Disculpa que no te esperé dentro, pero no tenía ganas de entrar al trabajo en mi día libre, ¿sabes? Dice Valentina. Además, no quería que se hicieran la idea equivocada. Claro, responde Manolo, sin tener demasiado claro cuál es exactamente la idea equivocada. Bueno, dime, entonces, ¿a dónde vamos?
Supongo que es mejor si es una sorpresa, contesta Valentina juguetona. ¿Confías en mí? Por supuesto, responde Manolo. Valentina comienza a caminar, toma la calle que bordea la playa del hotel y avanza por allí durante unos minutos. Pronto, Manolo se da cuenta de que están subiendo.
Siente la inclinación en sus muslos y en sus pantorrillas. A su izquierda, la playa se oculta detrás de unas rocas. Valentina sigue caminando hasta que, sin explicación, gira hacia la izquierda, colándose por una grieta entre las rocas. Del otro lado, Manolo vislumbra un acantilado y después el mar. Hey, ¿a dónde vamos?
Pregunta Manolo mientras la sigue. ¿Qué hay? Manolo se interrumpe cuando ve una silueta humana precipitarse hacia el agua. El movimiento lo sorprende e incluso lo asusta. Es una caída, después de todo, y una caída desde gran altura.
Tarda unos segundos en entender lo que acaba de ver. Sin embargo, la caída hasta el agua es tan larga que Manolo puede poner su impresión en palabras antes de que la silueta se zambuya en el agua, sin apenas salpicar a su alrededor. Un clavadista, piensa Manolo, justo cuando el sonido del golpe contra el agua llega a él. Gorra, cap, juguetón, juguetona, playful, muslo, tite, pantorrilla, kaf, grieta, crack, acantilado, cliff, asustar, tos care, caída, full, zamullirse, tu dive, salpicar, tu splash, clavadista, diver. Capítulo 131.
¿Confías en mí? Valentina espera en la calle, en la entrada del hotel. Tiene un short de jean, una playera sin mangas, un abrigo liviano y una gorra. No se parece en nada al uniforme del hotel. Disculpa que no te esperé dentro, pero no tenía ganas de entrar al trabajo en mi día libre, ¿sabes?
Dice Valentina. Además, no quería que se hicieran la idea equivocada. Claro, responde Manolo, sin tener demasiado claro cuál es exactamente la idea equivocada. Bueno, dime, entonces, ¿a dónde vamos? Supongo que es mejor si es una sorpresa, Contesta Valentina juguetona.
¿Confías en mí? Por supuesto, responde Manolo. Valentina comienza a caminar, toma la calle que bordea la playa del hotel y avanza por allí durante unos minutos. Pronto Manolo se da cuenta de que están subiendo. Siente la inclinación en sus muslos y en sus pantorrillas.
A su izquierda, la playa se oculta detrás de unas rocas. Valentina sigue caminando hasta que, sin explicación, gira hacia la izquierda, colándose por una grieta entre las rocas. Del otro lado, Manolo vislumbra un acantilado y después el mar. Hey, ¿a dónde vamos? Pregunta Manolo mientras la sigue.
¿Qué hay? Manolo se interrumpe cuando ve una silueta humana precipitarse hacia el agua. El movimiento lo sorprende e incluso lo asusta. Es una caída, después de todo, y una caída desde gran altura. Tarda unos segundos en entender lo que acaba de ver.
Sin embargo, la caída hasta el agua es tan larga que Manolo puede poner su impresión en palabras antes de que la silueta se zambuya en el agua, sin apenas salpicar a su alrededor. Un clavadista, piensa Manolo, justo cuando el sonido del golpe contra el agua llega a él. Nos vemos allí.