme a la segunda y dije, ah, huevo. Y yo así como dizque, como bailando, dizque estaba bailando por la música. Ni madre, güey, yo me estaba guiando.
No manches, güey. Y. Y lo peor.
Entonces, no, eso no es lo peor, güey. Entonces, ya, cantamos las las dos canciones, güey. Y ya, que no nos dejan salir a las primeras dos hileras primero, güey. Su madre, dejan a las últimas tres primero ir. No, yo me estaba enviando y dije, su madre, su madre, me
voy a me voy a me voy a me voy a me voy a me voy a me voy a me voy a me voy a me voy a me
voy a me voy a
me voy a me voy a me voy a me voy a me voy
a me voy a me voy a me voy
a me voy a me voy
a me voy a me voy a me voy a me voy a me
voy a me voy a
me voy a me voy
a me voy a me voy a me dijo la maestra, voy al baño. Su madre, camino, no podemos correr, camino rápido. Y al momento que voy al baño, güey, cerrada el puto excusado y alguien en los inodoros, güey. No mames, güey. Me estoy, me estoy, no estoy haciendo mal, me estoy haciendo daño.
Al momento que sale uno del excusado, cierro la puerta, güey. Ya era muy tarde. Ya me había miedo. No, güey. Y luego nos tocaba cantar otra canción al final de del concierto Todos, y yo tenía una parte con un amigo.
No, chinga a su madre, digo, no, valió caca.
Me fui llorando.
No, me fui llorando con mi mamá. Ahí estaba mi mamá, mi papá y nanis. Y dice, ¿qué pasó? Me dice del baño. No, hombre.
Qué vergüenza y todos, la maestra buscándome y me encontró con mi mamá. Dice, ¿qué pasó? Dice, no se siente bien. Ah, ok. No, ni madre, güey, me había miedo.
Todos mis amigos se querían tomar foto, porque creo que ese año, no me acuerdo, no, ese año nos habíamos organizado de ciertos grupos usar el mismo color o algo así. No, todos mis amigos querían tomarse fotos y yo ahí chillón, llorando, güey, Vete conmigo. Luis, vamos a tomarnos fotos, blablablá. No, güey, yo meado. No, que
O sea, pero sí se veía.
No, güey, porque era pantalón negro. Fue lo bueno, pero no, güey, qué incómodo.
Pues sí.
Y lo bueno que hacía, entonces, lo que hice, porque tenía amigos que, no, vente, no importa. Todos estamos bien, no importa Ustedes no sabían lo que había pasado. Nadie, creo que nomás dos o tres personas al día saben qué pasó de los de la escuela. A nadie más les dije, güey. No, qué bueno,
güey. Oye, pero eras chamaquito.
Güey, pero imagínate. Y luego con y luego lo el pedo güey que una de las que me gustaba era que se quería tomar foto conmigo güey. No güey porque su familia nos conocía y siempre era de tomarnos fotos cada año. No, los chinos son más. Sí me tomé foto, pero yo como no, güey.
Ah, qué chistes. Pobrecitos.
Qué vergüenza, no.
Pues hablando de esto, güey.
Eso fue uno de mis, de mis peores vergüenzas que tuve de niño.
Yo creo que también como he pasado por cosas así, como ahorita no puedo pensar en historias específicas, pero una vez, este esto fue hace rayos, ya tiene, pues no sé, cuatro años o algo así. Después de graduarme de la universidad, fui de viaje a Europa con mi primo Y bueno, lo quiero mucho. Es la verdad, es mi muy buen amigo, somos buenos amigos, buena, buena persona, mi primo. Y no voy a decir su nombre, porque no quiero ser mala onda. Pero este, yo me acuerdo que estuvimos en el en el aeropuerto de Ámsterdam.
Él me iba a dejar, él iba a regresar a Estados Unidos y yo iba a continuar viajando, yo solo. Y estábamos ahí como esperando. Esto fue como en la mañana. Estábamos esperando por pasar por seguridad o algo así. Y luego me dice güey, tengo que cagar.
Le dije Ah, bueno, no te preocupes, como me dice no, güey, o sea, tengo que cagar. Y yo ah, ok, pues a ver si puedes pasar de una vez, no sé, a ver si a ver si puedes y a ver qué te dicen. Entonces, como ya casi habíamos llegado a como a hablar con el señor de la seguridad o como más bien como de la aduana, no sé cómo se llama. Y este, pues él llega con él, lo rechaza, dice que no, que tiene que volver a su espacio, no sé qué. Entonces, como tardamos, no sé, como cinco minutos y ok, como se ve bien, como no se ve como algo grave.
Y le digo güey, no te preocupes, como después se pasa, yo busco el baño y yo te encuentro, no pasa nada. Entonces, como él pasa por seguridad y luego yo paso por seguridad y encuentro el baño más cercano y luego como como metí mi cabeza, no para ver si estaba ahí o qué pedo, no sé qué. Y luego lo vi esperando en una fila, pero yo dije ah, bueno, está bien, ok, como se ve decente, se ve que no está como muy preocupado, no pasa nada. Y luego tarda un buen y por fin sale y le digo ah, ok, cómo te fue, güey? ¿Cómo te ves bien?
Me dijo, me callé. Y yo cómo dice me callé. Y yo como es en serio, me dijo sí, güey, me callé. Y lo más chistoso de esto es que su mamá apenas le había le había regalado unos buenos pantalones de unos buenos pantalones de Lulú Lemon, como súper cómodos, súper como Pipriz Nice, y cagó en ellos, güey, y tuvo que cambiar sus pantalones. Le dije, ¿y tus pantalones dónde los pusiste?
Los tuve que tirar a la basura, güey, y ya ya valió. Yo estaba riendo por un buen, me sentí súper mal, pero, este, pero sí.
No manches, güey. Nada, es es lo peor que puede pasar. No, güey. No, te creo. ¿Y qué, güey?
¿Se cambió? ¿Qué pasó?
Cómo tuvo que cambiarse? Tenía otros pantalones. Estuve, tuvo que ponerse esos, Ella. La verdad me sentí muy mal porque eran buenos pantalones y todo. Y qué vergüenza, no?
Pero este. Y peor cuando estás en en el aeropuerto, como nada más quieres pasar por seguridad y estar cómodo. Pero el güey ya, la hora valió.
No, güey, qué pedo. No, no, sí, eso está, eso está mal. Imagina. Y iba a su vuelo, ¿verdad?
Pues sí. Y eso que teníamos hoy, como veintiún años, veintidós años. Sí. Yo creo que a lo mejor
algo así.
Es que nos pasa a todos.
No sé, yo creo que había tomado café o algo así.
O la agua, no sé.
Sí, algo así.
He recibido muchas cosas.
Bueno,
sí. A veces pienso que eso me va a pasar, como me ha tocado momentos que digo, como échale, como tengo que hacer el baño, tengo que hacer el baño. De hecho, como apenas que estuvo mi amigo Chris aquí en la Ciudad de México, pues fuimos al centro, le dije güey, tengo que cagar, tengo que cagar y anduvimos en bici, llegamos al centro, encontramos un lugar que tenía como buenos baños abiertos. De hecho, qué bueno, porque fue un domingo, entonces todo tranquilo en los baños Y aquí en la Ciudad de México, en el centro es como todo un caos. Entonces llego al baño y todo bien y yo con ah, ya, ya me siento mucho mejor.
Sí, güey. Creo que uno va a tener una historia vergonzosa, al menos, un al menos una historia vergonzosa. Puede ser que tengas varias. Yo tengo otra que fue, ¿cuándo fue? Fue hace unos años.
Creo que está en la high school, no recuerdo muy bien, pero había ido, habíamos habíamos ido a un lugar en el billege a comer. Pizza y alitas, que es pizza and sotch.
Y no
sé, güey, No, siempre comemos, siempre habíamos comido ahí, creo que una vez al mes o algo así, íbamos mi hermano y yo con un amigo. Pero esta vez, güey, no sé qué fue que comimos pizza y alitas, y al momento de el papá de nuestros amigos dijo, ¿quieren caminar del Village a su casa? Dijimos, sí, ¿por qué no? Bajamos la comida. Entonces, más bien nos dejó de la Arrow hasta mi casa, que no está tan lejos.
Entonces, íbamos caminando y, güey, le le dije a mi hermano y a mi amigo, can, camina delante de mí, me tengo que abrochar mis agujetas. Mi madre, güey, me tenía que echar un pedo. Me eché el pedo. No, que está bravo, güey. Estoy en feo.
Y ya. Dice, dijeron, ¿qué pasó? Me eché un pedo. Dice, cochino. Ah, ok.
Y ahí vamos pasando Glazer. O no, Oak Park, el lugar de viejitos. Y dije, ah, camino la otra vez, me voy a echar un pedo y no no y nos den los duendes. Ya. Pasamos, ya vamos en la esquina, en la San Antonio, por la San Antonio.
No, güey, su madre. Ese ese no fue pedo, güey. No, güey. Salió. No, güey.
No.
Oye, así pasa a veces.
Dije, me cagué. No, en serio, me cagué. Mentiroso, dije, no, no te entiendo, güey. Me cagué. Y luego, de papá, uno de los amigos nos estaba esperando en la esquina y luego de ahí nos iba a llevar a la casa.
Güey, dice, no, tú no entras a mi a mi carro, tú camino. Dije, no, dije, entiendo, ni madres, ni yo ni yo me
Oye, así
pasa, güey,
así pasó.
No. Y ellos ni les pasó nada, no les dio nada. Dije, no mames, comimos la misma chingadera, güey. Y ustedes no les pasó nada. No, güey.
Ellos íbamos a ir creo que a boomers, no me acuerdo. Íbamos ir a un lugar de juegos. No, ni madre. Ellos se fueron y yo me quedé en la casa. No.
Bien avergonzado. Lo
bueno que nomás fueron ellos dos.
Oye, pero Mi papá
es mi amigo, no, güey. Qué qué vergüenza.
Es chistoso porque siento que muchas de estas historias de vergüenza tienen que ver con las funciones del cuerpo. O sea, por ejemplo, como como hablando de esto, como cuando yo era niño, güey, yo tenía como, no sé, cuatro años o algo así. Este no sé cómo llegaron las hijas del amigo de mi papá a nuestra casa. Y como éramos niños, como nos bañamos todos o algo así, como estamos jugando en latina, pues. Y había como esta niña también latina y y no sé por qué, pero se cagó.
Lo bueno es que fue, todavía puedo recordar, güey, fue algo duro. O sea que no me dio tanto asco, pero todavía puedo recordar como que asco.
Sí, güey, nos pasa a todos. Es muy como, ah, no, no me pasaría a mí, nunca digas nunca, güey, porque sí te pasa.
Y lo triste
es que
Que a mí ya me pasó varias veces, güey.
Lo triste es que nos pasa mucho cuando somos niños, Y también nos pasa mucho cuando ya seamos viejitos, güey, eso es lo malo.
Sí, güey. No, vamos a tener que usar pañal.
Pues sí, güey, ni modo, ni modo, viejo. Y eso que antes éramos chingones, ya, ya, ya no, ya vamos a ser viejitos
débiles, nada. Con canas, arrugas.
Ya tengo, güey, ya tengo esas dos cosas, tengo canas y arrugas.
No mames güey, el velor que yo ya me ya me ganaste con las canas y las arrugas, güey.
Hasta a veces me veo en el espejo y digo, wow, tengo unas, ay, se me está olvidando la palabra, iba a decir orejas, tengo unas. Ojeras ojeras o exacto, tengo unas ojeras y digo wow, como es que qué pasó, como ya me cansó la vida o qué pedo? Porque la verdad me veo cansado, ya me veo la verdad más viejito. Hasta alguien apenas me dejó un comentario en un video que subí de que como fui a la barbería y me cortaron el cabello y alguien dijo se está quedando calvo y yo chale.
A la gente nomás siempre le gusta hablar de mierda.
Pues sí, güey, pues
le gusta criticar a uno.
Pues sí, eso es lo malo de eso.
Y aunque
les pase a ellos, güey, se quedan callados.
Pues sí.
Eso es
el pedo. Siempre vas a tener una persona que hable mal. Tus amigos es un pedo, eso, eso es otra cosa.
Pues sí.
No son tus amigos si no hablan mierda de ti.
Pues no.
Pero que alguien más hable mierda de ti, eso es otra cosa. Como se pasan y luego ellos no les gusta es que le digas lo mismo.
No, pues sí, como que bueno, con amigos sabes que es algo de juego, no es como el mal plan, este. Pero la verdad, sí, como las palabras me impactan. De hecho, como Jazmín es muy buena para consolarme, porque bueno, rara vez me pasa, pero a veces, a veces, si me pongo a leer los comentarios y alguien dice algo bien feo, grosero, como me pongo bien como turismo, como me agüita lo que dice la gente. Pero es chistoso, porque, por ejemplo, como alguien te da, como te dice algo muy bonito, pero si aún así, como hay como diez comentarios que son muy amables, solo necesitas ver uno para ponerte como de malas de ah, pues este
que siempre vas a tener un pendejo que diga cosas.
Pues sí.
Y el modo que yo pienso, si hablan mal mal de ti es por envidia.
Pues sí.
Entonces, tú no te tienes que preocupar si te agüita al momento que lo lees o lo escuchas, Sí, te agüita, te pone malas. Pero, güey, es es envidia. Es lo que es, que tú tienes mil, miles de vistas y ellos ni pueden hablar con una muchacha, por decir.
Es que, sí, como a veces lo pienso, digo, bueno, como esta persona está diciendo esta cosa detrás de una pantalla, yo nunca dejaría un comentario así de grosero, lo que sea. Y sí, como dices, como es envidia. Y creo que también es parte de, o sea, cuando eres una persona que está, pues creando cosas y que la gente te está viendo, pues siempre va a haber alguien que no te va a caer bien o que más bien que no le va a caer bien y que no le vas a caer bien y que cómo te van a criticar, que te van a decir cosas feas. Pero es parte de la web. Siento que tuve que aprender eso, pero sí.
Sí, pero bueno.
Eso que escuchaste no fue un pero. Eso es que se sí, pero eso que
escuchaste no
fue un pedo. Eso es que escucharon fue una bolsa. Mira.
A lo mejor no fue un pedo, a lo mejor fue caca.
A la
bestia hubiera dicho chin, ya me cagué.
Bueno, Luis, ¿algo más que quieras compartir?
No, sería todo. Me nos gustaría escuchar unas de sus historias vergonzosas o vergonzosas o humillantes. Creo que va a haber peores que las de nosotros. Hay peores que yo puedo contar, pero este este episodio no para la otra.
Para la otra.
Que no, sí. Creo que va a haber historias que gente le haiga pasado lo mismo que a uno. O piensen igual que uno, es es vergonzoso en el momento, pero luego lo piensas y es chistoso.
Pues sí, güey, pues sí. En el momento es como no, este esto es el fin de mi vida, después con ah, qué chistoso.
Sí.
Pero bueno. Bueno, chicos, muchas gracias por escuchar este episodio. Muchas gracias, hasta luego.
Hasta la próxima.