Mateo, el hijo del medio. Después de hablar con su hija Lucía, Alejandro va a su estudio para corregir los exámenes de sus alumnos. Pasa por la puerta de la habitación de Mateo, su hijo de quince años, y se detiene a saludarlo. Mateo está usando la computadora y no se da cuenta de que su padre está allí. Alejandro carraspea
para llamar su atención sin éxito. Luego dice, bromeando, ¿acaso no hay un saludo para tu padre? Nada. Mateo sigue sin reaccionar. Los audífonos bloquean el sonido por completo.
Mateo,
grita Alejandro. Mateo finalmente lo escucha. Se quita los audífonos y responde, ¿qué pasa, papá? Estoy ocupado. Si dejo de jugar, van a matarme.
¿Matarte? Responde Alejandro. Mateo pone los ojos en blanco y exclama, matarme en el juego, papá. Alejandro larga una risa incómoda y dice, ah, claro. Bueno, solo quería saludarte y avisarte que tus abuelos vienen a cenar hoy.
Mateo responde. ¿Los abuelos? Genial, siempre traen regalos y yo necesito una computadora nueva. Alejandro lo mira con desaprobación y pregunta, ¿no te parece que una computadora es demasiado cara para pedírsela a los abuelos? Sin sacar los ojos de la computadora, Mateo dice, entonces, ¿puede ser mi regalo de cumpleaños?
Realmente la necesito. Esta computadora anda lentísima. Es el turno de Alejandro de hacer oídos sordos. Se despide con un veremos, veremos, y huye de la habitación de Mateo. Habitación,
room, detenerse, to stop, darse cuenta, to realise, carraspear, to clear one sthroad, bromear, to joke, audífonos, head foones, gritar, to hiel, poner los ojos en blanco. To roll one size. Risa, laftor, incómoda, acquart, cara, expansive, cumpleaños, burthday, lentísima. Berry's lowly, haced oídos sordos, to ignor, huir, to fee.
Mateo, el hijo del medio. Después de hablar con su hija Lucía, Alejandro va a su estudio para corregir los exámenes de sus alumnos. Pasa por la puerta de la habitación de Mateo, su hijo de quince años, y se detiene a saludarlo. Mateo está usando la computadora y no se da cuenta de que su padre está allí. Alejandro carraspea para llamar su atención sin éxito.
Luego dice, bromeando, ¿acaso no hay un saludo para tu padre? Nada. Mateo sigue sin reaccionar. Los audífonos bloquean el sonido por
completo. Mateo, grita Alejandro. Mateo finalmente lo escucha, se quita los audífonos y responde. ¿Qué pasa, papá? Estoy ocupado.
Si dejo de jugar van a matarme. ¿Matarte? Responde Alejandro. Mateo pone los ojos en blanco y exclama, matarme
en el juego, papá. Alejandro larga una risa incómoda y dice, ah, claro. Bueno, solo quería saludarte y avisarte que tus abuelos vienen a cenar hoy. Mateo responde. ¿Los abuelos?
Genial, siempre traen regalos y yo necesito una computadora nueva. Alejandro lo mira con desaprobación y pregunta, ¿no te parece que una computadora es demasiado cara para pedírsela a los abuelos? Sin sacar los ojos de la computadora, Mateo dice, entonces, ¿puede ser mi regalo de cumpleaños? Realmente la necesito. Esta computadora anda lentísima.
Es el turno de Alejandro de hacer oídos sordos. Se despide con un veremos, veremos, y huye de la habitación de Mateo.