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Hasta ahora los grandes titanes de la industria financiera solían ser grandes bancos con inmensos balances de billones de dólares. Sin embargo, ahora eso ha cambiado. Desde principios de marzo de este 2020 y tras destronar al poderoso JP Morgan Chase, una empresa que todos conocemos, un simple procesador de pagos como Visa, se convirtió en la compañía de servicios financieros más valiosa de todo el mundo. En el momento de preparar este vídeo su valor de mercado asciende ni más ni menos que a 373.000 millones de dólares. Para que os hagáis una idea de sus dimensiones, actualmente Visa tiene emitidas 3.400 millones de tarjetas de débito y de crédito en todo el planeta.

Prácticamente una para cada dos personas que habitan nuestro mundo. Y es que eso es precisamente lo que hace esta compañía, coordinar una compleja red que intermedia los pagos que cientos, miles de millones de clientes hacen cada día a más de 60 millones de empresas. Es decir, empresas como Visa se han convertido en las autopistas de peaje del comercio mundial. Hablamos de un negocio multimillonario.)

Tan solo en 2017 los consumidores de Estados Unidos gastaron más de 6 billones de dólares usando sus tarjetas, lo que se tradujo en aproximadamente

74.000

millones de dólares en comisiones que fueron a parar a los bancos y también a estos servicios de intermediación de pagos. De esta forma, por si no te has dado cuenta, cada vez que pagas con una tarjeta de débito o de crédito estás alimentando a esta industria.)

Y eso Es precisamente lo que explica que tras Visa, el otro gran gigante de esta industria de medios de pago, Mastercard, se haya convertido ya en la tercera empresa de servicios financieros más valiosa de todo el mundo. Ahora bien, ¿Cómo funciona exactamente este negocio? ¿Podemos encontrar alguna diferencia entre las diferentes compañías que actúan en este mercado? ¿Qué hay detrás de estos grandes gigantes financieros? ¿Cómo y por qué se han convertido en los grandes titanes de la industria financiera?

Pues bien, arranquemos. En términos generales esta actividad, el modelo de negocio de Visa, por ejemplo, es muy fácil de entender.

Cada vez que alguien compra algo con su tarjeta de débito o de crédito se tiene que utilizar una infraestructura que conecta el punto de compra y la institución financiera asociada a la tarjeta. Es decir, una red que a cambio de una comisión conecta ambas partes de la transacción y hace que los fondos fluyan de un lado al otro.)

En un pasado vídeo, aquí en Value School os contamos cómo la crisis del coronavirus va a dejar a su paso perdedores y ganadores. Perdedores como las aerolíneas o ganadores como las empresas de comercio electrónico. Pues bien, este sector de medios de pago del que os vamos a hablar en este vídeo y en el que encontramos empresas tan conocidas que todos usamos como Visa, Mastercard o American Express es otro claro candidato a formar parte del elenco de industrias que aspiran a salir indemnes de esta complicada situación. Y eso es lo que explica que los dos grandes gigantes Visa y Mastercard hayan sufrido mucho menos el impacto del coronavirus que la media del mercado.

Por supuesto, esto no quiere decir que a corto plazo estas empresas no vayan a sufrir las consecuencias de una crisis inédita, especialmente si estas se alargan el tiempo. Al fin y al cabo, hablamos de empresas que básicamente ganan dinero con el número y el volumen de transacciones de compra y venta que cada día se producen en los mercados de consumo. Es decir, si la gente gasta menos, lo normal es que estas empresas ganen menos.)

Sin embargo, aún con ese escenario entre manos existen algunas claves que nos hacen pensar que estos negocios pueden salir incluso fortalecidos de todo este embrollo. Vamos a destacar 3. En primer lugar, es verdad que con las principales economías de todo el mundo cerradas se Espera que el gasto de los consumidores se desacelere durante los próximos meses. Transacciones diarias como vuelos, pagos en restaurantes o bares prácticamente han desaparecido. Sin embargo, por otro lado, los tiempos de cuarentena y confinamiento están acelerando el crecimiento del comercio electrónico.

Un tipo de comercio donde en la inmensa mayor parte de los casos se necesita pagar con tarjetas. Y aquí hay mucho espacio para crecer. Por ejemplo, en los Estados Unidos, la mayor economía del planeta, el comercio electrónico aún representa poco más del 12% de todo el comercio minorista.

En segundo lugar, este tipo de empresas son inmunes a los procesos de inflación que a medio plazo podrían llegar a desatar las medidas de expansión monetaria y gasto público anunciadas por gobiernos de todo el mundo. Estas empresas cobran comisiones que son porcentajes de las operaciones de compraventa que se realizan. Así que puede que los periodos de alta inflación no lleguen, pero si lo hacen estas empresas son ideales para defenderse de ellos.)

La tercera clave que podemos identificar es que el impacto social del coronavirus puede terminar traduciéndose en un mayor rechazo al uso diario del dinero en efectivo, que se ha demostrado como una importante fuente potencial portadora del virus. Y hoy por hoy el efectivo, el dinero contante y sonante, aunque está en franco retroceso, aún representa algo más del 30% del volumen de todos los pagos que se producen. Pero bien, llegados a este punto y antes de echar un vistazo Más de cerca a los principales actores de esta industria tenemos que identificar los dos modelos que existen. Veréis, como hemos dicho, tanto Visa como Mastercard y American Express son redes de pago. Sin embargo, encontramos diferencias importantes.

Por su lado, Visa y Mastercard no emiten tarjetas ni manejan el dinero, simplemente se encargan de intermediar las transacciones, es decir, controlan y gestionan la infraestructura que permite que los compradores paguen a los vendedores. American Express, por su parte, la tercera mayor compañía de esta industria, es algo diferente. No solo procesa los pagos sino que también actúa como prestamista. Es lo que se conoce como una red de pago de bucle cerrado. Es decir, American Express emite sus propias tarjetas y adelanta el dinero con el que sus clientes realizan los pagos.

Asume, por tanto, un riesgo de morosidad. Esto es lo que explica, tal y como veremos, que esta empresa tienda a cotizar a una relación precio-beneficios mucho más reducida. Y también que su corrección en bolsa tras desatarse la crisis del coronavirus haya sido mayor. Pues bien, ahora echemos un vistazo más detallado a estos colosos financieros.

LAS GRANDES AUTOPISTAS DEL COMERCIO MUNDIAL

Tan solo durante los últimos 5 años, mientras el S&P 500 se ha revalorizado algo más de un 30%, el precio de las acciones de Visa y Mastercard se ha multiplicado prácticamente por 3. Estas empresas se han convertido en una máquina de hacer dinero, casi en la definición perfecta de lo que en el mundo de la inversión se suele llamar empresas de calidad, es decir, una empresa con cuentas saneadas, con crecimiento y con ventajas competitivas. Echemos sin ir más lejos Un vistazo al caso de Mastercard. Durante los últimos 13 años su facturación ha crecido a un ritmo medio anual del 13%, mientras que su beneficio operativo lo ha hecho, sin embargo, a un ritmo de algo más del 22%. Un 22% de media cada año.

Ojo, ni siquiera la gran crisis financiera del 2008 frenó esta evolución. De hecho, como el negocio no requiere de grandes inversiones de capital para crecer, fijaos cómo ha evolucionado su margen operativo. Es decir, el margen que genera el propio negocio antes de tener en cuenta el resultado financiero. Es decir, por cada euro que factura la empresa gana 57 céntimos después de pagar gastos, salarios y tener en cuenta la amortización de los equipos. Para que os hagáis una idea supone uno de los márgenes más altos de todas las empresas cotizadas en bolsa.

Y otro apunte importante, como hablamos de un negocio que no requiere de grandes necesidades de capital durante este tiempo, su flujo de caja libre, es decir, el dinero con tanto y sonante que cada año genera la empresa ha crecido también durante este tiempo a un ritmo medio anual de más del

22%.) Y la pregunta es, a ver, si para seguir creciendo no necesita invertir grandes cantidades de capital, ¿Qué hace esta empresa con todo el dinero que genera año tras año? Pues básicamente repartirlo entre los accionistas. Fijaos, en 2019 con una facturación de unos 17.000 millones de dólares, Mastercard obtuvo un beneficio de algo más de 8.000 millones y repartió entre los accionistas 7.800, 1.300 millones en dividendos y 6.500 en recompra de acciones.)

El caso del número 1 del sector, el caso de Visa, no es diferente. Su facturación también ha crecido por encima del 12% durante la última década. Y de hecho, al ser más grande se aprovecha aún más de las economías de escala que tiene este negocio. De tal forma que en este caso el margen operativo se sitúa en torno al

65%, 8

puntos más que en el caso de Mastercard. De las 100 empresas cotizadas más grandes del mundo, tan solo 2, una empresa estatal de bebida china y la petrolera saudí Aramco, operan con márgenes más altos. Todo esto hace que de Cada 100 dólares que ingresa Visa, 52 terminan en las arcas de la compañía o mejor dicho en los bolsillos de sus accionistas. En 2019 facturó 23.000 millones y ganó algo más de

12.000.

Al igual que Mastercard, la inmensa mayor parte de los recursos generados por Visa se destinan a pagar dividendos y recomprar acciones.

Por supuesto, todo esto tiene su traducción directa en los mercados. Habitualmente estas dos compañías cotizan a un PER, es decir, a una relación precio-beneficio de más de 35 veces. Incluso ahora tras la corrección experimentada tras desatarse la crisis del coronavirus, el PER de ambas está por encima de 30, que vino a ser el doble que el PER de 15 al que ha cotizado históricamente la bolsa norteamericana. Y la pregunta es, ¿Por qué cotizan a un PER tan alto? Pues porque además de su enorme capacidad de generar flujos de caja, el mercado entiende que estas empresas tienen unas ventajas competitivas muy fuertes.

Es decir, lógicamente los ingresos de mercado existen, siempre existen. Podríamos pensar en nuevas disrupciones tecnológicas, presiones regulatorias o comisiones a la baja. Sin embargo, la experiencia y la eficiencia con la que estas empresas funcionan parecen hoy demasiado fuertes como para no considerar que a este negocio le queden muchos años de vida y mucho crecimiento por delante. Por otra parte, su sólida posición financiera ha hecho que durante los últimos años estas dos empresas se hayan convertido en importantes inversores en nuevas tecnologías fintech.

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de enero de 2020, Visa compra la fintech Play por 4.760 millones de euros. La multinacional estadounidense señaló que la compra de Play supone la entrada de un nuevo negocio y una mejora complementaria de sus negocios actuales.

Por cierto, un apunte, si queréis saber más sobre ventajas competitivas no os perdáis la Value Class de Juan Huerta de Soto, del equipo de inversión de Cobas, que publicamos hace un tiempo aquí en Value School. Os dejo el enlace en la descripción. Pero bien, dicho esto, echemos un vistazo a una de las más históricas compañías norteamericanas.

EL VUELO DEL CENTURIÓN

El negocio de American Express es un poco diferente al de Visa y Mastercard. En este caso American Express no solo se dedica a procesar pagos sino que también emite sus propias tarjetas lo que supone que actúa además como prestamista de sus clientes.

Es decir, que ante una crisis el negocio de American Express no solo podría resentirse por una caída en los volúmenes de compra de sus clientes sino también por mayores tasas de morosidad. De hecho, en esta línea, aunque la empresa es conocida sobre todo por sus tarjetas de cargo. Tarjetas que suelen tener una elevada cuota anual, que se liquida el saldo acumulado a final de mes y que cuentan con muchos servicios adicionales, sobre todo pensados para personas que viajan frecuentemente. Durante los últimos años esta empresa ha apostado fuerte por su negocio de tarjetas de crédito y préstamos personales, lo que lógicamente ha incrementado su riesgo ante una posible crisis económica.)

Esta es por así decirlo la parte negativa y lo que explica que la corrección sufrida en bolsa por las acciones de American Express durante la crisis del coronavirus esté siendo muy superior a la de Visa o Mastercard. Y es también lo que explica que históricamente su PER de cotización sea mucho más bajo, a aproximadamente la mitad que el de sus dos grandes rivales. De hecho, en el momento de preparar este vídeo, American Express está cotizando a un PER por debajo de 12 veces los beneficios de 2019, frente a por ejemplo el PER de más de 35 al que cotiza Mastercard.

Por otro lado, su punto fuerte es que es una tarjeta vinculada a clientes con rentas más altas. De hecho, los clientes de American Express gastan de media 3 veces más que los titulares de otras tarjetas al tiempo que históricamente sus niveles de morosidad han sido muy reducidos. Asimismo, el 80% de los ingresos no están ligados a los productos de crédito que son los que más riesgo tienen, sino que proceden de las cuotas anuales que tienen sus tarjetas y las comisiones por gestionar las compraventas.)

Por cierto, con una participación de casi el 20% ¿Sabéis quién es el mayor accionista de esta compañía? Pues ni más ni menos que Berkshire Hathaway. De hecho American Express ha sido una de las posiciones que más dinero le han hecho ganar a Warren Buffett. Y es que, por ejemplo, remontémonos hasta el año 1977, cuando un coche medio venía a costar unos 5.000 dólares y el salario medio en los Estados Unidos se acercaba a los 15.000. Pues bien, digamos que Si una persona joven hubiera invertido 1.000 dólares, el 7% del salario medio, en acciones de American Express en su primer día de cotización en la bolsa de Nueva York, hoy cuando ese no tan joven ya estaría cerca de su jubilación, ese paquete de acciones estaría valorado en más de 500.000 dólares.

Y eso sin contar los dividendos. En fin, así son las cosas. Espero que este vídeo os haya servido para entender mejor las características de una de las industrias más rentables que existen. Por cierto, ya sabéis que hace muy poco hemos cruzado la barrera de los 100.000 suscriptores aquí en YouTube y para celebrarlo hemos organizado un pequeño sorteo. Si queréis participar no olvidéis pasaros por la pestaña de comunidad de este canal, allí os contamos los pasos a seguir.

En fin, un saludo y hasta la próxima. Subtítulos realizados por

la comunidad de Amara.org