Tomasso Coch, compañero de la sección de cultura. Vas a ser el altavoz de tu sección y vas a venir, al menos, una vez al mes para contarme novedades, fenómenos culturales, cosas que no podemos dejar pasar y, por supuesto, algunas recomendaciones también de compañeros y compañeras de tu sección. ¿Qué me traes esta primera vez?
Pues sí, Silvia, estrenamos un este espacio de de actualidad y de recomendaciones culturales, como decías, y como eso, como acabamos de empezar, pues déjame que le digan una cosa a los oyentes. Sí. Pues, ante todo, que es muy importante que nos escuchen, que si no, todo esto no tiene ningún sentido. Y luego, claro, esto se acaba de estrenar, o sea, que pueden mandarnos recomendaciones, sugerencias, críticas, observaciones, insultos mejor no, pero todo lo demás está bien.
Fantástico. Pues vamos con primeras veces y, de hecho, como yo no me he estrenado todavía con la adolescencia, me encantaría que empezáramos por ahí.
Yo, fíjate, tampoco la he visto, pero vamos a ser tipo tú y yo y y nadie más, supongo, o sea, que éramos los únicos 2 que no la han visto. De hecho, cuando yo le pregunté a Natalia qué tema de de series habría que comentar, pues lo tuvo clarísimo, vamos.
Y, de hecho, está aquí Natalia, por eso, Natalia Marcos, compañera que cubre temas de televisión, una experta en series, como hay pocas. ¿Hola? Hola, ¿qué tal? Natalia, cuéntame, ¿qué tiene esta serie para que hasta el Primer Ministro de Gran Bretaña la haya recomendado?
Sí, pues ha sido un boom bastante bestia, porque ha llegado sin tener detrás, además, una gran campaña promocional, sino que primero fueron las críticas, que fueron buenísimas en la prensa, luego el boca a boca, y es un poco como ocurrió con en mi reno de peluche, aunque ahí el fenómeno es verdad que tardó un poquito más en despegar, aquí ha sido instantáneo. De hecho, es la miniserie que más se ha visto en la historia de Netflix en sus 2 primeras semanas, y en Reino Unido ha sido la primera vez que un programa de una plataforma ha sido más visto que los programas de la televisión tradicional. Tampoco diría, en realidad, que nos pillara por sorpresa, porque quienes la vimos por adelantado, como yo, vimos clarísimo que iba a ser una de las series de la temporada. Yo recuerdo, además, que en la newsletter de televisión que mandamos cada
jueves,
la semana anterior a su estreno, cuando yo solo haya visto medio capítulo, ya avisé a los lectores de que apuntaran adolescencia en su agenda y que hablaríamos más de ella y mira, tanto que hemos hablado.
O sea, Natalia, tú me dices que tengo que verla sí o sí, ¿no? Porque a mí te confieso, a ver, yo tengo un hijo de 4 años y me da mucho vértigo, me ha dicho mucha gente, tienes que verla así, pero, no sé, me produce como angustia, si te soy sincero, o sea, ¿de verdad es tan importante?
Sí, es verdad que estoy oyendo mucho eso de que da un poco de miedo ponerse con ella si tienes hijos, pero es una de las cosas que tiene muy buenas adolescencia, y es que destaca tanto por la forma como por el fondo, y que las 2, además, encajan muy bien, tienen sentido juntas. Y, bueno, para quienes no habéis visto la serie, que ya sois pocos, os cuento un poquito. La historia arranca con la llegada de la policía de madrugada a una casa, tiran la puerta, entran dando voces armados, buscan a un niño de 13 años y lo detienen, y los padres están atónitos, no saben qué qué está pasando, él dice que no ha hecho nada, pero se lo llevan a la comisaría, y resulta que está acusado de asesinato, pero, a estas alturas, pues nosotros no sabemos mucho más, y El Espectador va a ir descubriendo poco a poco lo que pasa al mismo tiempo que los padres. Y la serie tiene solo 4 capítulos, de una hora cada 1, y se centra en un punto de vista diferente. El primero es la detención y esos primeros minutos en comisaría, llega el abogado de oficio, explican a los padres y al niño los procesos, se toma muestras de chicos, se le hace un interrogatorio.
Luego, el segundo capítulo tiene lugar unos días después, sigue a los 2 policías mientras preguntan en el instituto del chico y de la víctima, y el tercero salta unos meses adelante y se centra en una charla del chico con una terapeuta, y el cuarto va un poco más adelante aún, y nos enseña un día en la vida de la familia del niño. Lo más interesante de todo esto son los debates y las reflexiones que ha que ha despertado. Se tratan temas como la responsabilidad de la sociedad, en estos casos, de los padres o profesores, el entorno, cuando ocurre un asesinato entre niños, el machismo en la adolescencia, la masculinidad tóxica, las redes sociales, la manosfera, el acoso escolar, porque la trama, pues, pronto va mucho más allá de saber si lo hizo o no lo hizo para adentrarse en eso, en los motivos que hay detrás de un
crimen así. Natalia, has dicho que es una serie en la que forma y fondo encajan perfectamente, que tiene de especial la forma.
Eso es otra de las cosas que maravilla de esta serie, que quizás es por la que más hemos entrado en ella, es que cada episodio está rodado en un único plano secuencia. Es decir, la cámara se pone a grabar al principio y esa misma cámara sigue grabando sin parar, sin ningún corte y sin trampas hasta el final, durante una hora.
¿Quién es el el genio o la genia que hizo eso?
Sí, pues, Tomás, el responsable de esto ha sido el director Philip Barantini, que ya había experimentado con el plano secuencia en la película Ayer Beboiling Point. Ya hay varios vídeos explicando cómo se grabó la serie, incluso Netflix ha recopilado todo eso, ya ha hecho hilos en Twitter con las explicaciones, porque para poder hacer eso hay que tener muy planificada toda la coreografía que se va a seguir, por dónde se va a mover la cámara, por dónde van a ir los actores. El plan, han contado que era grabar cada capítulo de principio a fin 10 veces. Wow. Pero algunas tomas las repitieron y, al final, algunos episodios fueron a la toma 15 o 16, o sea, bestial.
Y y dejadme que hable de los actores también. El protagonista es Stephen Graham, que ya lo conocíamos de Boardwalk Empire, de This Is England. La terapeuta es Erin Doherty, que fue la princesa Ana de Inglaterra en The Crown. Y destaca, sobre todo, el niño Owen Cooper, que debutaba en esta serie. Es un niño de 14 años, y el tercer capítulo, el de la terapeuta, fue lo primero que rodaba en toda su vida, y es impresionante.
Madre mía.
Bueno, pues eso, en resumen, mucho ojo con la adolescencia para los premios de tele también este año, que seguro que seguiremos hablando de ella.
De momento, Tommaso y yo la tenemos que ver. Tenéis que verla. Gracias, Natalia. Nada. Tommaso, vamos a pasar al segundo tema, a la segunda recomendación que comparada con el protagonista de adolescencia, me parece que va a ser una primera vez de la que me vas a hablar muchísimo más liviana, ¿no?
La verdad que sí, desde luego. Lo que sí tiene en común es que también de esto se habla muchísimo y también genera bastante miedo. La verdad que prácticamente no hay día ya a estas alturas sin que se hable inteligencia artificial. En la cultura en concreto, mi sensación es que la gran mayoría de creadores están muy preocupadas, en concreto, mi sensación es que la gran mayoría de creadores está muy preocupada, y trae un artista que tiene una idea bastante distinta, ¿no, Ana?
Sí, Refik Anadol no está nada preocupado con la inteligencia artificial, de hecho, es su materia de trabajo. Anadol es un artista turco que vive en Estados Unidos y, desde que es un niño y estaba en el colegio, experimenta con la tecnología y el arte para ver cómo cómo puede cambiar. Su último trabajo se llama Arquitectura Viva y se expone en el Guggenheim de Bilbao.
Para quien no lo sepa, está hablando y está aquí con nosotros hoy, Ana Marcos, especializada en arte en la sección de cultura. Qué alegría me da verte en este estudio, pero cuéntame, ¿qué se puede ver en esa exposición?
Pues, yo tuve la sensación de estar en una especie como de cápsula del futuro. O sea, yo que escribo de arte y escribo de arte contemporáneo, por de estar viendo algo que, tal vez, pueda llegar a pasar. Bueno, en ese momento estaba pasando, pero, sobre todo, que pase más veces. Al entrar en la sala del Museo Gwenheim de Bilbao, una puede pensar que está en una exposición inmersiva más, pero esto es diferente. Anadol lo que ha hecho es ha alimentado ordenadores con 35000000 de imágenes.
La mayoría de estas imágenes son de la arquitectura de Frank Geri, que es el autor del Museo Guggenheim de Bilbao. Y, a partir de aquí, con este material, él y su y su equipo, porque no trabaja solo, trabaja con un equipo de técnicos, empiezan a programar algoritmos con la
inteligencia artificial.
Y lo que hacen estas máquinas, que es lo que creo que lo diferencia de una exposición inmersiva, es que se ponen a soñar los edificios del futuro. Él estaba muy obsesionado con la arquitectura, Y la palabra soñar no es baladí, porque yo que estuve allí unos 20 minutos en la sala, lo que vi no lo vio el siguiente que entró detrás de mí. Es decir, lo que consigue Anadol y sus compañeros y compañeras es que esas imágenes que se generan después de alimentar a las máquinas no se repitan. Entonces, la experiencia es completamente distinta.
Estaba superfascinado con lo que contabas, pero estaba pensando también, o sea, seguro 100 por 100 que esto va a generar polémicas, o a lo mejor ya ha generado polémicas.
Bueno, él genera polémica. Recientemente hubo una exposición, una subasta en Christie's de de piezas de arte hechas con inteligencia artificial, y hubo más de 6000 artistas que mandaron una carta a Christie's quejándose. Cuando yo estuve hablando con él, le pude entrevistar, que él vino a Bilbao para montar la exposición, no me dio tiempo ni a preguntarle. Él ya tiene muy interiorizado este discurso de mi trabajo es ético y sostenible. Ético, que es la primera crítica que se le hace a los artistas que utilizan la inteligencia artificial, es porque asegura que todas las imágenes que utilizó tienen el permiso de Frankgeri, y porque, además, las otras que a las que recurrió venían de lo que él llama bibliotecas de libre acceso, archivos que a lo mejor está en Internet y cualquiera puede utilizar esas imágenes.
Y sostenible, porque hay un debate, pero no solamente en la cultura, sobre el consumo de agua, de energía, que que implica la inteligencia artificial. Él dice que trabaja con una tecnológica como Google, en concreto, con una nube que es más sostenible, y allí en Bilbao me contaron que esta exposición consume tanto como cargar 4 veces el móvil.
Bueno, es poquísimo. Entonces, queda claro que es ético, que es sostenible, pero te quiero hacer la pregunta del 1000000, ¿es arte?
Pues, la verdad es que no tengo una respuesta como absoluta y muy clara, ¿no? Me pasa lo mismo cuando me pongo delante de otras obras de arte, sobre todo, obras de arte contemporáneo. Yo me quedé tan fascinada y tuve la sensación de estar eso, viajando
al futuro y y viendo una arquitectura que nunca había visto, que quiero creer que
esas emociones que sentí que se arquitectura que nunca había visto, que quiero creer que esas emociones que sentí que se parecen o que yo las comparé con las que siento delante de otras obras tradicionales, como, no sé, digamos, un cuadro, pues, de alguna manera, sí me produjo esa emoción que me produce el arte en otros momentos o arte que nunca está cuestionado como una obra de arte.
Una respuesta muy de crítica de arte, ¿te da Tomás eso?
No está entrando a casa. No he visto adolescencia, no he estado en el Googleheim, pero ahora quiero hacer todo eso.
Gracias, Ana. A vosotros. Enseguida volvemos. Hola. Hoy me cuelgo en esta pausa, sí, soy Silvia Cruz La Peña, otra vez, para haceros una invitación.
El lunes, día 7 de abril, a las 6 de la tarde, estaremos en Casa América grabando nuestro primer programa en directo para hablar del segundo mandato de Donald Trump y las consecuencias que ha tenido hasta el momento en su país y fuera de él. La entrada es libre hasta completar aforo. Os esperamos en Casa América. Estoy hoy con Tomás Sococh, de la sección de cultura, dando algunas pistas culturales, sugerencias para el mes de abril. Como es la primera vez que hacemos esto, hemos decidido centrarnos todo lo que podamos en primeras veces.
Verás que ahora habrá alguna más. Bueno, hablamos de libros ahora porque, bueno, pues es es el mes de abril, el mes de Sant Jordi. Sabes que el 23 de abril es el el día mundial del libro. Se celebra desde, bueno, se decidió lo decidió la UNESCO en 1995 que ese día fuera el día del libro, porque es el día en el que del del año en el que murieron Shakespeare, Cervantes y Garcelazuela Vega, aunque en realidad lo de Cervantes realmente murió el 22 de abril, pero le enterraron el 23, bueno, se lo vamos a dar por bueno a la UNESCO. Pero, al lado, todo esto que te cuente de Sant Jordi y Andrea Aguilar, que es nuestra experta de libro que sabe infinitamente más que yo.
Hola, Tomaso. Pues estamos en vísperas del Día del Libro, la fiesta de Sant Jordi que se celebra el 23 de abril y que es una de mis favoritas del año, y es una cita muy, muy importante para la industria editorial española. El año pasado se vendieron 1 coma 9000000 de libros y se facturaron más de 25000000 de euros, y aunque las cifras de venta de libros desde la pandemia aquí en España no han dejado de crecer, está claro que en Sant Jordi las editoriales se juegan mucho, así que estoy cruzando los dedos para
que no llueva. Tomasso, sabiendo lo que sabe Andrea de libros, me interesa muchísimo esta vez saber qué va a regalar ella este Sant Jordi.
Pues nos ha dejado varias recomendaciones. Mira, ahora aquí viene una.
Sí, claro, Tommaso, es que esta fiesta, bueno, más allá de la industria, es una fiesta de lecturas y de lectores, y yo, como tantos otros, ando pensando también qué regalar, porque lo de las flores está más claro, pero con los libros se complica la cosa. Están esos libros que te apasionan y que los compras y se los regalas a todo el mundo, y luego está el otro modelo, cuando desarrollas el algoritmo que llevas dentro y regalas un libro muy, muy personalizado. Yo este año voy a regalar un libro que me apasiona y que tiene mucho que ver con la conversación y con la polémica que ha habido sobre el libro de Luis G Martín. Y y, bueno, el libro que yo voy a regalar se titula El periodista y el asesino, y lo escribió la gran Janet Malcolm, una periodista estadounidense. Es un ensayo breve que disecciona de forma crítica un caso que estuvo en el centro del debate público en Estados Unidos en los años 70 sobre la relación que se estableció entre un asesino condenado y un periodista que hizo un libro sobre su caso.
Como verás, muy muy relevante. Bueno, me encanta. Janet Malcolm estaba faltando en todo este debate sobre Luis G Martín, creo que estás de acuerdo conmigo.
Absolutamente, y aparte, ¿hay alguna recomendación más? Escucha.
Y también voy a regalar el nuevo libro de Milena Busquets, La dulce existencia. Es el diario del rodaje de su novela También esto pasará, y contiene esa mezcla de profundidad, humor, ligereza e inteligencia que adoro en esta autora. Y, por último, pues voy a comprar Caperucita en Manhattan para regalárselo a una niña muy lectora, y que así podamos celebrar juntas el centenario de Carmen Martin Gaite.
Oye, Silvia, y ahora que hemos escuchado a Andrea, ¿tú qué vas a regalar?
Pues, mira, yo voy a ir un poco a la contra y, en vez de centrarme en Sant Jordi y en la literatura catalana, que sería lo suyo siendo como soy catalana también, me voy a ir a Shakespeare, porque me he quedado con ese dato que has dicho tú, yo soy muy shakesperiana, me encanta, y voy a decir una obra muy política, coriolano, esa tragedia en la que un general romano es desterrado de Roma y al que solamente convence de no arrasar con Roma, a modo de venganza, su propia madre, y que haga quien quiera la lectura que quiera con esta obra tan política.
Hablarle a un romano de arrasar Roma es un poco cruel, de decirte, pero, bueno, voy a hacer
como si nada. ¿Y tú, Tomáso?
Pues yo voy a regalar cómics, fíjate, porque es verdad que es el mes del libro, pero, de alguna forma, déjame que más o menos fuerce un poco la cosa, es un poco también el mes del cómic. O sea, hoy mismo empieza el Salón del cómic de Barcelona, hace poco fue la la primera feria de cómic de Madrid, el 17 de marzo es el día del oficial del cómic, y, en general, hay cada vez más gente leyendo cómics. Fíjate, en 2022, la gente que decía que en el último trimestre había leído algún cómic, era el 2 coma 8 por 100 de la población, son datos del Ministerio de Cultura. El año pasado era el 12 coma 4, o sea, se ha cuadruplicado prácticamente. Pero, aun así, claro, comparado con la literatura en general, pues es poquito, así que a ver si ganamos algún lector más de de cómics.
Y títulos. Dame títulos.
Títulos para todos y todas. A ver, para empezar a mi hijo, en cuanto salga le voy a regalar Policán número 13. Fíjate, tenemos los 12 libros en casa, le encantan los leer todo el rato y yo te Es una saga que está arrasando completamente entre niños y niñas, y yo, la verdad, me acerqué un poco escéptico, no lo tenía muy claro y tal, y empecé a leerlo con él, y la verdad que me parece muy bonito, es muy entretenido, tiene mucha acción, es muy divertido, pero luego tiene momentos como muy emocionantes y muy muy tiernos. Y, luego, para ya más adultos, a ver si ganamos algún primer lector de cómic y, si no, para quien quien ya lea cómics te va a dar 2 más. Lo sabes, aunque no te lo he dicho, que es un cómic de Asti Berry, de Candela Sierra, que yo creo que nos viene muy bien a todos en esta época, porque es una especie de sátira sobre cómo estamos encantados de conocernos, estamos todo el rato mirando el móvil, no hablamos entre nosotros.
Todo este tipo de cosas tan habituales hoy, pues ella consigue leerlas de una forma muy, muy, muy inteligente para mí YYY, claro, también en el formato gráfico que aporta muchísimo.
Y una más, tenemos tiempo de una más.
La ultimísima, rapidísimo, El color de las cosas, de Tin Panchó, si lo pronuncio bien, no lo sé. Mira, hablábamos de primeras veces, es su primer cómic, salió el año pasado y yo llevo años leyendo muchos cómics por el trabajo y por pasión, y me parece de los mejores, de los más interesantes que he leído en los últimos años. Y es toda la historia está contada a través de círculos, que dirás, ¿cómo? O sea, qué qué qué delirio. El protagonista es un niño, pero es un círculo, y todos los personajes se ven solo a través de círculos.
De hecho, claro, al principio le costó mucho encontrar la forma de publicar, hacía ni caso. Por suerte, salió y, a pesar de ser todo circulitos y puntos, es una historia superemocionante, superconmovedora y y que te engancha muchísimo.
No sé por qué me recuerda un poco lo que nos ha contado Ana Marcos sobre la exposición hecha con inteligencia artificial.
Todo vuelve,
aquí. Espero que tú también para el mes que viene, Tomasso.
Prometidísimo. Gracias. Muchas gracias.
El diseño de sonido de este episodio es de Nacho Taboada, la edición de Ana Rivera. Yo soy Silvia Cruz La Peña, y he dirigido este episodio de Hoy en el país, realizado con Tomás Sococh y la sección de cultura de El País. Gracias por escuchar. Hola, hoy me cuelgo en esta pausa. Sí, soy Silvia Cruz La Peña, otra vez, para haceros una invitación.
El lunes, día 7 de abril, a las 6 de la tarde, estaremos en Casa América grabando nuestro primer programa en directo para hablar del segundo mandato de Donald Trump y las consecuencias que ha tenido hasta el momento en su país y fuera de él. La entrada es libre hasta completar aforo. Os esperamos en Casa América.