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Y ahora, empecemos. Capítulo cinco, aceptar el cambio. Manolo piensa en lo que dijo Angélica. Sabe que tiene razón. La industria es muy cruel con las actrices.

Apenas hay roles para mujeres después de los cuarenta, y prácticamente ninguno es protagónico. ¿Qué edad tendrá Angélica ahora? Piensa Manolo mientras hace algunas cuentas mentales. No menos de cuarenta y ocho años. No debe ser fácil aceptar el cambio, pero es verdad que hace por lo menos diez años que no hace algo importante.

Es injusto, Angélica, dice entonces Manolo, es realmente injusto. ¿Verdad? Responde Angélica. ¿No te gusta tu personaje aquí? Pregunta Manolo.

Soriana Arrigoria Pérez, esposa de Eduardo Arrigoria Pérez, y, por tanto, madrastra de su hija no reconocida Camila. Una villana total. Es mala de verdad, una mala de película, ¿o no? Angélica ríe un poco. El personaje está bien, dice Angélica.

No voy a mentirte. Lo acepté porque me parecía divertido. Además, pensé que, después de tantos años sin hacer nada, un desafío así me vendría bien, y me gustaba que fuera de época. Siempre me fascinó la Acapulco de los años sesenta, con todas esas estrellas de cine vacacionando por aquí. Pero ahora es difícil, eso quiero decir.

Manolo se acomoda contra la puerta. Ve a un par de empleados del servicio de limpieza pasar por el pasillo del hotel. Llevan un carrito con ropa para la lavandería. Yo tampoco quería estar aquí, ¿sabes? Dice Manolo de pronto.

Yo estudié en la CCC, el Centro de Capacitación Cinematográfica de Ciudad de México. Quería hacer cine en serio. James Cameron, Tarantino, Scorsese, Sicuarón e Iñarritu pudieron. ¿Por qué yo no? Pero a mi edad Iñarritu ya había filmado detrás del dinero.

Y mientras tanto, yo estoy aquí en Acapulco ayudando a filmar un culebrón del que ni siquiera entiendo bien la trama. Apenas, verly, cuenta, math operation. Injusto, injusta, on fair. Villano, villana, bailan. Desafío, challenge.

De época, period peace. Vacacionar, to go on vacation. Acomodarse, to make one self confortable. Culebrom, sopera. And now, let's listent a story one more time.

Capítulo cinco, aceptar el cambio. Manolo piensa en lo que dijo Angélica. Sabe que tiene razón. La industria es muy cruel con las actrices. Apenas hay roles para mujeres después de los cuarenta, y prácticamente ninguno es protagónico.

¿Qué edad tendrá Angélica ahora? Piensa Manolo mientras hace algunas cuentas mentales. No menos de cuarenta y ocho años. No debe ser fácil aceptar el cambio, pero es verdad que hace por lo menos diez años que no hace algo importante. Es injusto, Angélica, dice entonces Manolo.

Es realmente injusto, ¿verdad? Responde Angélica. ¿No te gusta tu personaje aquí? Pregunta Manolo. Soriana Arrigoria Pérez, esposa de Eduardo Arrigoria Pérez, y por tanto madrastra de su hija no reconocida Camila, una villana total.

Es mala de verdad, una mala de película, ¿o no? Angélica ríe un poco. El personaje está bien, dice Angélica. No voy a mentirte. Lo acepté porque me parecía divertido.

Además, pensé que, después de tantos años sin hacer nada, un desafío así me vendría bien, y me gustaba que fuera de época. Siempre me fascinó la Acapulco de los años sesenta, con todas esas estrellas de cine vacacionando por aquí. Pero ahora es difícil, eso quiero decir. Manolo se acomoda contra la puerta. Ve a un par de empleados del servicio de limpieza pasar por el pasillo del hotel.

Llevan un carrito con ropa para la lavandería. Yo tampoco quería estar aquí, ¿sabes? Dice Manolo de pronto. Yo estudié en la CCC, el Centro de Capacitación Cinematográfica de Ciudad de México. Quería ser cine en serio.

James Cameron, Tarantino, Scorsese, Sicuarón e Iñarrizu pudieron. ¿Por qué yo no? Pero a mi edad Iñarrizu ya había filmado detrás del dinero. Y mientras tanto, yo estoy aquí en Acapulco ayudando a filmar un culebrón del que ni siquiera entiendo bien la trama. Nos vemos allí.

Podcast: StoryLearning Spanish
Episode: Season 4 - Episode 5. Aceptar el cambio