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Chicos, ¿qué tal? En este vídeo vamos a ver cómo empacar o cómo cómo hacer la maleta antes de salir de viaje, pero en contexto, en el contexto de una historia. Yo creo que de esa forma se aprende, se aprende de un modo un poco más natural, ¿no? ¿Estáis listos? ¿Estáis listas?

Pues venga, empezamos. Bueno, yo yo soy una persona que viaja mucho. Cuando era joven, la verdad es que no prestaba mucha atención a cómo a cómo hacía la maleta. Yo estaba tan entusiasmado con el viaje que iba a hacer, tenía tantas ganas de ir a otros países, de ver el mundo, que nunca nunca nunca pensaba nunca pensaba en que tenía que preparar el equipaje que tenía que tenía que empacar, ¿no? Yo pensaba yo pensaba lo importante lo importante es viajar.

La maleta, la maleta da igual. Si la ropa se arruga, ¡que se arrugue! Que se arrugue. Da igual, no importa. Lo que lo que yo quiero es ir, ir a otros países, conocer otras culturas.

Eso eso es eso es lo que yo pensaba. Y lo dejaba todo, lo dejaba todo para el último momento. No pensaba, no pensaba en hacer la maleta hasta que prácticamente ya era la hora de salir corriendo, de prisa, porque si no llegaba tarde al aeropuerto y perdía el avión. Entonces, claro, con las prisas lo metía todo de prisa, de mala manera. Hacía una pelota, hacía una pelota con la ropa y la iba metiendo así, no, todo, las camisetas, Las camisas, los calcetines, los calcetines, el jersey, los pantalones, los pantalones vaqueros, también una pelota y el entro.

¡Y así, así todo! Y luego cerraba la maleta. Ni siquiera la cerraba bien, ni siquiera la cerraba bien. No tenía ni siquiera un candado para cerrar la maleta. ¡Un desastre!

Mi madre me decía pero Juanito, Juanito, ¿dónde vas? ¿Dónde vas con la maleta? Así. ¿Qué va qué va a pensar la gente? ¿Qué va a pensar la gente si te ves con la con la ropa así, tan arrugada?

Cualquiera, cualquiera que te vea, pensará que eres muy sucio. Parece mentira que seas hijo mío. Yo le contestaba, Mamá, a mí, a me da igual lo que piense la gente. A no me importa la opinión de nadie. Yo lo que quiero es viajar, ver el mundo.

Pero entonces pasó algo, pasó algo que cambió mi vida para siempre. Resulta que en un viaje que hice a París perdí la maleta. En realidad no la perdí, sino que me confundí, me confundí de maleta, me confundí de maleta. Lo que pasó fue que, bueno, acabo de llegar a París y estaba en el aeropuerto esperando a que a que llegara mi equipaje, ¿no? En la cinta, esta cinta que hay, esta cinta transportadora, ¿no?

Y la gente iba cogiendo cada uno la suya, ¿no? Yo cogí la mía. En cuanto la vi, en cuanto la vi que llegaba con la cinta, yo la cogí. El problema es que cogí la maleta equivocada, tío. Cogí la maleta equivocada.

Cogí una maleta que se parecía mucho, se parecía mucho a la mía, pero no era la mía, era la maleta de otra persona. Lo peor fue que no me di cuenta de que había cogido la maleta equivocada hasta que llegué al hotel y la abrí y cuando la abrí me encontré que estaba llena de ropa de otra persona, de una de una mujer, era era ropa de mujer y me dije nos hemos confundido los dos de maleta yo tengo la suya y ella tiene la mía entonces bueno yo lo primero lo primero que pensé fue lo mejor lo mejor es que vuelva al aeropuerto y que hable con alguien de la compañía aérea con la que he volado y explicarle, explicarle lo que, bueno, explicar lo que ha pasado. Seguramente, seguramente ellos sabrán cómo resolver el problema, ¿no? Y Estaba a punto, estaba a punto de salir de la habitación cuando me llamaron por teléfono desde la recepción del hotel. ¿Sabéis quién era?

Era la mujer que había cogido mi maleta por equivocación. La dueña, la dueña de la maleta que yo tenía. Yo no sabía cómo, pero la tía había, había dado conmigo. ¿Dónde está usted? ¿Dónde está usted?

Estoy aquí, estoy aquí en el vestíbulo de su hotel. He traído su maleta para hacer el intercambio. Yo le doy la suya y usted me da la mía. Perfecto, perfecto, genial. Aquí estoy, aquí estoy, le espero.

Y entonces, nada, cogí la maleta, Bajé al vestíbulo del hotel en el ascensor. Cuando llegué al vestíbulo del hotel me encontré, me encontré que se trataba de una chica joven, más o menos, más o menos de mi edad y además, además era, era guapísima, elegante. En cuanto la vi, pensé ¡Es muy guapa! Es muy guapa. Es la chica, es la chica más guapa y elegante que he visto nunca.

Me saludó en francés porque era era francesa. Bonjour, je suis Marie. Cuando la escuché hablar en francés, sentí algo, sentí algo en el estómago, sentí algo aquí en el estómago y pensé, esta, Esta es la mujer de mi vida. He encontrado, he encontrado a mi media naranja. Igual lo que yo sentía en el estómago eran gases, igual eran gases, porque en el avión había estado bebiendo agua con gas, pero en aquel momento, en aquel momento yo pensé, yo pensé que era amor, yo pensé que era amor, amor, amor, amor de verdad.

O sea, en otras palabras, que me enamoré, me enamoré enseguida de María. Fue un amor a primera vista. Yo entonces no tenía gafas, Fue un amor a primera vista. Me enamoré nada más verla. Quedé patidifuso completamente, como en las películas.

Yo es que de joven, de joven era muy enamoradizo, me enamoraba con mucha facilidad, pero aquella vez, aquella vez era diferente. En cuanto la vi, en cuanto vi a Magui, pensé, esta, esta es la mujer de mi vida, Esta es la mujer de mi vida. Si dejo pasar, si dejo pasar esta oportunidad, me arrepentiré toda mi vida. ¿Sabéis qué hice? Le declaré mi amor a Magui.

Me puse de rodillas y le dije... Yo hablaba, Yo hablaba un poco de francés, ¿vale? No muy bien, no muy bien, pero lo chapurreaba un poquito y le dije je vous aime, je vous aime Marie. Je ne peux pas vivre sans vous, Marie, je vous aime. Yo no puedo vivir sin ti.

Eso, eso fue lo que le dije. Eso fue lo que le dije a la tía aquella. La tía se echó a reír. La tía se echó a reír y me dijo Desolé, désolé, mais vous êtes un gros cochón, un gros cochón. Et je ne vous aime pas.

Je ne vous aime pas du tout. Y se fue, se fue y me dejó allí. Solo, solo comprendí lo que había pasado cuando solo, derrotado, triste, llegué a la habitación del hotel y abrí la maleta, mi maleta. Entonces comprendí lo que había pasado. La tía, la tía había abierto mi maleta y había visto que toda mi ropa estaba hecha una pelota.

Todo, todo estaba, todo estaba hecho una pelota, todo estaba metido mal, desorganizado, la ropa limpia con la ropa sucia. Un, un desastre, un caos total. Es que, además, además yo en aquella época, en aquella época, tenía tenía la manía de poner la ropa interior, la ropa interior sucia, encima de toda la ropa. Y claro, lo que había pasado, lo que había pasado era que Magui había abierto mi maleta, había visto mi ropa interior sucia y había pensado que yo era un guarro, un cerdo. Eso es lo que había pensado.

Fue muy duro ser rechazado por la mujer de mi vida, pero fue aún aún peor aceptar que yo era un grocosón, un cerdo, un guarro. Lo intenté, lo intenté, intenté aprender a organizar bien la maleta, a doblar bien la ropa, a ponerlo todo de forma ordenada, pero pero sinceramente no me sale, no me sale. Soy un manazas, soy un manazas. No soy capaz, no soy capaz de doblar bien las camisas, ni los jerseis, ni los pantalones. No me sale, tío, no me sale.

Pero tengo un truco, tengo un truco para que no me vuelva a pasar lo que me pasó en París de joven con con Marí. Sí, ahora, ahora escuchad, escuchad con atención porque este este puede ser un buen consejo también para vosotros. Ahora Lo que hago es que uso, uso un candado, uso un candado así muy bonito con forma de corazón, porque yo sigo siendo, sigo siendo muy romántico. Uso este candado para cerrar la maleta y así nadie, nadie la puede abrir. Hay que tener, hay que tener un poco de imaginación.

Este simple objeto, un pequeño candado para la maleta, pues me ha cambiado la vida, me ha cambiado la vida completamente. Chicos, chicos, chicos, espero espero que os haya gustado este vídeo. Si os ha gustado, dadle, dadle, dadle a me gusta, por favor, dadle a me gusta y suscribíos, suscribíos a nuestro canal aquí a Español con Juan. De esa forma me ayudáis mucho a continuar haciendo este tipo de vídeos para aprender español en contexto. Un saludo y nos vemos, Nos vemos en el próximo vídeo.

¡Hasta luego!