Donald Trump ya habló con Vladimir Putin sobre la tregua que pactó con Volodymyr Zelensky hace unos días. Pero en el frente ucraniano, lejos
de las mesas de negociación, los soldados no se creen que Rusia vaya
a cumplir con lo pactado. De hecho, 1 de los creen que Rusia vaya a cumplir con lo pactado. De hecho, 1 de los compromisos del presidente ruso tras esa charla, el de no atacar infraestructuras energéticas, lo incumplió pocas horas después de colgar la llamada con Estados Unidos. Soy Silvia Cruz La Peña. Hoy en El País, ¿por qué los nuevos reclutas ucranianos no hablan de paz?
Lola, ¿dónde los grabaste y qué son estos disparos que estamos escuchando?
Pues, los disparos provienen de armas de paintball, que son tiros de mentira. Los soldados de la nueva unidad de asalto estaban recibiendo un entrenamiento en lo que un día debió ser un pueblo cerca de Eslobiansk, pero donde ahora, la verdad, solo quedan casas en ruinas totalmente destrozadas por bombardeos.
Lola Hierro, compañera de la sección de internacional enviada especial a Ucrania. Lola, sé que pudiste hablar con algunos de los miembros de esa unidad, pero cuéntame un poco más qué es lo que viste allí.
Pues, mira, el grupo de soldados con el que estuve provenía de otras brigadas en las que no habían tenido que enfrentarse, por ejemplo, a defender cuerpo a cuerpo una posición. Entonces, lo que estaban haciendo en ese momento era un ejercicio en el que ella y se dividían en 2 bandos, el amarillo y el azul, como la bandera de Ucrania, como los colores de la bandera, y se diferenciaban unos de otros, pues, por una con unas tiras de cinta americana, de esos colores que llevaban enrolladas en el brazo. Entonces, un equipo se metía en unas casas en ruinas y se escondían por allí y tenían que defender esa posición. Y el otro bando tenía que entrar y conseguir echarles de allí y quedarse con con el fuerte, por así decirlo. Entiendo.
Y de allí y quedarse con con el fuerte, por así decirlo. Entiendo.
Luego, en
la vida real tendrán que enfrentarse a situaciones así, pero con fuego de verdad y contra tropa rusas.
Lola, lo llamativo, como contabas tú en un reportaje publicado en la sección de Internacional, es que una de las cuestiones en las que lleva insistiendo Vladimir Putin para llegar a un acuerdo de paz es que se desmovilice el ejército ucraniano. Pero tú me estás hablando de una unidad nueva, agente que están formando para poder atacar.
Sí, Zulvia, es que desde el terreno en el frente esa tregua no se ve tan clara. Ya. Y sostienen que si ellos dejan de entrenar y de prepararse, Rusia lo va a aprovechar, va a aprovechar esa debilidad para atacar con más fuerza. De hecho, como me contaba así, del nombre en clave del subcomandante de esta nueva unidad de asalto es que la unidad es supernecesaria. La han formado con militares que han traído de otras brigadas, pero también han movilizado a otros que estaban en la reserva.
Y, bueno, de todo esto hablé con el comandante Sid mientras los soldados entrenaban. Él me hablaba sobre todo de de la dirección que ellos están defendiendo, entre 2 ciudades muy asediadas en los últimos meses, que son Chessibillar y Toretsk, en en Donieska. Lo que me estuvo contando también es qué les iban a enseñar a estos soldados de infantería y cuáles van a ser sus tareas cuando les enfrentarse a una ofensiva rusa de verdad. Pero no solo eso, también van a tener que familiarizarse con pasar muchas noches de guardia, afrontar el frío, realizar tareas de observación y vigilancia. Es que, como te decía, Silvia, coinciden en que no confían en que Putin vaya a respetar ningún alto el fuego.
Ya. Y, bueno, la prueba es que justo después de hablar con Trump, Putin realizó nuevos ataques a infraestructuras energéticas, que es 1 de los puntos que se hicieron públicos tras la charla, pero también a infraestructuras civiles. Esta esta esta esta noche ha sido muy muy intensa en cuestión de de bombardeos. Y luego aquí me decía el subcomandante Zid que él recuerda muchos acuerdos pasados que Rusia nunca cumplió, y que aunque retiraran sus tropas de Ucrania, eso no quiere decir que no vayan a seguir amenazando a Ucrania, y que por eso cree que tienen que seguir preparándose como lo han hecho hasta ahora. Ya.
Él avisa, dejar de formar reclutas no está en sus planes, que no se van a ir de picnic a descansar, me dijo literalmente.
Está muy claro, Lola. Eso es lo que te contaba un mando del ejército. ¿Tú pudiste hablar con soldados de esa unidad?
Sí, hablé con unos cuantos, por ejemplo, con Todor, que se unió al ejército cuando recibió en su casa la notificación oficial de que le tocaba. Le hacía una famosa carta. Todor tiene 48 años, era fontanero en su vida civil y procede de Kolomilla en la provincia de Ivanofrankivsk, en el oeste de Ucrania. Sí. Él me contaba que, bueno, estaba cansado porque los entrenamientos de estos últimos días habían sido muy duros, pero bueno, que más allá de eso se encontraba bien,
no tenía mayor problema.
¿Y qué piensa él de todo esto que estamos hablando, Lola, él, que acaba de llegar al ejército?
Tampoco se fía de que el Alto del Fuego vaya a
durar.
Y luego mira lo que dice sobre si cree que Ucrania debe ceder territorios a Rusia o luchar hasta el final. Él prefiere contestar que lo principal es que la gente no muera, y que aunque lo mejor sería para él también, por supuesto, que la guerra parase
Claro.
No lo ve realista porque Rusia no parará y hay que seguir luchando. Es que siempre es el mismo mensaje. La opinión de todo es la mayoritaria entre los soldados, pues, por preferir, ojalá se pudieran volver todos a su casa. Ya. Pero lo ven una utopía, y luego además la mayoría, no todos, pero la inmensa mayoría se niega a ceder territorios ocupados.
Muchísimos militares alegaban que
es que
si los ceden, entonces, pues que no habría servido de nada el sacrificio de los compañeros que han muerto defendiendo Ucrania.
Ahora vamos a seguir escuchando a esos soldados que entrevistaste, Lola. Dame un momento, enseguida volvemos.
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Estoy con Lola Hierro, enviada especial a Ucrania. Lola, me estabas contando tu experiencia con la nueva unidad de asalto de la brigada 93, de lo que te contaban soldados y mandos que están al frente, y que siguen formándose y preparándose porque no creen que la tregua, si es que se cumple, vaya a ser duradera.
Sí, Silvia, y tanto es así que, a pesar del cansancio de más de 3 años de guerra y de que cada vez hay menos reemplazo, hay quienes aún se presentan voluntarios y convencidos, como Vitali, un granjero de 43 años procedente de Harkie. Él lleva 5 meses en el ejército y dice que mantiene el ánimo alto y cuando le preguntó por qué se ha unido
contesta
que esta es su tierra y que debe seguir siéndolo, y que él piensa luchar para defenderla.
Él está fuerte, claramente, acaba de llegar, pero Lola, recuerdo que en un episodio anterior hablábamos de las ganas de muchos soldados y también de civiles de acabar con esta guerra como fuera, que si tenía que ser Trump el artífice, que lo fuera. Ahora escucho a Vitali y noto como una energía renovada, efectivamente. ¿Es así? ¿Crees que esta nueva fase ha dado fuerza a algunos o es un caso aislado el de este soldado?
Es una cuestión muy personal de cada 1, diría yo. Si le preguntas a alguien que haya sido reclutado por la fuerza, pues no te va a hablar de motivación. Ya. Yo diría que más que nada es una cuestión de orgullo, porque todos quieren que la guerra acabe. A nadie le gusta estar así, pero no quieren que Rusia les quite su país y creen que solo por la fuerza se va a poder parar a Putin.
Pero vamos, el biotranstancia es evidente, eso es así, y entre las propias filas del ejército también hay quien no quiere más guerra, y piensan que lo realista no es, como piensan unos, acabar con Rusia por la fuerza, sino que no se puede hacer más porque el ejército ruso es muy superior y porque por la fuerza nunca lo van a vencer.
Entiendo.
Claro, una cosa es que sea su tarea, otra es que no crean que ya ha sido suficiente. Es el caso de Dimitri, por ejemplo, también soldado de esta nueva unidad de asalto de la brigada 93 de de la que estamos hablando. Dimitri tiene 28 años, es de Járkov y llevan al ejército desde desde 2015 y ha visto mucho ya. Él antes estaba en una unidad de defensa en Zarco. Y, bueno, los años se notan en él, para empezar, porque físicamente aparentaba 20 años más, que se nota se notaba que es perro viejo en esto.
Porque, a pesar de tanta lucha, Dimitri me habló de 2 opciones, volver a casa, que es lo que él prefiere, obviamente, y una segunda opción que le parece poco realista, que es victoria o muerte.
Guau. Entiendo, Lola. Él es un soldado, lleva una década en el ejército, como me decías, pero llegados a este punto no tiene esa energía que mostraba, por ejemplo, Vitali, ¿no? Hace un momento.
Es que quizá tenga más información, él ya ha visto mucho en el frente y saca otras conclusiones, Pero sí, a pesar de ser un soldado, esta opción de victoria o muerte, en su caso, no la contempla. Lo que dice Dimitri es distinto de lo que escuchábamos antes de Boca de Todor, que decía que le gustaría que esto parase, pero que hay que seguir. Dimitri está cansado. Para él, Ucrania ya ha perdido demasiadas vidas humanas por defender el territorio.
Son
distintos pareceres, Lola, dentro de una misma unidad militar, distintas realidades, también las de cada 1 de ellos, y te agradezco una vez más que nos traigas sus voces y poder escuchar cómo se vive la posibilidad de una paz en Ucrania desde el frente, bastante lejos de los políticos y las mesas de negociación. Gracias, Lola.
Gracias, Silvia.
Este episodio lo ha diseñado Nicolás Chavertidis. La edición es de Ana Rivera. Yo soy Silvia Cruz La Peña, y he dirigido este episodio de Hoy en el país, realizado con Lola Hierro. Gracias por escuchar.