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Dicen que las comparaciones son odiosas, pero, a veces, dan coincidencias o semejanzas tan llamativas que medirlas resultan interesantes para saber qué se puede hacer mejor en

el

futuro. Es lo que se le ocurrió a una compañera de la sección de narrativas visuales del diario, Yolanda Clemente, que comparó cómo se habían gestionado los incendios que asolaron Los Ángeles entre enero y febrero pasados con los que quemaron la Sierra de la Culebra en Zamora el verano de 2022. Soy Silvia Cruz La Peña. Hoy en el país de Zamora a Los Ángeles. ¿Qué se puede aprender de la gestión de sus incendios?

Escuchas 1 de los incendios forestales que entre el 7 de enero y el 1 de febrero dejaron 29 muertos, quemaron 22000 hectáreas en California, Los Ángeles, y dejaron 16000 edificios destruidos. Al fuego, que afectó al área metropolitana de Los Ángeles y a las regiones circundantes, se sumó una de las peores tormentas de viento de los últimos años. Baja humedad y la sequía prolongada que sufría la zona desde hacía meses agravaron una situación que dio la vuelta a un mundo acostumbrado a ver esa zona en las noticias por las mansiones, muchas, de celebridades de los ángeles, está libre de las consecuencias de unos incendios que ya no solo ocurren en verano. Y por todo eso, tengo hoy aquí a 2 personas que saben bastante de todo esto. También, de que los incendios, desgraciadamente, ya no es seguro que no ocurran en invierno.

Yolanda Clemente, compañera de El País de la sección de datos y narrativas Hola.

Hola, Silvia, ¿qué tal?

Juan Navarro, colaborador de El País, sobre todo en tu tierra, Castilla y León, y autor de Los rescoldos de la culebra, un libro en el que narras los incendios que ocurrieron en Zamora en el año 2022. Hoy me atiendes desde tu tierra, precisamente, por teléfono. Juan, ¿cómo estás?

Hola, Silvia.

Os invito hoy a los 2 porque, ya con el fuego apagado, es hora de hacer balance, un balance tranquilo, y porque hace unas semanas Yolanda puso un mensaje en la red social x que se viralizó porque comparaba el fuego de California con los de la que también es su tierra, esa sierra de la Culebra en Zamora, que ya hemos mencionado. Yolanda, ¿por qué hiciste esa comparativa?

Bueno, pues, como has comentado, trabajo en el periódico, en la sección de narrativas visuales, y en mi sección tratamos de visualizar y dar contexto a las historias que ocurren. A principios de enero, los incendios de California nos llamaron la atención, en gran parte por el poder visual que tenían todas las imágenes que nos llegaban desde allí, y también por lo extraño de ver esos incendios fuera de época, en enero, pero nos sorprendió más todavía cuando buceamos en las cifras. Se habían quemado un total de 20000 hectáreas, y yo, que no puedo evitar tener siempre Zamora en la cabeza, me acordé de los 2 incendios que arrasaron la Sierra de la Culebra hace casi 3 años. Comparé las superficies y de ahí nació el tuit y la comparación de la que hablabas. Pero más allá de la superficie, me pareció que eran situaciones similares, pero sorprendentes por la distancia que las separa y kilómetros en situación.

Háblame de esos datos, háblame de las cifras, Yolanda.

Como decíamos antes, en los incendios de principios de año en California se quemaron más de 20000 hectáreas, y los datos preliminares del departamento de bomberos han confirmado 29 muertos. Y en el peor momento de los fuegos, 180000 personas tuvieron que

salir de sus casas. En Zamora

se quemó 3 veces más de lo que se ha quemado en California. Wow. En Zamora se quemó 3 veces más de lo

que se

ha quemado en California. Teniendo en cuenta que el condado de Los Ángeles y la provincia de Zamora casi tienen la misma extensión, los fuegos de 2022 en Zamora se llevaron por delante el 6 por 100 de la provincia, mientras que en Estados Unidos han arrasado un 1.5 por 100 del condado.

Juan, voy contigo. Estaba diciendo Yolanda con razón que hacer comparaciones, en este caso, es complicado, porque hablamos de sitios muy diferentes, ¿no?

No hay color, no hay nada que ver. Es evidente que las mayores diferencias las encontramos en población. ¿Por qué? Porque en Los Ángeles y la periferia viven casi 10000000 de personas, 10000000, mientras que en la provincia Zamorana solo resisten 166000 personas, menos, por comparar, que los evacuados en California en los peores momentos de los incendios. Pero, también es verdad, más allá de estos datos, también nos hemos dado cuenta de que, de fondo, hay un contexto común de cambio climático y que también debemos evaluar las políticas públicas sobre prevención de incendios.

Venimos diciendo, precisamente, que una de las cosas particulares de esta noticia de Los Ángeles era que el incendio ocurrió en invierno. ¿Cómo está la situación en España, Juan? ¿Cuánto se ha quemado este invierno en España?

Pues, de momento, este año hemos librado. En Cantabria ha habido algún caso, hemos tenido algunos conatos, muchas veces provocados, también te digo, por ganaderos, para ganar pasto y aprovechar los días de viento del sur. Ya. También hubo algún amago en Castellón, pero incendios serios, lo que se dice serios, no hemos tenido. 2024.

Según la agencia estatal de meteorología, fue extremadamente cálido, con una temperatura media de 15 grados, 1 coma un grados, más que la media anual de 1991 a 2020. Fue el tercer año más cálido desde 1961, por detrás de 2022, el año de los incendios de Zamora, y 2023. La EMET ha definido este pasado invierno, que ya dejamos atrás, como cálido y seco. O sea, las temperaturas no solo suben en verano, y, aunque fue un año húmedo, la precipitación acumulada fue inferior a 75 por 100 de lo normal en el sureste peninsular y Canarias. Me acuerdo de que en 2022 el pastor Victoriano Antón, que falleció en la Sierra de la Culebra, lo entrevistaron meses antes del fuego, y entonces habló de las claves del fuego en las zonas rurales, falta de agua, bosques descontrolados, pérdida del sector primario por la despoblación, y es verdad que él lo vio venir y todavía hoy me sigue estremeciendo cómo él mismo narró el escenario en el que iba a morir.

Que la que sea buena esta primavera, el arte que lleva, ni hay rocío, ni hay nada, porque la ¿está todo seco?

Sí, está todo seco. Claro. La tenemos clara,

pues No, una primavera ruin y mala es esta. Eso está hecho. Claro. Si hombre, a estas alturas que estamos casi a la mitad de abril y no hay primavera ni hay nada, ¿cuándo cuándo esperamos? Después se mete el calor, cuando se mete el calor

Victoriano murió solo unos meses después de advertir sobre lo mal que estaba

el campo. Este arroyo, que está a estas alturas de la primavera

Voy a acabar, pero a

final de la primera vez se descorreo

que se mata todo eso.

Bueno, pues este año está prácticamente semiseco.

Seco, claro, perfecto, José.

Escuchábamos ahora algunos de los vídeos que se compartieron esos días en los que el fuego mató a Beleriano, como decías Juan, vídeos de vecinos desesperados. Yolanda, quería preguntarte, ya que te tengo aquí y eres de allí, ¿qué sentiste aquellos días que el fuego rodeaba tu tierra, vuestros pueblos?

Aún escuchar los audios de aquellos días pone la piel de gallina a cualquiera

que lo

viviera. Recuerdo la sensación de impotencia que recurría a toda la comarca, porque parecía que el fuego era imposible de parar. Aquellos días sentías el calor, el viento, el humo, pero, sobre todo, el abandono. No era una sensación nueva, es una tierra que apenas genera noticias que no salen los periódicos que sus habitantes sienten que no le importan a nadie, sobre todo a los políticos.

Este audio que escuchábamos es de la visita del presidente de la junta Alfonso Fernández Mañeco, del Partido Popular, una visita a la Sierra de la Culebra tras el primer incendio. En el segundo, no volvió. Yolanda vista la reacción

en Estados Unidos y ya con tiempo para analizar la actuación de Castilla

y León, ¿cómo la comparamos en este aspecto? La comparamos en este

aspecto? Bueno, los números hablan. En las primeras semanas después de los incendios en California, el gobernador Gavin Newson ha tomado medidas para acelerar la reconstrucción. Ha decretado una moratoria de paropo de impuestos hasta octubre y ordenado al fiscal general impedir la escalada abusiva en los precios de rentas y de hoteles. Además, ya en enero los congresistas de Estados Unidos preparaban una ley de una inyección de unos 500002000 de dólares para ayudar a la recuperación de la ciudad.

Igual que lo que pasó en Castilla y León, ¿verdad, Juan?

Igualito, Yolanda. Mira, de hecho, solo se parecen en los bulos. Aquí también se intentó culpar a los otros. Primero, la junta denunció una supuesta campaña para quemar Castilla y León, luego que lo demos montado, y después se acusó al ecologismo radical. Aparte, hay una frase que perseguirá eternamente al consejero de medio ambiente.

Mantener el operativo de incendios todo el año es absurdo y un despilfarro, dijo Juan Carlos Suárez Quiñones en una entrevista al diario de Valladolid en 2018. Ahora vienen los datos. Castilla y León destinó en 2022 65000000 de euros para gestionar los incendios forestales. ¿Esto es mucho o poco? La junta invertía 13 coma 65 euros por hectárea al año.

Otras regiones dirigidas por el PP, como Galicia o Andalucía, multiplicaban las inversiones ese mismo ejercicio. Los gallegos concedían 88 coma 2 euros por hectárea forestal, los andaluces 39.2, mucho más que en Castilla y León.

Empiezo a ver el sentido de esta comparación, ahora seguimos hablando los 3, enseguida volvemos.

No es lo mismo ver las noticias que ser quien las cuenta, tampoco es lo mismo leer una exclusiva que ser quien la consigue. Por eso, el máster de periodismo de El País te enseña el periodismo ejerciéndolo. Fórmate con periodistas en activo en las instalaciones de El País o la Cadena SER. Apúntate en la primera convocatoria hasta el 2 de julio, El País.

Estoy hablando hoy con Yolanda Clemente y Juan Navarro sobre una comparación no exacta, pero con muchas coincidencias entre los incendios que asolaron California este invierno y los de Zamora de 2022. Me hablabas, Juan, de que en los meses fríos ya no va a ser tan raro ver estas desgracias y de que hay que mantener el operativo, y esa es otra de las preguntas que plantea este episodio. ¿Dónde están esos operativos en invierno?

Efectivamente, hacen falta esos recursos, inversión en prevención, dispositivos de bomberos con buena formación y en número suficiente, porque muchas veces, ¿de qué sirve tener bomberos si no están bien formados? Los bomberos están trabajando, sí, pero no siempre a pleno rendimiento porque no hay muchos contratados. Silvia, escucha a este bombero que nos contó cuáles son sus tareas aunque no estén apagando juegos como tal y vamos a llamarle Manuel, porque no es su verdadero nombre.

Pues cuando no hay incendio, no estamos entrenando para incendio temas de tendidas de manguera, embarques y demás. Lo que hacemos es tareas preventivas en monte. Normalmente, estamos desglosando caminos, desglosando fajas auxiliares para que estén limpios de vegetación y cuando lleve los incendios se se sirvan tanto de de vía de acceso como son, tanto como de discontinuidad horizontal, donde poder tener alguna oportunidad para la para la extinción. Aparte de los desgloses, también se se hace podas, hace apeos de árboles muertos. Tenemos también, ahora desde hace unos años, labores de divulgación ambiental, de concienciación con con charlas en colegios, vamos, enseñamos el material, el equipo a los niños les explica quiénes somos, lo que hacemos, también los agentes medioambientales van, dan una charla sobre el operativo, sobre la importancia de la de la prevención, de la extinción, de los riesgos del del fuego, y, bueno, está está bastante bien.

Juan, además de un nombre falso, le hemos distorsionado la voz porque teme represalias, de quién y por qué.

Te explico, la junta controla mucho los retenes y, como son campañas anuales y muchos dejan de trabajar en septiembre hasta el año que viene, saben perfectamente quién habla o quién se queja, y luego, pues le aplican represalias. El que pía se expone a que no lo llamen en la siguiente temporada de incendios o que les hagan faenas, los cambien de base o de provincia o puñetas varias. Mira, te pongo un ejemplo. Hace un par de años, después de los incendios, visité las instalaciones de los bomberos en Viareciervos, ahí donde la sierra de la Culebra, y al poco, porque hubo fotos, testimonios, los castigaron durante un mes sin cambiar los días de libranza.

Ya entiendo. Pues volvamos a esos recursos, precisamente, que reclaman, y poniendo el ejemplo más cercano, el de Zamora, ¿qué necesitarían los profesionales que no se les está dando?

Vamos a los números. La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales calcula que a pagar una sola hectárea cuesta unos 6000 euros. Entonces, las labores de julio en 2022 en la Sierra de la Culebra hubieran requerido unos 180000000, más o menos. Los sindicatos calculan que regenerar las áreas carbonizadas cuestan otros 150000000 de euros, muchísimo dinero. Tras el incendio de los acio, el segundo, Mañuel comprometió 35000000 para ayudar a las zonas más dañadas.

La junta, por otro lado, ha destinado desde 2022 hasta abril de 2024 53 coma 7000000. O sea, la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales calcula que una hectárea cuesta de apagar y regenerar unos 6000 euros, y de momento la junta ha destinado algo menos de 1000 por hectárea abrasada en aquellos incendios.

Ya veo.

Bueno, Juan, es que comparar California con Zamora deja bastante en evidencia los recursos de Castilla y León. En California había, apagando el fuego de Los Ángeles, unos 15000 bomberos y 2000 guardias nacionales, además de bomberos privados. En toda Castilla y León hay algo menos de 5000 bomberos entre los de la Junta y los subcontratados. En ambos incendios de Zamora en 2022 colaboraron la UME, Efectivos de Cantabria, Galicia, Portugal, Castilla La Mancha, Extremadura o la Comunidad de Madrid. Wow.

Mira, Silvia, en el primer incendio había momentos donde solo el 20 por 100 del operativo era autonómico y, pese a los avisos, se mantuvo el nivel medio de peligrosidad.

¿Y eso qué quiere decir?

Pues que hay una menor movilización de retenes. Ya. Mira, Silvia, en 2024, el verano pasado, de los casi 5000 efectivos desplegados en Castilla y León, la mitad eran subcontratados.

¿Juani aprendió algo vuestra comunidad autónoma?

Bueno, pues, tras los fuegos aumentó la cantidad destinada a la gestión forestal, de 65000000 a 85 para 2025, con la idea de ir subiendo en años posteriores. Eso sí, los bomberos dicen que bienvenido sea ese extra, pero es que las condiciones apenas cambian. La formación sigue siendo escasa y hay cosas que no terminan de funcionar. Por ejemplo, se quejan de la retirada de torres de vigilancia para poner cámaras ineficientes. Hemos preguntado a varios bomberos y afirman que es que son poco útiles.

Yolanda, Juan, vamos para ir acabando al después del incendio. En California todavía es pronto para ver las consecuencias y para ver cuáles son los remedios y cuáles funcionan, Pero en Zamora, Yolanda, ¿qué se ve a pie de sierra?

Bueno, han pasado casi 3 años, y lo más curioso es que la sierra ahora se ve verde. Hace un año, una amiga que no conocía la zona pasaba por allí, y me decía sorprendida que le extrañaba no ver todo negro y lleno de cenizas. El campo, por suerte, se regenera muy rápidamente, pero para quien conocía la zona antes, nada es lo mismo. Sentimentalmente es terrible, pero es mucho más que eso. Hay negocios de recogida de setas que han tenido que cerrar, colmenas que antes daban miel, que han tenido que ser trasladadas a otras zonas no quemadas.

Las heridas en la sierra y en su tejido económico siguen presentes en cada paso. Pero Silvia escucha a Inoa Sánchez, de La Culebra no se calla, una asociación que reclama mejoras para la comarca afectada por el fuego.

Se nos prometió un plan de 4000000 de euros en 10 años y, aunque ya, de por sí, es una cantidad ridícula para la magnitud del desastre, lo que estamos viendo peor es que hace poco sacaron una partida que de 276000 euros para gastar y destinar a monte de utilidad pública. Y esto, de verdad, es una burla. Además, esa cantidad debe repartirse entre 9 ayuntamientos y 2 entidades locales menores. Pero la incertidumbre no solo afecta a nuestros montes, el futuro de nuestras comunidades está en el aire, porque no solo incumplen las promesas de generación, sino que tampoco incentivan que la gente venga a vivir aquí. No hay proyectos para generar empleo, no hay planes de vivienda que faciliten a los jóvenes que se queden.

Y eso lleva a una pregunta que muchos aquí hacen con mucho miedo. ¿Quieren que nos vayamos?

Se pregunta Ainhoa si alguien quiere que se vayan de allí. Hasta ese punto llega la sensación de desatención que tienen en la zona, ¿no? Yo quería preguntaros a los 2 antes de acabar y por seguir con esa comparación que estamos haciendo entre Zamora y Los Ángeles, ¿qué papel juega la despoblación en la atención que han recibido? Las personas que han sufrido ese incendio que, como decías, Yolanda, por ejemplo, no reconocen su tierra.

Bueno, es que la despoblación es 1 de los mayores problemas de Zamora. Allá apenas nacen niños, y aunque es verdad que cada vez más jóvenes tienen ganas de volver a sus raíces y de huir de las grandes ciudades, la mayoría emigran para buscar mejores oportunidades laborales. Eso hace que el campo esté abandonado, y los campos abandonados en los que no se hace una gestión forestal activa solo pueden arder salvajemente en cuanto salta una pequeña chispa.

En este punto tengo una duda, Yolanda, porque ciertamente habéis explicado muy bien lo seco que ha sido este invierno, pero también es verdad que mientras estamos hablando, ahí fuera está lloviendo, mientras estamos grabando este podcast. ¿Eso podría hacer que no viviéramos ni viéramos escenas como las de la culebra este verano?

No, para nada. Después de la lluvia, lo más previsible es que el campo florezca salvajemente y, con una ola de calor, se puede convertir en combustible para los incendios. Ojalá no, ojalá no tener que volver a ver lo que ocurrió en 2022. Pero los lugareños ya comentan cuando se reúnen en cualquier bar de la zona, hay mozas, se nos quemó media sierra, pero se nos acabará quemando la otra mitad. Ya.

Pero, claro, si comparamos esta zona con la zona afectada en Los Ángeles, no tiene nada que ver. En la zona afectada por los incendios de California vive mucha gente y vive bien, una demografía que no se parece en nada a la que te acabamos de contar de Zamora. Pero, además, son personas con un nivel económico más o menos alto. No creo que nadie se atreva a no escucharlos a ellos.

Entiendo. Para es sencillo, Silvia, todo es política. Zamora solo aporta 3 diputados al Congreso de los 350 nacionales y 7 procuradores de los 81 autonómicos. Poca gente, poca influencia económica, pocos votos, gente mayor, dura, acostumbrada a penurias, poco dada a quejarse, con poco conocimiento de la asignación de competencias y, sobre todo, el quién es quién para atribuir responsabilidad. Los incendios de la era Sierra de la Culebra tuvieron bombo un tiempo, sí, pero es que ya están políticamente amortizados.

Y, sin embargo, todavía podemos sacar lecciones de esos incendios, lecciones que me habéis traído, muchos datos también, gracias a los 2.

Muchas gracias, Silvia. Gracias, Silvia.

Este episodio lo han realizado Juan Navarro y Yolanda Clemente, la grabación en estudios de Nicolás Chavertidis. El diseño de David Gutiérrez, la edición de Ana Rivera. Yo soy Silvia Cruz La Peña, y he dirigido este episodio de Hoy en el país. Gracias por escuchar.

Podcast: Hoy en EL PAÍS
Episode: De Zamora a Los Ángeles: ¿Qué podemos aprender de la gestión de sus incendios?