Después de veinte años le sigue dando miedo, pero lo ve muy mal, golpeado por el paso del tiempo y el ritmo duro de la mina. Las palabras de Vicente son escasas y vienen intercaladas con una tos seca, esa que Ignacio ya escuchó varias veces desde que llegó a Velvet. El anciano dice, amigo Pedro, sé que no me debes nada, pero, por favor, no uses este momento de tensión para lastimar a mi familia y olvidarnos de lo importante. Vicente toca con dulzura el brazo de su hija y pide su lugar en el centro de la multitud. Ella se resiste al principio, pero sabe que es inútil y se mueve a un costado.
Queridos vecinos, escuchadme bien, esto no es ni una broma de un chiquillo ni algo místico. Más que nada, esto es una amenaza. No hemos sido marcados por azar, esto es algo serio y la policía debería investigarlo. Todos buscan a Rubén, que llegó un poco más tarde que el resto, pero él, lavándose las manos, dice, oh, oficialmente ya no soy el jefe de policía, Ignacio Galeano lo es. Todos clavan sus miradas en Ignacio y él se pone completamente rojo.
Glosery, ronca, horse, escasas, scare, intercaladas, interperssed, deber, two o, lastimar, to heurt, dulzura, suiteness, pedir, to ask for, amenaza thread, azar thance, lavarse las manos, to wash one hands of. El hombre que sale a defender a Lola es nada más ni nada menos que su padre, Vicente Arias. Ignacio tiene sobre él un vago recuerdo de la infancia cuando iba a jugar a su casa. Recuerda que era un hombre serio y severo, con una voz ronca y una mirada intimidante. Después de veinte años, le sigue dando miedo, pero lo ve muy mal, golpeado por el paso del tiempo y el ritmo duro de la mina.
Las palabras de Vicente son escasas y vienen intercaladas con una tos seca, esa que Ignacio ya escuchó varias veces desde que llegó a Velvet. El anciano dice, amigo Pedro, sé que no me debes nada, pero, por favor, no uses este momento de tensión para lastimar a mi familia y olvidarnos de lo importante. Vicente toca con dulzura el brazo de su hija y pide su lugar en el centro de la multitud. Ella se resiste al principio, pero sabe que es inútil y se mueve a un costado. Queridos vecinos, escuchadme bien, esto no es ni una broma de un chiquillo ni algo místico.
Más que nada, esto es una amenaza. No hemos sido marcados por azar, esto es algo serio y la policía debería investigarlo. Todos buscan a Rubén, que llegó un poco más tarde que el resto, pero él, lavándose las manos, dice, oh, oficialmente ya no soy el jefe de policía, Ignacio Galeano lo es. Todos clavan sus miradas en Ignacio y él se pone completamente rojo.