Hola, chicos, ¿qué tal? ¿Qué tal? ¿Cómo estáis? ¿Cómo estáis? Bienvenidos, bienvenidos y bienvenidas a un nuevo episodio de nuestro podcast Español con Juan.
Ya sabéis, ya sabéis y y si no lo sabéis y si no lo sabéis os lo digo yo ahora mismo, que este es un podcast en español, solo en español para aprender español. Claro, claro. Algunas personas se se estarán preguntando, me imagino, se estarán preguntando, pero ¿esto qué es? ¿Por qué este tío habla en español? ¿Por qué habla solo en español?
Pues yo te lo explico, yo te lo explico. Hablo en español porque soy un profesor de español y creo que para aprender un idioma hay que hablar en ese idioma. Claro, Sí, pero como soy como soy como soy español como soy español y soy y enseño español, pues hablo en español. Si fuera imperfecto de subjuntivo profesor de italiano hablaría en italiano. Caria micci ben menuti tutti el mío podcast in italiano perim palar italiano.
Pero no, no, no, no, yo soy un profesor de español y enseño español. Y y claro, algunos se estarán preguntando, ¿pero por qué este tío habla raro habla raro? Hay mucho ruido ¿no? Hay un ruido de fondo ¿qué pasa? ¿Pues dónde está este tío?
Estoy en en mi casa pero hay mucho ruido aquí porque tengo todas las ventanas abiertas voy a cerrarlas chicos voy a cerrar las ventanas porque hay mucho llega mucho ruido de la calle a ver cierro esta ventana cierro la puerta de la habitación así vale cierro esta puerta también, de que tengo esto eso, qué follón, qué, a ver, estoy cerrando puertas, estoy cerrando puertas y ventanas, voy a cerrar la ventana más grande, tengo una ventana muy grande aquí que es por donde llegan todos los ruidos desde la calle claro porque, a ver había había un coche o algo una una alarma ¿no? Que sonaba muy fuerte. Voy a cerrar voy a cerrar la ventana que no se a ver que no se escuche nada a ver, así, vale, ahora creo que es mejor, ¿no? Ahora ya ahora ya no. Es que tengo todas las ventanas abiertas porque hace mucho calor, tío, hace mucho calor aquí en en Tenerife, estoy en Tenerife.
Es que claro, es que no nos hemos no nos hemos escuchado, no nos hemos oído desde hace desde hace un montón de tiempo y y claro, la última vez la última vez que que hice un episodio para para nuestro podcast, yo estaba en Italia, ¿os acordáis? No, os acordáis, yo estaba en Italia, estaba pasando una racha de mala suerte, una mala racha, ¿vale? Esa palabra es muy bonita, se usa mucho, Un tener una mala racha significa que estás pasando un período, un tiempo en el que todo todo te sale mal, ¿no? Tienes muy mala suerte, ¿no? Y yo llevaba llevaba una mala racha ¿vale?
Había tenido un montón de problemas y y me quejaba me quejaba en los últimos dos episodios, me he quejado mucho, me he quejado de mi mala suerte y no os lo vais a creer, pero sigo sigo con mi racha de mala suerte. Han han pasado dos o tres semanas desde el último episodio en el que os hablaba de mi mala suerte. Ahora recuerdo, ahora recuerdo, ahora caigo, ahora caigo, ahora caigo. ¿Conocéis esta expresión? Ahora caigo, ahora caigo significa que no que no que me caigo al suelo, popón, popón, no, no, no, no, ahora caigo significa que que ahora recuerdo, ahora recuerdo, ahora recuerdo el último episodio, sí, lo que quería decir es que yo había ido en bicicleta al mar, al puerto a tomarme un café, creo recordar, ¿vale?
Porque ya hace mucho tiempo y no no no recuerdo bien, tengo muy mala memoria, pero sí, yo creo que había ido al puerto a tomarme un café y, cuando quería volver a casa, la bicicleta, la rueda de la bicicleta se pinchó. Entendéis, ¿no? Tuve que volver a casa a pie empujando la bicicleta con con un calor espantoso, porque por por aquellas por aquellas semanas hacía hacía mucho calor, yo estaba en Italia, ya lo he dicho, ¿no? Estaba en Italia, hacía mucho calor, no podía dormir por las noches, estaba muy muy cansado YYY encima encima tuve que volver a, no sé, eran las once de la mañana o algo así, bajo el sol, allí pum pum pum pum, tardé, tardé un montón de tiempo en volver a mi casa, estaba hecho polvo. En fin, me han pasado muchas cosas muy malas, muy negativas, he tenido muy mala suerte, chicos, las últimas semanas, y y lo y lo que os quería decir es que sigo sigo con mi racha de mala suerte, sigo con mi racha de mala suerte, porque ahora estoy en Tenerife, claro, ahora estoy en Tenerife.
Si habéis visto los últimos vídeos que he publicado en YouTube, pues ya habéis visto que yo he estado viajando por algunas ciudades durante los últimos meses, ¿no? Fui a Salamanca, Ávila, en fin, y y ahora he venido a a Tenerife. Claro, algunos algunos algunos estaban pensando, qué vida, qué vida tan fantástica de este tío. Bueno, bueno, vamos a ver, vamos a ver. Es que tengo suerte, tengo un poquito de suerte, tengo un poquito de suerte porque tengo una amiga, tengo una amiga que es profesora, es profesora aquí en Tenerife.
Ella no es de Tenerife, ella es de de Valladolid, una ciudad también es muy bonita que tengo que ir, tengo que ir a Valladolid porque Y nunca he estado, nunca he estado, pero me han hablado muy bien de Valladolid y tengo que ir. Yo quiero ir allí, quiero hacer algún vídeo allí en Valladolid. Bueno, ese ese es otro tema, ese es otro tema. El caso es que mi amiga, mi amiga, que es de Valladolid, lleva un par de años, lleva un par de años viviendo en Tenerife, ella es profesora y de vez en cuando, de vez en cuando la mandan, el gobierno español la manda a ciudades diferentes. A ella le encanta, le encanta porque ella ella quiere, ¿vale?
Ella no es que la obligan, no la obligan, ella ella lo pide, ella lo pide, ella ella dice, sí, sí, sí, sí, yo quiero ir a otros a otra ciudad, yo quiero ir incluso a otro país. La tía la tía ha estado ha estado en Londres, yo la conocí en Londres, vamos, yo la conocí en Londres. La tía ha estado en Londres, ha estado en Alemania, ha estado, no sé, en Marruecos, creo también, en fin, la tía ha recorrido el mundo dando clase, ¿no? Ella es profesora, pero profesora con niños, con niños pequeños. Bueno, le encanta, le encanta su trabajo.
Y ahora la tía está aquí en Tenerife, ¿no? Lleva dos años aquí en Tenerife y y ahora en el mes de agosto me dijo Juan, bueno, yo mira, yo no voy a estar en Tenerife este mes, voy a voy a voy a ir a, no sé, creo que está en Barcelona, en Arica. La tía le le encanta le encanta viajar, ¿no? Es un culo inquieto, ella misma lo dice, ¿vale? Yo soy un culo inquieto.
No le gusta estar en el mismo sitio, ¿vale? No le gusta estar mucho tiempo en el mismo sitio, no le gusta quedarse siempre en el mismo lugar, le gusta viajar mucho, ¿vale? La tía, no sé, ahora creo que está en Barcelona o en Alicante, he perdido la pista. El caso es que me dijo Juan, bueno, mira, si tú quieres venir a Tenerife, yo te dejo mi casa, puedes venir aquí a Tenerife, estar aquí y no me tienes que pagar nada. Yo le dije, tía, pero te tengo que pagar el, por lo menos, no sé, la luz.
No, no, no, no, no te preocupes, no te preocupes, no te preocupes, nada, nada. Tú quédate allí tranquilo que y haz lo que quieras y tal. Y fantástico, ¿no? Entonces yo le dije, bueno, tía, me voy a me voy a ir a Tenerife este verano. Mientras tú estás por ahí recorriendo el mundo, pues yo voy a estar en Tenerife recorriendo Tenerife viendo la isla, que yo no yo no la conozco, ¿no?
Total, que me vine me vine para acá muy ilusionado, de verdad, muy ilusionado, pero, como os decía, mi mala suerte, mi mala suerte me persigue. Mi mala suerte me persigue, chicos, porque, de verdad, en primer lugar, yo tenía muchas ganas de venir a Tenerife, no no solo porque no había estado nunca aquí, sino además porque en Italia hacía mucho, mucho calor, había había una una ola de calor en toda Europa, ¿no? También en España, en fin, en muchos países, en Londres también hacía mucho calor. Ha hecho un calor inaudito este año, Se han alcanzado las temperaturas muy altas, ¿no? YYA mí me afecta mucho el calor, entonces, yo yo no podía dormir por la noche.
Yo, las últimas dos semanas en Italia estaba muy mal, estaba estaba hecho polvo, no podía dormir por la noche, dormía solo dos o tres horas. A veces no dormía nada, me quedaba dormido cinco minutos y me despertaba sudando. Una noche una noche estuve durmiendo en el en el jardín, en el jardín de la casa, me acosté, me tumbé en la hierba, ¿vale? Había un montón de mosquitos, en sí, un desastre. Pero no podía, estaba desesperado, de verdad, estaba desesperado, y entonces, no no podía trabajar, no podía hacer nada, no podía pensar.
Yo recuerdo la sensación de de de de no poder pensar porque estaba tan agobiado, tenía tanto calor que no me podía concentrar, ¿no? Total, que estaba desesperado y tenía muchísimas ganas de de de venir a Tenerife, ¿no? De voy a ir a Tenerife, yo me decía voy a ir a Tenerife, voy a ir a Tenerife, y y allí en Tenerife, pues voy a estar mejor, porque, claro, está lejos de Europa, ¿no? Está lejos de Europa, allí seguramente las temperaturas serán mejores, ¿no? Temperaturas serán mejores, ¿no?
Porque me habían dicho, me habían dicho que en Tenerife la temperatura es, más o menos, todo el año la misma, ¿no? Hace demasiado calor y no hace demasiado frío, ¿vale? Entonces yo tenía muchísimas ganas de venir a Tenerife, vine a Tenerife corriendo corriendo porque a ver si aquí puedo dormir. Chicos, ¿sabéis lo que pasó sabéis lo que pasó? En primer lugar cuando llegué bajé del avión y el el hacía un calor espantoso espantoso espantoso, es como si me dieran un una bofetada, un puñetazo en la cara, ¿no?
Un calor horrible, porque resulta que aquí, en Tenerife, hay hay ¿Cómo cómo cómo cómo explicarlo? Yo esto no lo sabía hasta que hasta que hasta que hasta que no vine. Hay microclimas, hay microclimas. Es decir, que depende de la zona, depende de la zona donde estás, en Tenerife, puede hacer más calor o más fresco o más más frío, depende de la altura, depende de si estás cerca o lejos del mar, en fin, en diez o quince minutos puede cambiar la temperatura muchísimo. Estás en un sitio que no puedes respirar del calor y te mueves un poquito y tienes frío.
Entonces, el resulta resulta que la casa de mi amiga está en en Santa Cruz de Tenerife, la capital, la capital de Tenerife, y Santa Cruz de Tenerife es un lugar donde hace mucho calor, mucho calor, chicos, mucho calor. Y esos días, esos días también había una ola de calor aquí. Yo pensaba que eso era todo, en Europa, que eso estaba pasando solo en Europa, pero no, aquí también había una ola de calor y yo no podía respirar, chico, no podía respirar. Vine aquí, tuve que abrir las ventanas, todas las ventanas, porque no no, para que entrara aire de la calle, ¿no? Porque no no podía dormir las primeras noches.
El problema el problema es que debajo de de la casa de mi amiga han puesto un bar, un bar, un restaurante, un restaurante de tapas, un bar de tapas, vamos, un bar de tapas. Mi amiga me dijo que antes antes de que abrieran antes de que abrieran este bar de tapas, pues la calle era muy silenciosa. No, no, no había ningún ruido, por aquí no pasaba casi nadie. Pero desde que abrieron este este bar de tapas, justo justo debajo de de de su casa, justo debajo de del piso donde ella vive, hay muchísimo ruido, chicos. Además, es que es un bar de tapas muy popular.
Yo no no sé, yo no no he estado nunca, no he estado nunca. Quiero ir, la verdad es que quiero ir porque parece muy bueno. Está siempre lleno de gente, desde por la mañana a las siete de la mañana hasta por la noche, cierran a las doce de la noche todo el santo día. Hay gente, os lo juro, no no hay no hacen pausa, están todo el día desde las siete que empiezan a poner desayunos hasta las doce de la noche, y es un ruido constante de gente, ¿no? He visto las las críticas en en Internet y parece que es un bar muy bueno, toda la gente está muy contenta, cocinan muy bien, se come muy bien, se bebe muy bien, los precios son muy buenos, es barato, pero, tíos, yo no puedo dormir porque, además, cuando cierran, la gente del bar se queda adentro y empiezan AAA limpiar, ponen la música muy alta, ¿no?
Mientras limpian ponen la música, por la mañana abren a las siete, pero a las a las cinco y media o a las seis ya hay gente ahí preparando preparando los desayunos, limpiando, preparando las mesas, en fin. Es un rollo, es un puto rollo, perdonadme, perdonadme el vocabulario, pero pero es que de verdad llevo llevo un tiempo pasándolo muy mal, pasándolo muy mal. Total, que claro, hacía tanto calor que tenía que abrir las ventanas, porque si no, no podía dormir. Y el problema es que cuando aquí abren las ventanas entra mucho ruido, entra mucho ruido y entra todo el ruido de la calle, ¿no? Y entonces, bueno, pues todo el ruido del bar.
Además, enfrente enfrente de donde yo vivo, de enfrente de la casa de mi amiga, hay, ¿cómo cómo cómo os puedo decir? Los los bidones los bidones de de la de la basura, los bidones de la basura, esos bidones grandes, hay muchísimos, hay diez o doce bidones ¿no? Para el cristal, para el papel, para el plástico, para la para los los residuos orgánicos, para todo, para todo, toda la ropa. Hay un montón de bidones, hay un montón y cada dos o tres horas pasa un camión, pasa un camión de día o de noche haciendo ruido. Un ruido espantoso, os lo juro, es es increíble.
Pasan a las doce de la noche, a las dos de la mañana, a las cinco de la tarde, boom, boom, boom, bum. Un ruido espantoso, no se no se entiende, no se estás hablando con alguien y no se entiende. Estás viendo una película en la televisión y y no la puedes escuchar porque el ruido es horrible, ¿no? Y claro, como tengo las ventanas abiertas, pues es todavía peor, se escucha mucho, se escucha mucho lo que el ruido el ruido de los camiones, ¿no? En fin, y luego la gente, claro, la gente pasa YYY tira la basura, las botellas, pin, bum, pin, la las bolsas de plástico, todo lo lo tiran ahí, claro, porque es el sitio donde viene toda la gente del barrio, toda la gente de ese barrio a tirar la basura.
Un desastre, chicos, un desastre. Bueno, y bueno, pero eso eso eso no ha sido lo peor, eso no ha sido lo peor de mi viaje a Tenerife. Porque claro, mucha gente estaba pensando qué vida qué vida se pega este tío. Primero en Salamanca, después en Granada y ahora en Tenerife, qué vidorra, en Italia también. Bueno, pues os os digo es que, claro, yo pongo fotografías en Instagram, yo pongo vídeos en YouTube y cuento las cosas bonitas, pero estas cosas no las cuento, no las cuento porque, claro, ¿cómo voy a contar yo que debajo de mi casa están los bidones de la basura?
Eso no tiene, no eso no es bonito, no puedo poner en Instagram una fotografía de un de un de un de un de un camión de la basura que pasa por mi calle, ¿no? No puedo no puedo hacer eso. Eso, la gente diría, pero este tío se ha vuelto loco. Pues, claro, yo en YouTube solo tengo solo puedo poner las cosas bonitas, las las fotografías de las playas, el Teide, ¿no? El volcán, el Teide, que he he hecho un vídeo, por cierto, he hecho un vídeo muy chulo, he hecho un vídeo muy chulo sobre el volcán del Teide, ya lo pondré, ya lo pondré.
Pero, claro, en las redes sociales hay que poner cosas bonitas, hay que poner las cosas las cosas que buenas que nos pasan. Por eso, yo no puedo publicar más. A mí me gustaría publicar más vídeos y más y poner más más fotografías en en Instagram, por ejemplo, Pero no puedo, tío, porque no me pasa nada bueno, todo lo que me pasa es malo. En fin, es que, de verdad, no puedo poner cosas bonitas, todo el mundo pone cosas muy bonitas, fotografías de atardeceres muy bonitos, gente, o sea, con con sus amigos tomando tomando una capiriña, un mojito, todos muy contentos, todos sonrientes. Yo no no puedo poner esas esas fotografías porque nunca estoy sonriente, tío, porque yo estoy de mal humor todos los días, desde que me levanto hasta que me acuesto, porque no puedo dormir, tengo mucho calor, viene la el camión de la basura, hace un montón de ruido, o 0 yo qué sé, o a la gente del bar que están ahí debajo todo el día pidiendo tapas y y comiendo y bebiendo, yo qué sé, yo qué sé, de verdad.
Entonces, un poco lo estoy pasando mal, pero como os decía, eso no es todo, eso no es todo porque mi mala racha, mi mala racha es terrible. Llevo llevo unos meses, llevo llevo una semana, llevo unos años, llevo una vida, chicos, llevo una vida de mala racha. Toda mi vida toda mi vida he tenido, es una mala racha desde que nací, de verdad. No me no me quiero lamentar, no me quiero lamentar, pero yo tengo mi mala suerte. Lo peor, no lo he dicho todavía, todavía no lo he dicho, todavía no lo he contado.
Mirad, mirad chicos, mirad. Lo peor fue lo ahora me río, ahora me río, pero fue un desastre, de verdad, fue un desastre. Yo vine aquí, mi mi amiga me había dejado las llaves, ¿vale? Mi mi amiga me había dejado las llaves debajo de la puerta, ¿no? Debajo de la puerta hay una hay una hay una alfombra, ¿no?
Una alfombra que pone pone A ver, espérate, me voy Es que no no me acuerdo. Voy a abrir la puerta, la puerta de la calle, ¿qué pone? Pone, ah, sí, bienvenidos, bienvenidos, va. Pone pone bienvenidos, ¿vale? Entonces, yo busqué debajo de debajo de la alfombrilla, ¿no?
Debajo de esta alfombrilla, felpudo también se llama felpudo, ¿vale? Felpudo. Busqué, levanté el felpudo y encontré efectivamente la llave de la puerta, porque mi amiga me había dejado la llave de la puerta de en el debajo del felpudo, ¿no? Muy bien, entonces abrí, no hubo ningún problema, la casa me pareció al principio claro, yo no me di cuenta de todos los problemas que había, del ruido, no me di cuenta en mi hija y me dije, oye que mira, pues está bien, es bonita, sí. No está mal.
Y total, que estaba muy cansado, estaba muy cansado. Y y cené algo así ligero, no mucho, y me fui a la cama, ¿vale? Me fui a la cama porque estaba muerto estaba muerto de sueño, ¿no? De llevaba muchas semanas durmiendo muy poco, el viaje en avión, en fin, el estrés, el cansancio, me fui a la cama. ¿Sabéis lo que pasó?
Llevaba llevaba como quince minutos en la cama, no sé qué pasó, me di la vuelta y crack crack, sentí un ruido crack y después del crack la cama se hundió hacia abajo, boom. Se rompió la cama, se rompió la cama de mi amiga, chicos, se rompió. Bueno, yo yo rompí la cama de mi amigo, de mi amiga, yo no hice nada, tío, yo no hice nada. Yo yo yo no estaba haciendo nada, yo estaba intentando quedarme dormido y se rompió la cama. Encendí la luz, claro, encendí la luz, eran las doce de la noche o así.
Encendí la luz, levanté el colchón, la cama se había se había roto, la madera de la cama se había roto, se había partido, se había separado en dos partes. La verdad es que era una cama muy barata, era una cama muy barata, muy muy mala, Porque, claro, como mi amiga viaja tanto, pues cuando llega a una ciudad nueva, ella no compra muebles muy caros, ella compra muebles muy económicos porque sabe que un año o dos años después se va a ir a otra ciudad. Entonces, en esta casa todos los muebles son muy malos, son son muy frágiles, son de mala calidad. Mi amiga es muy delgada, es muy es una chica muy delgada y muy bajita, es bajita y delgada. Y claro, para ella, pues esa cama iba bien, ¿vale?
Esa cama iba bien. Pero claro, llegué yo llegué yo, claro, pesó, yo que sé, bastante más que ella, ¿no? Pesaré veinte o treinta kilos más que ella, ¿no? La cama nos resistió, chicos, la cama nos resistió. Me llevé un susto de muerte, me llevé me llevé un susto de muerte.
Y total, aparte del susto que me llevé, me quedé muy preocupado, tío, me quedé muy preocupado porque, claro, ahora mi amiga, imaginaos ¿no? Mi amiga mi amiga se va de vacaciones, me deja la casa, me dice que no me va a cobrar nada, que no tengo que pagar nada, ni la luz ni nada, que me puedo quedar aquí en su casa mientras ella mientras ella esté fuera. Oye, y le rompo la cama la primera noche, qué deshace, qué desastre, me sentí fatal, me sentí fatal, me sentí fatal por ella, me me sentía muy culpable, tío. Y total, esa primera noche tuve que dormir en el suelo. Puse el colchón en el salón, en el comedor, lo llevé al salón, lo puse en el suelo y y dormí en el Está estaba estaba muy hecho polvo, estaba muy cansado.
Y, en fin, al final me quedé dormido, al final conseguí dormirme, eran las tres o las cuatro de la mañana, pero muy preocupado, ¿no? Y cuando me levanté por la mañana y abrí los ojos dije, oh, Dios mío, oh, Dios mío, le he roto la cama a mi amiga. La primera, no, es total. Que lo que hice fue, pues nada, miré el tipo de cama que ella tenía, hice un poco de, en fin, de busqué en internet y al final al final me di cuenta, ¿no? Me di cuenta de que ella la había comprado esa cama en en IKEA, IKEA, ¿no?
No no sé cómo se pronuncia en inglés, creo creo que es IKEA, ¿no? Esa esos esos grandes esos esos grandes almacenes de muebles, ¿no? Que se compran muebles principalmente, ¿no? En fin, para la casa, venden cosas para la casa que tienes que hacer tú mismo, ¿no? Tienes que ellos te venden te venden la las mesas, los sofás, las camas, todo, ellos te lo venden todo, pero tú lo lo tienes que lo tienes que hacer.
Ellos te venden te venden los muebles por partes, ¿no? No, yo yo creo que todo el mundo sabe qué es IKEA, ¿no? IKEA, en español decimos IKEA. Bueno, pues total, son muebles baratos, ¿no? Son muebles baratos, y mi amiga había comprado, estuve buscando en en Internet, había había comprado la cama más barata que había en IKEA, aquí en Tenerife, la más barata, tío, la más barata.
Y era, bueno, era tan barata que ya no ya no la hacen, tío, ya no la hacen. Me imagino que será, porque a mucha gente esa cama se le ha roto, me imagino que es por eso, se le ha roto la cama, y claro, los tíos de EKEA ya no la hacen, ya no la hacen. Ahora hacen otras camas, vosotros imaginaos que yo, que había venido aquí de vacaciones buscando descansar un poco, venir aquí, ir a la playa, a la piscina, relajarme, comer bien, dormir, hacer unos cuantos vídeos para YouTube, en fin, estar unos días aquí relajándome un poco, ¿no? Imaginaos el problema que me encuentro el primer día, la cama rota, tío, la cama rota, no podía dormir en Y me tuve que poner a buscar, en vez de irme a la playa, en vez de irme a la piscina, pues, ¿qué tuve que hacer? Tuve que irme a IKEA.
Yo lo yo, claro, aquí en Tenerife yo no sabía dónde estaba IKEA. Tuve que Normalmente, los almacenes estos de IKEA están en en las afueras, ¿no? Está en las afueras de las ciudades porque son muy grandes, ¿no? Y, claro, yo aquí no tenía coche y además no sé conducir, no sé conducir. Entonces, tuve tuve que buscar dónde era, tuve que buscar el autobús, en fin, un folio, estuve perdiendo todo el día.
El día siguiente lo perdí en eso, ¿no? Buscando información sobre la cama, porque yo, claro, yo quería yo quería comprarle una cama nueva a mi amiga. Claro, vengo aquí que, claro, la tía la tía pensaría qué cara qué cara más dura, ¿no? Qué cara más dura pensaría la tía, ¿no? Si si si yo no le compro la cama.
Entonces, claro, yo, hombre, claro, me fui a IKEA en autobús, hacía un calor, hacía un calor increíble, tuve que ir a IKEA, pero claro, el autobús no llegaba a IKEA directamente, los últimos, no sé, quince o veinte minutos tuve que hacerlos a pie de bajo el sol con un calor espantoso a las dos de la tarde, horrible horrible. Total, compré la cama en IKEA, un follón, no no no os cuento todos los detalles porque, claro, tuve que medir tuve que medir tomar medidas, ¿no? Comprar una cama que fuera igual a la que ella tenía, pero claro esa cama esa cama que ella tenía era tan tan barata y y era de tan poca calidad que que ya no ya no la hacen tío, ya no la hacen. Ahora hacen camas mejores, más resistentes, con que tienen que tienen la base de hierro, de metal, ¿no? La cama de mi amiga era muy débil, era era yo que sé, bueno, yo que sé, total.
Le compré la cama, le compré una cama nueva a mi amiga, o sea, todo el dinero que todo el dinero que había que había ahorrado, así porque, claro, no tenía que pagar la habitación aquí en Tenerife, todo este todo ese dinero lo tuve que gastar en comprarle una cama nueva a mi amiga. YYY, bueno, y no solo eso, no solo eso, claro, porque la cama llegó en partes, ¿no? En partes tres o cuatro días después y, claro, yo tuve que tuve que estar haciendo la cama, construyendo la cama, poniendo todas las partes juntas con los tornillos, ¿no? Entonces, los clavos, apretando tornillos, todo eso. Estuve, pues, dos días y medio, dos días y medio haciendo eso, porque no sé si habéis hecho alguna vez, si habéis construido, si habéis armado.
El verbo que estaba buscando era armar, ¿vale? Armar, armar el estos muebles, ¿no? Construir estos muebles de de Kia, no sé si alguna vez lo habéis hecho. Es un es un, no quiero decir una palabrota, no quiero decir una palabrota, voy a decir solo que es un rollo, es un rollo, es un rollo. Estuve un montón de horas, en fin.
Total, al final, bueno, una vez una vez ya tenía la tenía casi terminada y la y tuve que desarmarlo todo, ¿no? Ya ya la tenía casi armada y tuve que desarmarla toda completamente porque me había equivocado, había puesto un tornillo en el sitio equivocado y tuve que empezar de nuevo un desastre, ¿no? Un dolor de cabeza, un dolor de cabeza, chicos. Total, que en fin, eso eso fue eso fue eso fue terrible, eso fue terrible. Una mala suerte increíble.
Pero ahí no acaba todo, ahí no acaba todo, chicos, ahí no acaba todo. Es que mi amiga mi amiga me llamó por teléfono unos días después, me llamó por teléfono y me dijo Juan, ¿sabes lo que me ha pasado? Que me he caído, me he caído y me he roto una pierna. Chicos, mi amiga mientras yo mientras yo estaba aquí armando su cama porque se la había roto, ella estaba, no sé dónde estaba, no lo recuerdo, pero estaba estaba con sus amigos viajando, se cayó, se cayó en el campo, estaba caminando en el campo, se cayó y se rompió una pierna. Bueno, no se rompió, no se rompió la pierna, no no no no se rompió la pierna, pero se hizo mucho daño, se se hizo mucho daño y tuvo que volver tuvo que volver aquí a su casa donde yo estaba, ¿vale?
Tuvo que volver a su casa, entonces, le expliqué todo, le expliqué lo que había pasado, le expliqué lo de la cama. Ella me dijo, ay, lo siento, lo siento, es que la cama sí era era muy débil, era no sé qué era, es mi culpa. Y yo le dije, no, no, es tu culpa, no es tu culpa, no es culpa de nadie, simplemente, en fin, que se se ha roto la cama, no pasa nada. Pero claro, mi amiga estaba fatal, no podía caminar. Entonces yo le le le tenía que la le tenía que llevar las maletas, total.
Un desastre chicos, porque ella vino a tenerife porque tenía que ir al médico, fue al médico y y el médico le dijo que que que se tenía que operar y y total que mi amiga al dos o tres días después se fue a Barcelona a operarse a al hospital, en fin chicos, no no os cuento más detalles pero un desastre un desastre. Yo soy lo que se llama un gafe. ¿Conocáis la palabra gafe? Gafe es una persona que tiene mucha mala suerte y que, además, además, da mala suerte a otras personas, ¿vale? Existen ese tipo de personas, yo nunca he creído en ese tipo de cosas, yo nunca he creído en la mala suerte ni en la buena suerte tampoco, y mucho menos en en los gaces.
Yo yo para mí para mí los gaces no no no no existía, pero ahora, después de todo lo que me está pasando, después de todo lo que me ha pasado este año, sinceramente, chicos, yo creo que soy un poco gafe. Porque no solo es que se ha roto la cama de mi amiga, es que se le ha roto la pierna a ella. Bueno, no no se le ha roto, ya digo, no se le ha roto, pero casi casi se le ha roto la pierna. Y yo creo estoy estoy me estoy empezando a preocupar. En fin, chicos, que no sé, espero espero que esto cambie, espero que esto cambie alguna vez, ¿no?
Esta racha de mala suerte. Espero que empiece el el el el el periodo o la racha, espero que empiece la racha de la buena suerte, ¿no? Porque esto, si sigue así, me voy a volver loco. En fin, ya vamos a dejarlo por hoy, no os quiero no os quiero amargar más la existencia, creo que ya este, no voy a hablar más de mi mala suerte, ¿vale? Este es este es el tercer episodio de nuestro podcast en el que hablo de mi mala suerte.
Solo quería quería contaros de verdad lo que me está pasando, que no todo es tan bonito como parece en los vídeos, digo, en las fotografías de Instagram, que que pensáis cuando veáis esos vídeos que yo hago en la playa o no sé, esas fotografías que pongo tomando el sol o bebiendo cerveza, Vosotros pensáis que en el fondo, en el fondo soy una persona con muy mala suerte, que todo todo lo que me está pasando detrás, en fin, esto no lo puedo poner en los vídeos. Cuando veáis mis vídeos en el acueducto de Segovia o en en la Plaza Mayor de Salamanca, o 0 visitando las el el volcán aquí en Tenerife, o dando un paseo por la playa, nadando en la piscina, pensad en todo lo que me está pasando. Pensad en mi amiga con la pierna rota, pensad en mí durmiendo en el suelo, pensad en en en fin, en en en todas las cosas que que me que me que me han pasado este verano. Soy un pobrecito desgraciado, con muy mala suerte, un gafe, soy un gafe, chicos, soy un gafe, soy un gafe. Atraigo la mala suerte para mí y para los demás.
Estoy empezando a sospechar que soy un gafe, chicos, no me enrollo más, nos vemos, no, no nos vemos, nos vemos, nos escuchamos la próxima semana. Y ahora que he terminado de de de de grabar este episodio, voy a abrir la ventana, chicos, voy a abrir la ventana porque aquí hace un calor, de verdad, con la ventana con la ventana cerrada hace mucho calor, así. Ahora que entre un poco de un poco de aire, de verdad, porque me estoy ahogando. Bueno, chicos, venga, un abrazo. Adiós, hasta luego.
Hasta aquí el episodio de hoy, muchísimas gracias por escuchar hasta el final. Si quieres leer la transcripción de este episodio o de los episodios anteriores de nuestro podcast, visita nuestra página web, 1000 an 1 reasons to learn spanish. Allí encontrarás también ejercicios y muchos recursos para aprender español. Hasta pronto.