Hablando del tiempo. Bueno, la verdad es que en España también se hace eso cuando no sabemos de qué hablar con nuestro vecino en el ascensor. Hoy vamos a hablar sobre la concentración. Ha cambiado nuestra capacidad de concentrarnos en los últimos años Joder, el teléfono, perdón, perdón. ¿Por dónde iba?
He perdido el hilo. ¿Te identificas con esta situación? Alertas constantes del teléfono que interrumpen el hilo de nuestra conversación o de pensamiento, porque nos distraen, son una fuente de distracción constante. Nuestro teléfono es solo un ejemplo, pero no es la única distracción. En el episodio de hoy vamos a hablar de este tema y vamos a ver qué cosas podemos hacer para mejorar nuestra concentración, nuestro foco.
Antes de hablar de este tema, te recuerdo que en este momento las inscripciones están abiertas para Español Ágil, mi curso online para estudiantes de nivel intermedio. Puedes inscribirte ahora y comenzar el curso cuando quieras, hacerlo a tu ritmo. Tienes acceso para siempre. Si te interesa, puedes inscribirte hasta el próximo jueves treinta y uno de marzo, día en el que se cierran las inscripciones. Vamos a escuchar a Richard, miembro de la comunidad de Español Ágil, ha sido muy majo, muy amable, en enviarme este audio.
Hola, ¿qué tal? Soy Richard, de Inglaterra, y he estado aprendiendo el curso Español Ágil durante los últimos dos meses. Me ha resultado muy interesante porque César ha creado un curso que ni solo es bien hecho, pero que es muy útil también. Siempre y cuando lo uso, aprendo cosas nuevas y también por una manera práctica. Espero
que os ayude como me ha ayudado. Hasta luego. Muchas gracias, Richard. Él menciona el aspecto práctico y útil del curso. Siempre digo que este podcast y el curso son cosas muy diferentes.
Escuchar el podcast te ayuda a mejorar tu comprensión y a ganar nuevo vocabulario. Por otra parte, el curso pone el foco en la parte práctica, en que tú seas la parte activa del proceso y te expreses en español de forma oral y escrita, y que lo hagas mientras ganas fluidez, agilidad y precisión de la gramática española. Si quieres más información, puedes visitar www punto Spanishlanguagecoach punto com o enviarme un email. En la web también podrás leer la transcripción gratuita de este episodio y usar las flashcards de vocabulario, como siempre. Ahora sí, empezamos con el episodio de hoy.
¿Qué es la concentración exactamente? Es nuestra capacidad de fijar nuestra atención sobre algo concreto de forma voluntaria y consciente. Podemos fijar nuestra atención en un estímulo, una persona, una actividad o una tarea en concreto. Ahora me estás escuchando, estás fijando tu atención en mi voz, te concentras en ella y en lo que digo, o eso espero. Aunque normalmente hablamos de atención y concentración de manera intercambiable, como sinónimos, no, no son lo mismo, vamos a verlo con un ejemplo.
Imagina que quieres desconectar de la gran ciudad, para ello te vas de excursión a la montaña y decides acampar, hacer camping. Mientras intentas dormir en la tienda de campaña escuchas un ruido que llama tu atención. El ruido se repite y comienza a preocuparte un poco, así que coges tu linterna para poder ver en la oscuridad, sales de tu tienda de campaña e iluminas la zona alrededor para intentar localizar qué o quién hace el ruido. Aquí tu atención se ha despertado de una manera involuntaria en un primer momento, tus sentidos han reaccionado a ese ruido. Pero después, al escucharlo de nuevo, has decidido hacer un esfuerzo consciente y concentrarte.
De esta manera, has puesto el foco en localizar de dónde viene el sonido. La atención es la punta del iceberg de la concentración, decimos icéberg, así como suena, a la española, y no iceberg, como en inglés. En resumen, la atención es un acto que hace que recibamos información del entorno a través de alguno de los cinco sentidos. Cuando conseguimos sostener, mantener la atención durante un período de tiempo, activamos otra función cerebral, la concentración. Hay otra característica importante, imagínate de nuevo en la situación, sales de la tienda de campaña con tu linterna y tienes la sensación de que el ruido viene de la izquierda.
Así que iluminas esa zona a tu izquierda con tu linterna, y eso hace que no prestes atención al resto, a la zona de la derecha o a la zona de detrás de ti. Esta es la otra característica, nuestros recursos para mantener la atención sostenida en el tiempo y concentrarnos en algo son limitados, igual que la luz de nuestra linterna. Si iluminamos una zona, dejamos de prestar atención al resto. Si queremos concentrarnos de una forma eficiente, debemos dejar de prestar atención a otros estímulos. No podemos prestar atención a todo al mismo tiempo.
Hay una expresión muy buena que dice no se puede estar en misa y repicando, es decir, si vas a la iglesia no puedes estar escuchando la misa y al mismo tiempo repicando, tocando las campanas. ¿Has visto alguna vez alguna conferencia de TED Talk? Son charlas o conferencias educativas sobre temas muy diferentes que se hacen en todo el mundo y que puedes encontrar fácilmente en YouTube. La duración máxima de las charlas es de dieciocho minutos aproximadamente. ¿Por qué esta cantidad de tiempo?
Pues por una limitación muy relevante de la concentración, ya que un adulto sano normalmente no puede mantenerse concentrado en una actividad más de quince o veinte minutos. Desde ese momento, la atención comienza a decaer, disminuir. Esto yo lo sabía desde hace tiempo. Me lo dijo un profesor en la universidad, y es por eso por lo la mayoría de episodios del podcast no duran más de veinte minutos, no quiero que te desconcentres. Otro ejemplo de esto es el método de estudio pomodoro.
Pomodoro significa domate en italiano. Se llama así por esos temporizadores, esas alarmas que ponemos en la cocina cuando utilizamos el horno, para que nos avise de que ya ha pasado el tiempo que hemos programado y no se nos queme lo que estamos horneando, es decir, cocinando en el horno. Bien, el sistema de estudio pomodoro consiste en hacer cuatro bloques de estudio de veinticinco minutos, con períodos de descanso de cinco minutos entre bloque y bloque. Cuando completas cien minutos de estudio, se descansa más tiempo, entre quince y treinta minutos. Después empezamos de nuevo el proceso.
Yo lo tengo en mi ordenador y me ayuda mucho los días que no consigo concentrarme, los días en los que estoy un poco disperso. Parece que debido a nuestra capacidad limitada de prestar atención, organizar bloques es conveniente, ya que permite que obtengamos mucho más rendimiento de nuestro tiempo de esta manera. Nos hace ser más productivos, usar nuestro recurso escaso, la atención, de forma eficiente. Y ahora vamos a hablar de la concentración en esta vida moderna que llevamos. ¿Eres capaz de concentrarte solo en una tarea?
Uno de los problemas a los que nos enfrentamos, con nuestro actual ritmo de vida, es que tenemos una verdadera avalancha de información y de estímulos. Estamos constantemente intentando dar solución a varias cosas a la vez. Nos vemos obligados a ser multitarea, multitasking. Ay, tengo que reconocerte que a mí me gusta hacer varias cosas a la vez. Me da la sensación de que he hecho más cosas en el día, pero la ciencia no piensa lo mismo.
Podemos pensar que es algo positivo y que nos lleva a un rendimiento mayor en nuestras tareas, pero, en general, la multitarea reduce la atención y la concentración. De hecho, hay varias investigaciones que respaldan esto. Respaldar, qué buen verbo, Suena a espalda, ¿verdad? Efectivamente, significa to back something up. Un equipo de investigadores de Harvard y Oxford, entre otras universidades, afirman que recibir constantemente avisos y notificaciones nos anima a mantener una atención dividida, lo que a su vez puede disminuir nuestra capacidad para mantener la concentración en una sola tarea.
Ya sabemos que es imposible iluminar nuestra linterna en varios sitios al mismo tiempo. Nuestra capacidad cognitiva es limitada, pero creemos que podemos seguir varias cosas a la vez, y esas constantes interrupciones, las notificaciones, los mensajes, hacen que nuestro cerebro salte de una tarea a otra, reconfigurándose, haciendo reset, para volver a lo que estábamos haciendo. Perdemos el hilo, como yo al principio. Al final, lo que pasa es que hacemos las cosas más lentas y a veces peor. Por último, otro estudio que se publicó en el diario Wol Psykach Psychiatry, no sé si he pronunciado bien esta palabra, creo que sí.
Este estudio analizó cómo Internet afecta nuestras capacidades de atención, ya que la información que encontramos online hace que dividamos nuestra atención al tener diferentes fuentes y medios para obtenerla. También afecta los procesos de memoria e incluso puede hacerlo con algunos procesos sociales. Te pongo un ejemplo que me acaba de pasar. Tenía curiosidad por saber si el mito de que las mujeres son mejores que los hombres practicando el multitarea es verdad o no. He estado leyendo conclusiones de diferentes estudios serios, muchos con resultados contradictorios.
Este exceso de información me ha hecho sentirme más confundido y no he podido responder a mi pregunta. Una de las partes del cerebro que está conectada con nuestra capacidad para mantener la atención es la corteza prefrontal. Si te tocas la frente de forhead, pues ahí, detrás. De hecho, las lesiones en esta parte del cerebro pueden provocar que tengamos problemas, no solo para concentrarnos, sino también para cambiar entre actividades. Gracias a esta parte del cerebro, somos capaces de ignorar distracciones y nos ayuda a mantener la atención sostenida en nuestras tareas.
Mantener la atención sostenida en nuestras tareas. Malas noticias. Parece que el ritmo de vida que llevamos y nuestra actual cultura tecnológica no le están haciendo ningún favor a esta parte del cerebro, porque está sobrecargada. La del cerebro, porque está sobrecargada, la hacemos trabajar demasiado. Ahora la pregunta es, ¿por qué nos distraemos?
¿Qué es lo que hace que perdamos nuestra atención? Depende de muchos factores. Por un lado, es natural que lo novedoso, lo nuevo, llame nuestra atención, somos seres curiosos, esa curiosidad es una vía de placer para nuestro cerebro. Por otro lado, la sociedad va a un ritmo muy acelerado, tenemos muchas tareas que realizar a diario y esta sobrecarga hace que no pongamos los cinco sentidos en lo que hacemos, que hagamos muchas cosas pero sin atención, sin concentración. Simplemente queremos tachar con un bolígrafo una tarea de nuestra lista de veinte cosas que tenemos que hacer.
Además, los medios de comunicación modernos demandan que estemos disponibles veinticuatro horas. Todo el mundo puede reclamar nuestra atención a cualquier hora. Esto hace que muchas veces tengamos nuestra atención dividida entre varias pantallas. Precisamente se ha desarrollado el FOMO, fear of missing out, el miedo a perderse algo. Ante tantos estímulos, algunas personas han desarrollado este miedo a no estar al día, a perderse algo relevante, y esto las hace estar en estado de alerta.
Todas estas tendencias han llevado a que muchos consideren un lujo la desconexión digital, el famoso detox digital. La triste realidad es que, con tantos estímulos a nuestro alrededor, nuestra capacidad de concentración está disminuyendo. Ahora, las buenas noticias. La concentración es una habilidad aprendida, así que puedes mejorarla, es como el español. ¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra concentración?
Para empezar, intenta descansar bien, es más sencillo concentrarnos cuando hemos dormido bien que cuando estamos cansados. Básico, pero importante recordarlo. Crea también un buen ambiente de trabajo, un entorno ordenado es mucho mejor, evita temperaturas excesivamente cálidas o frías y es más fácil mantener la atención si nos encontramos cómodos. Identifica qué te distrae, cuál o cuáles son la fuente de tu distracción, intenta evitarlo durante el tiempo que necesites concentrarte. Esto es muy, muy personal y cada persona identificará cosas diferentes.
Escucha esto. Es el sonido ambiente de la cafetería desde la que trabajo. Hay mucho ruido, la máquina de café, la camarera gritando, los clientes hablando, el hilo musical. Para muchas personas este ambiente de trabajo puede ser horrible, sin embargo, yo me concentro mucho aquí, y probablemente no soy el único, porque a mi alrededor ahora mismo hay más de cinco personas con sus ordenadores portátiles trabajando. También podría trabajar desde mi casa, de hecho, objetivamente, es un ambiente mucho mejor para concentrarse, hay mucho silencio y tengo una mesa grande con una silla mucho más cómoda.
Sin embargo, están las mayores distracciones para mí. La primera es la nevera, la comida, y la segunda es lo que yo llamo la procrastinación productiva. Si trabajo en casa siempre me distraigo con alguna tarea de la casa que tengo que hacer, poner la lavadora, limpiar los platos, ordenar la habitación. Y mientras digo esto, me doy cuenta de que ya soy un adulto, un adulto completo, ya no queda nada de ese César estudiante que veía series cuando no se concentraba. En fin, volvemos a las cosas que podemos hacer para mejorar nuestra concentración.
Gestiona el estrés lo mejor que puedas, y esto es sencillo de decir, pero no siempre de hacer. Aquí podríamos usar la expresión del dicho al hecho hay un trecho. Una de las cosas que puede ayudar es hacer deporte y estar en contacto con la naturaleza. Si vives en la ciudad como yo, un paseo por un parque o sentarte en un banco puede ser útil. Es positivo porque los entornos naturales reducen la fatiga mental.
También es importante no abusar de sustancias estimulantes, como el tabaco, el alcohol o el café. Mira, a mí me encanta el café, pero sé que si tomo más de uno por la mañana no me voy a poder concentrar, me pone demasiado espinoso, estimulado. Algunos estudios han comprobado que actividades como jugar al ajedrez mejora nuestras capacidades de atención y concentración, así que si tienes tiempo y te apetece no pierdes nada en probar. Realmente, se trata de buscar una actividad con la que practiquemos esta habilidad de mantener la atención, piensa en tu atención como un músculo que tienes que entrenar. Por último, invierte tiempo en organizarte.
No pienses que malgastas el tiempo dedicando unos minutos cada día a organizarte. En general, es conveniente también tener una buena rutina. Cuando tenemos un hábito y necesitamos concentrarnos, siempre a la misma hora, es más sencillo que nuestro cerebro responda a la concentración. Yo soy un friki, un obsesionado de la productividad desde hace años, lo cual no me convierte en una persona superproductiva, pero he aprendido mucho y he mejorado poco a poco mis rutinas. Cuando empecé a diseñar mi curso, español ágil, tenía claro que mi objetivo era que los estudiantes estuvieran concentrados, atentos, mientras hacen una lección, y que a la vez crearan un hábito, darles una estructura.
Por esa razón, todas las acciones tienen una duración de entre diez y veinte minutos. Además, en los ejercicios de expresión oral usamos un cronómetro para introducir el factor urgencia en tus respuestas, como en la vida real. Algo que me está ayudando mucho también en mis rutinas últimamente es tener en cuenta lo que como y bebo durante el día, y hacer una determinada tarea teniéndolo en cuenta. Me bebo un café a las siete de la mañana y eso me ayuda con todas las tareas más intelectuales, hasta las doce que como. Después de comer, estoy digiriendo y no puedo concentrarme bien, me dedico a hacer tareas más administrativas o automáticas, donde no tengo que pensar demasiado.
A eso de las tres de la tarde voy al gimnasio, ya he digerido y tengo energía suficiente para entrenar gracias a todo lo que he comido durante el día. ¿Tú tienes algún truco más? Siempre es bueno conocer lo que hacen otros y experimentar. Puedes dejar un comentario en la web o en Instagram contándomelo. Ya hemos llegado al final, espero que hayas disfrutado del episodio y sobre todo te hayas concentrado.
Nos escuchamos en el próximo, un abrazo grande.