00:00
00:00
Episodio número ochenta y nueve, emigrantes españoles, una charla con Paloma de comprendo. Adiós, mi España querida, dentro de mi alma te llevo metida, y aunque soy un emigrante, jamás en la vida yo podré olvidarte. Cuando abandone mi tierra, tendré mis ojos llorando, porque es lo que yo más quiero, y atrás me lo iré dejando. Lo que acabas de escuchar es parte de la canción El Emigrante, escrita y cantada por Juanito Valderrama, un cantante español muy conocido. Esta canción fue compuesta en el año mil novecientos cuarenta y nueve, diez años después de que terminara la guerra civil española.

El cantante la escribió pensando en todos los exiliados que tuvieron que abandonar a España cuando Franco ganó la guerra. De hecho, en sus propias palabras, él quería que el título de la canción fuera el exiliado, pero con ese nombre le habrían fusilado, le habrían ejecutado. Esta canción se convirtió desde entonces en un himno para todos esos españoles que en algún momento han tenido que abandonar España por algún motivo. En las últimas dos décadas han sido principalmente jóvenes españoles los que han decidido hacer las maletas y buscar una nueva vida en otro país. Es el caso de Paloma, compañera, profe de español, y mi caso también.

En esta conversación que estás a punto de escuchar, hablamos de cómo es ser emigrante hoy en día, pero también de otras cosas interesantes. Recuerda que puedes ayudarte de la transcripción gratuita y de las flashcards de vocabulario en WWW punto Spanish Language Coach punto com. Disfruta de nuestra charla. Perfecto, Paloma. Vives en Estrasburgo, Francia y muy cerquita de Alemania.

La verdad es que nunca he estado en esa zona de Francia, he visitado Francia varias veces, pero

no he estado en esa zona. ¿Cuánta influencia alemana tiene la zona? Muchísima, muchísima, César, porque piensas que durante una buena parte de su historia, Alsacia, que es la región de de la que es capital Estrasburgo, ha estado en Alemania, ha sido parte de Alemania. Entonces, muchísima, tanto en el lenguaje como en la gastronomía, incluso en los días festivos que se han conservado diferente a Francia, es es una región con mucha identidad.

Qué interesante. Pero el el idioma oficial es el francés.

Sí, Francia es un Sí, Francia es un país muy centralista y aunque hay lenguas regionales, no es como en España que tienen el estatus de cooficial, pues

aquí al

final se están perdiendo un poco. Entonces la gente, sobre todo en los pueblos, la gente mayor habla al saciano, que es un dialecto del alemán, pero no, no se habla tanto ya, se está perdiendo un poco, la verdad. Vale.

Paloma, tanto como yo somos inmigrantes, vivimos, somos españoles viviendo fuera desde hace algunos años. Bueno, inmigrantes o expatriados, ¿qué deberíamos decir? Fíjate que alguna vez hasta he buscado la diferencia, ¿no? Porque a menudo asociamos el expatriado a la persona blanca en general de

un país occidental que por voluntad propia se instala en otro país en general durante unos años, por cuestiones de trabajo, para vivir una experiencia o reencontrarse a mismo, ¿verdad? Pero el inmigrante lo asociamos mucho más a personas que vienen de países menos desarrollados y que huyen quizás de una situación. Entonces, claro, yo en mi caso a veces siento que me encuentro un poco reconocida en los dos, o sea, me reconozco en las dos situaciones, porque es verdad que yo no huyo de ninguna situación supergrave, pero salí de España buscando una mejor vida, unas mejores oportunidades laborales. Y y entonces creo que el concepto expatriado es más cuando pudiendo quedarte en tu país, bueno, pues por tener la experiencia decides irte a vivir fuera. Así que yo que me consideraría más inmigrante, incluso aunque no tenga esa connotación de estoy huyendo de nada o mi vida está en peligro o 0 bueno, mi país es un desastre, ¿no?

Realmente yo me vine a Francia porque en España la situación económica estaba muy mal, un cincuenta por ciento de paro juvenil y no me quise conformar.

Claro, es que en esos años donde nosotros dejamos España, la mitad de de los jóvenes que querían trabajar no podían y los que podían lo hacían en condiciones no muy buenas, ¿no? Entonces, realmente, aunque aunque no estuviéramos escapando de una de una situación horrible, pues no había muchas muchos prospectos favorables. ¿No? Para ni para nuestra carrera profesional ni tampoco para la personal. ¿No?

Porque muchas veces la vida personal también depende de tu trabajo y y el dinero es necesario y todo esto. Y Paloma, cuéntame un poco, hemos hablado en tu podcast sobre sobre la experiencia Erasmus, cuéntame cómo fueron los primeros meses en Francia. ¿Tuviste algún choque cultural? ¿Tuviste algún, o sea, algo que que te llamara mucho la atención?

Bueno, mi primer choque cultural fue sobrevivir, básicamente, porque yo cuando llegué apenas sabía presentarme en francés. Entonces el idioma, aunque es el francés una lengua muy cercana al español, yo es verdad que comprendía más o menos bien, pero era incapaz de hacer frases y cuando llegas a un país nuevo tienes que hacer muchos trámites administrativos, que se abrir la cuenta del banco, buscar piso, y cuando llegas a un país nuevo tienes que hacer muchos trámites administrativos, que se abrir la cuenta del banco, buscar piso, etcétera. Y al principio el choque cultural fue ese, ¿no? La la lengua, que aunque me encantaba el francés, había momentos que me desesperaba porque decía es que nunca voy a llegar a hablarlo bien. Y luego, a eso también se suma lógicamente, pues el choque cultural, ¿no?

De que los españoles, a lo mejor, al principio, no todos, pero tenemos tendencia a ser un poco más abiertos, nos damos más, hacemos más fácilmente conversación. Y en mi caso, bueno, pues al al llegar a Francia con la barrera del idioma, pues quién iba a querer hablar conmigo si hablaba como un bebé. Entonces, más que nada eso, pero como llegué a Montpellier, que es una ciudad en el sur de Francia con muchísimas horas de sol, un ambiente muy mediterráneo, pues yo me sentía un poquito como en España en ese aspecto, era un estilo de vida muy similar, quitando que cerraban los bares a la una o dos de la mañana. Entonces, eso que fue un choque, ¿no? Salir de fiesta y decir, ah, no, pero que ya, ya cierran a la una, pero a la una salgo yo de fiesta en España, ¿no?

Salgo a la calle a esa hora.

Sí, sí, a la hora que que ellos terminan la fiesta, los españoles la empiezan.

Exactamente. Y

ahora Paloma, cuando vuelves a España para visitar a familia y amigos, ¿sientes ese choque cultural inverso? Es decir, ¿te sientes un poco extraña en tu propio país, en tu propia ciudad?

Al final yo no tanto, porque cuando uno lleva mucho tiempo viviendo en el extranjero, contrariamente a lo que la gente piensa, yo cada vez me siento más española. No si a ti te pasa, pero dentro de que hay cosas que lógicamente he adoptado de la cultura francesa, llega un momento que te afirmas mucho en tus raíces y y es una manera de existir, ¿no? Entonces es muy raro porque en Francia suena española y en España suena francesa, y eso al final es un poco confuso y es más la gente de fuera la que te lo hace sentir de no es que hablas con acento francés o es que hablas raro o es que, bueno, como estás en Francia no te enteras de ciertas cosas, ¿no? De política que están pasando o así, pero yo realmente quitando algunas cosas de mentalidad que en realidad creo que ya venían desde antes y es también una de las razones por las que me fui, porque me apetecía, bueno, me gustaba Francia para en ese aspecto. Hay cosas que que siempre he admirado de Francia, como por ejemplo, que no sea, no sean nada conformistas, como nos pasa muchas veces en España, pues quitando eso realmente mucho choque tampoco.

Yo sigo sintiendo mi casa, voy a Ciudad Real YYY me siento muy a gusto allí.

Qué bien. Esto estoy totalmente de acuerdo contigo en en lo que el carácter francés no es nada conformista. Yo trabajé en una empresa francesa en Barcelona, la mayoría de empleados eran franceses y aluciné porque los españoles éramos como bastante más sumisos, intentábamos no quejarnos y los franceses eran muy revolucionarios. Me llamó un montón la atención esto, tenían una opinión para todo, las las, o sea, querían ser escuchados y me gusta, es verdad que es bastante inspirador, porque creo que los españoles a veces necesitamos alzar la voz mucho más de lo que lo hacemos. ¿No?

Sí, sí, sí, yo en ese sentido es verdad que Francia ha acentuado ese rasgo de mi personalidad, que aunque muchas personas a lo mejor desde fuera piensan que soy una persona así muy tranquila, muy dulce, soy bastante gamberra, así que eso eso es verdad que en Francia, en ese aspecto, he encontrado un poco un ambiente más proclive a a poder, pues decir las cosas alto y claro, ¿no?

Muy bien, claro que sí. ¿Y decías que ahora te reafirmas más como español ahora que vives fuera? A me pasa algo similar. De hecho, hemos hablado en el podcast sobre el patriotismo, ¿no? Y yo decía que vivir fuera me me ha hecho sentir un poco más patriota, ¿no?

YYYY parte de ese patriotismo, ¿no? Es sentir o apreciar cosas de la patria, ¿no? De tu país, de tu cultura. Ahora que vives fuera, ¿aprecias cosas más que antes quizás dabas por hecho o no no tenías muy en cuenta?

Pues hablar del clima sería un lugar común, porque lógicamente extraño muchísimo el sol y el cielo azul de la mancha, que aquí en Alsacia la mitad del año está cubierto. Entonces, eso que lo llevo bastante mal de de vivir aquí, el clima ahora que vivo en Alsacia y en el sur de Francia, como en Erasmus, pero lo que más extraño, yo diría que no es la comida, curiosamente, porque una tortilla de patatas se hace en cualquier sitio, es más que nada, yo creo, los horarios, porque cuando voy a España siento que el día dura muchísimo, que te da tiempo, aprovecharlo mucho, y a al final me encanta el estilo de vida mediterráneo, de echarme mi siesta, comer tranquila, sentada, comida casera, eso lo valoro mucho. Entonces, aquí me mata que cuando llegue el invierno, pues a las cinco, a las seis de la tarde, para casa, como se dice, y y ya no hay vida. Eso en otoño invierno, la verdad es que me pega, tengo que motivarme mucho aquí. Y y luego otra cosa que extrañaría quizás es que es verdad que la gente en general en España es más relajada, que por ejemplo, vas al supermercado y la gente, pues se toma su tiempo, son detalles, pero se toma su tiempo metiendo las cosas en la bolsa o le puede dar conversación a la cajera.

Y yo que vengo de una ciudad muy pequeña, de provincias, un ciudad real que tiene setenta mil habitantes, hay ese ambiente un poco de familiaridad, de pueblo, Y eso es verdad que que lo extraño un poco dentro de que en Estrasburgo no es la gran urbe, no es Londres, por ejemplo, pero se nota. ¿No? Que la gente no tiene tanta paciencia. Eso es verdad.

Vale. Sí, es cierto, obviamente en Londres también noto que la vida va superrápido. De hecho, una de las cosas que me dicen a cuando estoy en España es, ¿por qué andas tan rápido? ¿Por qué tienes prisa? Porque me he acostumbrado a tener un ritmo de aunque no tenga prisa, voy rápido, voy rápido a todos sitios, ¿no?

Casi corriendo. Y Paloma, he estado he estado ojeando tu web y dices que aprender un idioma nos ayuda a deconstruirnos, un verbo que que se escucha mucho últimamente. ¿Cómo crees que que nos ayuda a deconstruirnos, aprender un un segundo idioma?

Para empezar, cuando hablas un idioma vuelves a ser un bebé, sobre todo en las etapas iniciales cuando estás aprendiendo, y eso es un golpe para tu ego, que yo creo que estás de acuerdo conmigo en que duele al principio y es la causa de que muchos estudiantes abandonen, ¿no? Porque no es fácil de repente sentir que no puedes ser al comunicarte, que hablas con errores, que te falta vocabulario, que la gente a lo mejor no se interesa en hablar contigo cuando dices no, pero es que en mi idioma soy perfectamente capaz de mantener una conversación más que inteligente, de hecho muy interesante, pero en un idioma extranjero quizás pues no lo no consigo ser yo. Entonces, creo que tomas mucha conciencia de de ti, de cómo te comunicas, de cómo se comunican los demás, desarrollas estrategias diferentes para mostrar tu personalidad a pesar de las barreras lingüísticas, y yo creo que te hace ser muy crítico, sí, también más comprensivo hacia las personas que están aprendiendo otros idiomas, inmigrantes que todavía a lo mejor no lo hablan perfectamente. Así que en ese aspecto es una auténtica lección de de humildad y de humanidad aprender un idioma.

Sí, es verdad. Y solo los que consiguen, ¿no? Dominar ese ego y decir, bueno, empiezo desde cero, voy a empezar hablando como un niño de dos años y poco a poco voy a ir incrementando el vocabulario, voy a ir ganando fluidez. Yo conté en uno de los episodios la historia de una mujer que había trabajado en televisión, era muy buena comunicadora, tenía un inglés, bueno, era era impresionante. ¿No?

La escuchabas hablar en inglés y y era impresionante, te cautivaba. Entonces, su problema es que sentía una gran frustración en hablar español y no tener toda esa capacidad de de de comunicación y de expresión tan buena, ¿no? Y es algo que tuvo que trabajar muchísimo el decir, bueno, empiezo empiezo desde la casilla de de salida de nuevo. Pues sí, totalmente. Y más si si aprendes un idioma además en otro en en otro país, también te ayuda incluso más.

¿No? A sentirte un poco, pues más vulnerable, que a veces es necesario.

Sí, esa es la palabra, vulnerabilidad total.

Sí, sí, sí. Y Paloma, para convertirte en profesora en Francia tuviste que pasar unas oposiciones, unos exámenes competitivos. ¿No? Es el mismo sistema en España si quieres trabajar en el en la escuela pública. ¿Por qué decidiste hacerlo en Francia y no en España?

Porque imagino que es más o menos igual de complicado. ¿No? Mucho estudio para poder optar a a tu plaza de profesora en escuela pública.

Hay muchas diferencias entre las oposiciones para ser profesor del Estado en España y en Francia, pero yo por lo que me decanté fue básicamente por probar. La verdad nunca pensé que me quedaría aquí tantos años, fue una oportunidad que se presentó y que aproveché, y me salió bien afortunadamente, pero es verdad que claro, en España estaban las oposiciones congeladas durante varios años, dos o tres años, cuando yo me iba a presentar. Y sabes que la carrera de opositor en España de la persona que prepara ese examen es muy larga, y yo tenía veinti tres años y ganas de comerme el mundo y dije yo aquí no me quedo encerrada en una biblioteca, desperdiciando mi juventud. Yo quiero vivir otras oportunidades y voy a buscarla si no están en mi país y probé suerte en Francia y pues aquí me he quedado.

Muy bien. Y ahora, con toda esa experiencia, además de ser profesora en un instituto, ¿no? En Francia, ayudas también a otros profes que tienen pensado trabajar en Francia, en como tú, ¿no? Pasar por el por el mismo proceso. ¿Cuáles son los obstáculos más grandes de los profes en en Francia?

Sobre todo, imagino que

te refieres a los profes extranjeros. ¿Verdad? Exacto, profes extranjeros, sí. Porque es verdad que nos enfrentamos a una problemática diferente a la que puede tener un profesor nativo aquí, que tanto se habla de los profesores nativos, y sí, es verdad que pueden podemos tener un muy buen dominio del español, pero no tenemos tan buen dominio del francés. Y al final, en la escuela pública tienes un trabajo educativo que también pasa por el buen manejo del francés.

Entonces, eso es un obstáculo para muchos profes, que el nivel de francés si no es suficiente, realmente podría ser un obstáculo para desarrollar bien tu trabajo, hacerte respetar y conectar también con tus compañeros, con las familias, con los alumnos, por supuesto. Y luego otro es el desconocimiento del sistema, que nosotros en la mayoría de casos nos hemos educado en un sistema educativo distinto y no tiene nada que ver a cómo funciona el sistema educativo francés. Así que sobre todo acompaño a otros profes para ayudarles a comprender mejor ese sistema, de qué herramientas disponen, cómo se enseña el español aquí, porque no tiene nada, nada, nada que ver con el sistema español.

Claro. Mi mi única experiencia en en un instituto británico fue durante una semana. Hice una semana de observación porque quería saber, antes de de meterme de lleno en ello, quería saber si realmente era algo que me iba a gustar y decidí que no, que no me iba a gustar, que me iba a resultar muy complicado, por ejemplo, el manejo del comportamiento en clase. Imagino que igual que en Reino Unido, en Francia o en España, en cualquier país, lidiar con un grupo de treinta adolescentes es complicado. ¿Cómo lo haces?

Yo de verdad os admiro muchísimo a los profes de instituto porque me parece un trabajo muy complicado y que no está lo suficientemente valorado. ¿Cuáles crees que son las claves para para llevarlo bien?

No es fácil. No te voy a negar que hay días complicados. Creo que cualquier profesor que enseñe en la pública estará de acuerdo conmigo, Pero si puedo darle un consejo a todas esas personas que se lo piensan, que dicen, ah, a me interesa, pero no si voy a ser capaz de gestionar un grupo, al final, el primer paso es, sobre todo, fíjate lo que te voy a decir, es conocerte a ti, conocerte a ti, trabajar tu autoestima y tu posición de líder, porque al final eres un líder que lleva un grupo, y más allá de las actividades que hagas, que tengan más colores o menos, ellos tienen que sentir que eres el capitán del barco. Y entonces eso no se hace de la ocho a la mañana, por ejemplo. Pasa en las empresas también, si te fijas, que hay personas que pueden ser muy buenas haciendo su trabajo, pero están incómodas en un puesto de responsabilidad, porque tener un puesto de responsabilidad a menudo implica que va a haber gente que no va a estar de acuerdo contigo, que vas a vas a tener que imponer alguna decisión porque es la mejor para el grupo, aunque haya disidencia.

Pues un grupo de alumnos es lo mismo, con la diferencia de que son menores, por lo tanto te van a seguir más fácil que un grupo de adultos. Entonces, al final es un trabajo muy bonito, te tiene que gustar, eso sí, el trabajo con los adolescentes. A me gusta mucho esa etapa, no por qué los veo muy frágiles, muy, no sé, es una etapa en la que todo es posible todavía, y al final los alumnos también son muy agradecidos, aunque no sean fáciles. Y hoy en día no voy a negar que la situación en las aulas podría ser infinitamente mejor, pero tampoco hay que generalizar. Hay alumnos buenos y malos en todas partes.

Fabi Claro. Y decías que el sistema francés, el sistema educativo francés es muy diferente al español. ¿Cuáles son las principales diferencias? Sobre todo, yo diría

la relación jerárquica, que en España sabes que también por nuestra forma de ser tenemos más tendencia a ser más más cercanos, más relajados, más abiertos, como que para empezar no nos tratamos de usted en casi ningún contexto, y en Francia sí. Entonces eso ya marca una distancia. Entonces, esa distancia existe tanto entre profes y alumnos, como entre profes y la dirección, y eso hace que a menudo, también por la cultura francesa, haya esa relación un poco de resistencia a la autoridad, porque es algo de, es algo que se cultiva desde pequeño. Yo siempre digo, por defecto en Francia no estoy de acuerdo, y después ya veré si se negocia, pero por defecto se negocia y no se está de acuerdo, Y eso, claro, crea conflictividad, porque en España, pues alguien dice algo y muy poca gente le va a plantar cara, mientras que aquí se considera que es lo normal. Así que es lo normal, por defecto no estoy de acuerdo.

Entonces, eso crea a veces tensiones innecesarias, pero es así. Y luego también la manera de enseñar español puede ser diferente y eso es algo que hay que aprender cuando cuando vienes a enseñar. ¿Está claro? Claro, esa era mi siguiente pregunta, ¿no? y yo somos de la misma generación.

No si estarás de acuerdo conmigo que a pesar de los,

de acuerdo conmigo que, a pesar de los buenos esfuerzos y buena intención de nuestros profesores de inglés en los noventa y dos mil, pues la forma en la que estaban organizadas las clases no favorecían que ganásemos fluidez, precisamente. Ahora es diferente, yo lo veo en mi hermana, que tiene diecisiete años, tienen clases de conversación que nunca tuvimos nosotros, al menos en en mis colegios. ¿Ahora mismo cómo se enseña español en las aulas de de los institutos franceses? Es que

ha cambiado mucho, ha cambiado mucho, César, respecto a cuando estábamos nosotros, y a veces siento que los ataques que recibe la educación pública es de alguna manera un intento de hacernos pagar a los profes que estamos ahora en activo los errores de los profes que en otra época quizás no lo hicieron tan bien, pero quizás tampoco sabían hacerlo mejor. Entonces, en ese sentido

los recursos.

En ese sentido hay que relativizar, y que es verdad que ahora habrá de todo como en todas partes, pero las clases son mucho más activas, se potencia mucho más el oral, la conversación, como dices tú, y además hay herramientas que antes quizás no estaban tan difundidas. Por ejemplo, es muy normal ahora tener o profesores nativos o asistentes de conversación que vienen al aula y que permiten trabajar de otra manera en grupos más pequeños, estar expuesto a un acento nativo. Luego también no vamos a negar que el hecho de que los alumnos adolescentes estén con un acceso tan fácil a, por ejemplo, series en versión original en plataformas como Netflix, eso es una ventaja que nosotros no teníamos, y al final eso es lo que les hace progresar, porque sabes que para adquirir un idioma no basta solamente con estudiar la gramática o 0 la pequeña conversación que puedes tener en el instituto, que a veces no es ni significativa, pasa también por esa esa exposición al idioma, esa escucha activa, esa repetición, ¿verdad? Entonces, los alumnos hoy en día, los alumnos hoy en día tienen ese acceso que dices tú, pero esto, ¿esto dónde lo has aprendido?

Ah, no, pues es que veo tal serie y lo he aprendido ahí, ¿no? Entonces, al final, el trabajo del profesor no se queda en el aula solo, el alumno tiene muchas más posibilidades de practicar fuera y eso influye en su motivación y en los resultados, lógicamente.

Claro, qué bien. Pues Paloma, hemos llegado al final de la entrevista. Ha sido una charla muy agradable. Muchas gracias.

Muchísimas gracias a ti.

Y a los oyentes también os recomiendo que vayáis ahora al podcast de Paloma, si comprendo, para escuchar otra charla que hemos tenido esta vez de la experiencia Erasmus, de la beca Erasmus, que fue el el la primera toma de contacto con Francia, en el caso de Paloma y Reino Unido en mi caso, y una experiencia estupenda en ambos casos, y hemos estado allí allí teniendo una charla muy interesante también. Os recomiendo que la escuchéis.

Sí, pasaos porque hablamos ahí de nuestra experiencia Erasmus, el balance que hacemos de de esta oportunidad que tuvimos, y espero que os guste. Muchas gracias de nuevo, César, por la invitación, y ya sabes que estamos en contacto. Un abrazo.

Gracias, Paloma, un abrazo. Gracias de nuevo, Paloma, y gracias a ti por escuchar nuestra charla. Espero que la hayas disfrutado tanto como yo. Recuerda seguir el podcast para no perderte ningún episodio y dejar una pequeña valoración en iTunes o en la app que uses. Es muy útil para que otras personas puedan encontrarlo.

Muchísimas gracias por tu ayuda. Nos escuchamos en el próximo episodio, un episodio donde te voy a explicar el mejor método para aprender un idioma, o eso se dice. Te mando un abrazo grande, chau chau.

Podcast: Intermediate Spanish Podcast
Episode: E89 Emigrantes españoles. Una charla con Paloma de Sí Comprendo - Intermediate Spanish