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Esta receta funciona para el más inexperto de los panaderos. Un pan de muerto que se deshace en la boca, que está increíblemente tierno, delicioso, húmedo, perfecto, sin amasar. Hola amigos, bienvenidos a Es con Acento. Yo soy Damaris y el día de hoy les traigo una receta que parecería una misión imposible. No si ustedes se han dado cuenta, si son mexicanos y viven fuera de México seguramente se han dado cuenta.

Que para hacer un pan de muerto con una miga, como debe de ser con una miga esponjadita, tierna, de algodón de azúcar, que parece casi entretejida por los dioses, hay que amasar. Y hay que amasar un montón. Si ustedes, como yo, tienen la fortuna de contar con una batidora de pedestal o amasadora, pues esto no es un problema. Tal y como quizás lo han visto en mi receta del pan de muerto más perfecto y esponjoso del mundo que subió el año pasado. Pero si no cuentas con una amasadora o batidora, lograr esa consistencia, lograr esa perfección de miga, lograr esa textura, te va a requerir mucho tiempo de amasado.

La verdad es que mis primeros intentos de hacer pan de muertos sin amasadora, sin batidora, fueron un completo desastre. De hecho, recuerdo que hace algunos años, mi amiga Mireya de Japón Bien Perrón y yo, estábamos con esa obsesión de cómo conseguirlo. Ella en Japón y yo en

ese tiempo vivía en Estados Unidos.

Recuerdo que ella me contó que con una receta de YouTube, ella tuvo que amasar hora y media, hora y media para conseguir la textura que ella estaba buscando. Y lo consiguió. Pero si les voy a ser sincero, amigos, yo no tengo mucha fuerza en las manos y tampoco tengo mucha paciencia. Así que yo, amasar una receta de pan de muerto a manos de esas masas súper pegajosas, súper enriquecidas y que parece que nunca, nunca van

a tomar forma... Pero

yo que no todo el mundo cuenta con una batidora y que no todo el mundo le gusta amasar. Pero yo creo que todo el mundo en estas fechas de tanta tradición mexicana, todo mexicano fuera de México y todo extrángero con amor por México debería poder disfrutar de un pan de muerto en casa digno de nuestro país y de las panaderías acrosantas de nuestro México lindo y querido. Así que el día de hoy estoy haciendo un experimento. Vamos a preparar un pan de muerto sin amasar. Un pan de muerto sin amasar, así como lo oyen.

Suena imposible, pero amigos, les adelanto que no lo es. Esta receta funciona para el más inexperto de los panaderos, para el más inexperto de los reposteros y para aquellas personas que no estén dispuestas a amasar o no cuenten con batidora. Estoy convencida que es la receta de pan de muerto más fácil y más deliciosa del mundo Y se van a sorprender con los resultados porque yo estoy todavía que no me lo puedo creer. Así que sin darle más vueltas al tema, vámonos a los ingredientes que necesitan para esta receta.

Vamos a necesitar 500 gramos de harina de fuerza, es decir, harina con al menos 11% de proteína, 200 gramos de leche tibia, 14 gramos de levadura, 150 gramos de huevo, 100 gramos de azúcar, 115 gramos de mantequilla derretida y 7 gramos de sal, además de la piel de una naranja. Y para decorar necesitaremos un huevo, una cucharada de leche, un poco de mantequilla y azúcar para espolvorear. Comenzamos derritiendo la mantequilla a baño maría o en microondas. Y mientras tanto ponemos tres huevos en un bowl y los batimos para pesar exactamente 150 gramos. Y mientras la mantequilla se enfría vamos a poner una cucharada de la harina y del azúcar que ya tenemos dividida para nuestra receta y la vamos a mezclar con la leche y con la levadura.

Mezclamos con un batidor de globo o con un tenedor hasta que no queden brumos. Y reservamos. Ahora mezclamos la harina con el azúcar, con la ayuda de una cuchara de madera o de un batidor danés como el que yo estoy utilizando en esta receta que es maravilloso para mezclar masas pesadas. Y agregamos la mezcla de leche y levadura una vez que ya está tan espumosa como se ve en el vídeo. Agregamos el huevo y comenzamos a mezclar.

Y una vez que hemos conseguido mezclar todos los ingredientes sin que queden partes de harina secas en el bowl, vamos a agregar la mantequilla. Mezclamos por un par de minutos hasta que la masa absorba toda la mantequilla que está en el bowl. Y a medida que la mantequilla se va absorbiendo, es más fácil completar este paso con las manos. Una vez que hemos conseguido una mezcla homogénea, vamos a agregar nuestra ralladura de naranja, también conocida como piel de naranja, y por supuesto la sal. Mezclamos hasta asegurarnos que estos dos ingredientes queden bien integrados en toda nuestra mezcla y especialmente que los grumos o los granitos más bien de sal no se sientan más en la masa.

Este proceso no debe tomarte más de 5 minutos. Cubrimos bien nuestra masa y vamos a dejarla reposar por aproximadamente 1 hora y media, 2 horas, hasta que aumente su tamaño considerablemente. Si en tu casa, al igual que en la mía, está haciendo frío, te recomiendo poner la masa a reposar dentro del horno apagado, pero con la luz encendida. Y exactamente dos horitas después, Miren cómo ha crecido nuestra masa.

Está más que lista para poncharse

y

para darle forma.

Trabajamos y estiramos nuestra masa para darle forma de cilindro. Puedes cerrarla del centro si te parece más sencillo como lo muestro en pantalla. El objetivo es formar un cilindro más o menos parejito que vamos a cortar en cuatro partes iguales. Y vamos a usar una de estas partes para los huesitos. Mientras que estas van a formar nuestros panes.

Yo estoy trabajando con una superficie cubierta con un poco de aceite de cocina y estoy usando aceite en las manos para que sea más fácil manejar la masa. Trabajamos de esta manera hasta obtener tres bolitas de masa parejitas y que se ven lisitas en su superficie. Ponemos nuestras bolitas de masa sobre una charola cubierta con papel para hornear o engrasada y enharinada y vamos a presionarlas un poquito para que se extiendan, especialmente de las orillas. Hacemos lo mismo con la tercera porción de masa y reservamos. Ahora el trozo de masa que nos quedó para los huesitos vamos a agregarle un poquitín de harina porque queremos que esta masa nos quede un poquito más firme para que los huesitos no desaparezca en nuestro pan y amasamos hasta integrar

y una vez que hemos

integrado esta masa vamos a estirarla bien y vamos a cortar nueve partes más o menos iguales y ya está Tenemos los trozos de masa para los huesitos y para las cabecitas.

Voy a

agregar un poquito más de harina en la superficie. Y para los huesitos la técnica es la siguiente vamos a tomar uno de los trocitos de masa y vamos a hacer esto con los dedos bien abiertos y aquí tenemos uno de nuestros huesitos Continuamos con el mismo procedimiento con seis de los trozos de masa. Ahora para las cabecitas vamos a tomar los tres trozos restantes y simplemente vamos a bolearlas hasta que nos queden bien lisitas Y listo. Y a continuación vamos a posicionar los huesitos sobre nuestros panes. Y vamos a reposar entre una hora y hora y media hasta que aumenten considerablemente su tamaño.

Y una vez que ha pasado el tiempo

de nuestro segundo leudado y nuestros panes están así de esponjaditos y de gorditos, Vamos a preparar el barniz con un huevo y una cucharada de leche. Batimos y vamos a barnizar nuestros panes con esta mezcla. Mezcla horneamos en horno precalentado a 170 grados centígrados entre 20 y 25 minutos. Y ahora quiero que observen qué bellezas, cómo se inflaron, cómo se abrieron, cómo crecieron y los suavecitos que están. Y a continuación mientras nuestros panecitos están calientitos vamos a untarles mantequilla por completo en todas partes y una vez que están bien cubiertos y brillositos agregamos el azúcar y

ahora Y

ahora, vamos a partir esta belleza. ¡Ay Dios mío! Madre Santa con esta miga. Es que Dios Santo.

Yo no si ustedes alcanzan a ver esta miga, pero por lo menos voy a intentar que la vean.

O sea, es que Dios Santo.

Madre Santa. Este que babeo, y no lo he probado, me ha aguantado un montón para este momento La textura es perfecta, No si se alcancen a ver esta miga de algodón de azúcar. Está increíble. Va de nuevo para

que vean que la textura es realmente mágica. No sé, es que me inventen.

Y esta cosa increíblemente esponjada, increíblemente tierna y sin amasar, es que no lo puedo creer

Bien.

Quítenme esta tentación de enfrente porque me la voy a terminar completita. Así que amigos, si ustedes quieren lograr un pan de muerto con una mía increíblemente esponjada, suave, con textura de algodón de azúcar y sin amasar, esta es la receta que tienen que usar. Si por otra parte ustedes no tienen problema con amasar o tienen máquina amasadora pues vayan a mi otra receta porque ciertamente creo que la mayor diferencia no es en textura ni en sabor, la diferencia es que a través del amasado intenso de la otra receta se consigue una estructura un poco más consistente que da resultados más estéticos y más fotogénicos. Francamente si yo no tuviera amasadora siempre haría esta receta porque es que el resultado es increíblemente bueno y delicioso. Aunque la presentación no sea tan perfecta, Es que de verdad yo estoy enamorada del resultado.

Amigos, este es el pan de muerto sin amasar más fácil del mundo y más delicioso del mundo. Si están buscando el pan de muerto más delicioso y perfecto del mundo, ya saben, vayan a mi otra receta. Veredicto, lo conseguimos. Un pan de muerto que se deshace en la boca, que está increíblemente tierno, delicioso, húmedo, perfecto, sin amasaje. Muy bien amigos, esto ha sido todo por el día de hoy.

Espero que hayan disfrutado de esta receta, que se animen a hacerla y que me dejen sus comentarios acerca de cuáles fueron los resultados que estoy segurísima de que van a ser increíbles y espectaculares como estos. Recuerden suscribirse a mi canal si aún no lo han hecho y dejarme sus likes que eso nos ayuda muchísimo para que este proyecto siga creciendo. Les mando un beso muy grande y nos vemos muy pronto en una nueva receta en Es con Acento. Bye!