la ducha fría. ¿Cómo estáis? Espero que estéis estupendamente bien y disfrutando de comienzo de semana. Y bueno, hoy volvemos con un tema muy, pero que muy interesante, que además creo que puede ser muy práctico en cuanto a la aplicación que tiene nuestra vida, porque es una cosa que... En la que no solemos pensar demasiado, que no solemos tenerla en cuenta, y en
el fondo tiene muchísima relevancia en la forma en la que vamos a vivir y las acciones que vamos a tomar. Y este tema que vamos a tratar hoy es el dominio de los pensamientos y el control mental, la forma en la que utilizamos nuestra mente, cómo nos dejamos llevar, cómo a veces tomamos las riendas y cuidamos la calidad de nuestros pensamientos y eso luego acaba teniendo unos resultados muchísimo mejores normalmente a cuando nos solemos dejar llevar por todo lo que nos rodea. Y antes de comenzar me gustaría retomar una frase que dije ya hace bastante, bastante tiempo y que no la he vuelto a utilizar, pero es una frase, una oración, ¿no? Que dice La calidad de tus pensamientos determinará la calidad de tus creencias. La calidad de tus creencias determinará la calidad de tus decisiones y la calidad de tus decisiones determinará la calidad de tus acciones y serán tus acciones la que forjen tu identidad, la forma en la que eres, la persona en la que te conviertas.
Y esta sucesión de eventos, que son pensamientos, creencias, decisiones, acciones, e individuo, persona, identidad, empiezan,
si os fijáis, por los pensamientos.
Y es que los pensamientos, en
el fondo, son la semilla de todo. Si tú cuidas tus pensamientos y te aseguras de que sean de calidad, ¿vale? De intentar evitar esas espirales negativas en las que todos nos metemos a veces e intentar cuidarlos, las cosas te van
a ir mejor. Porque esa calidad de pensamiento luego la vas a traducir en la forma en la que interpretes el mundo y te interpretes a ti mismo y en última instancia influirá en las decisiones y las acciones que tú decidas tomar como individuo. ¿Cuál es el problema? El problema es que ya os estaréis imaginando La calidad de los pensamientos y el control mental, que es que, fijaos, digo control mental y hasta parece algo de Jedi, ¿no? De Star Wars, porque es algo que no nos criamos con ello, no recibimos mensajes en cuanto a este control mental, a cuidar la calidad de los pensamientos que tenemos en la mente.
Y es un factor que es prácticamente inexistente, al menos en las sociedades modernas. Pensadlo. ¿Cuántos
de vosotros habéis tenido una educación en la que os hubieran dado a entender que vosotros podéis influir, en cierta medida, que ahora veremos que es más grande de la que pensamos, en la calidad de vuestros pensamientos, en la forma
en la que pensáis. Nunca, al menos en mi colegio, en el instituto, en la universidad, a mí jamás me hablaron sobre este tipo de cosas. Era más
pues... Adquirir conocimientos, más que conocimientos, información. Luego escupirla en
un examen y así sucesivamente a lo largo de los años sin pararse en temas que realmente podrían haber tenido muchísima más relevancia en mi vida. E imagino que todos vosotros podréis saber de lo que hablo, porque habréis tenido una educación, imagino, sobre todo en el colegio y en el instituto, que son las edades en las que más absorbemos y creamos nuestra identidad cuando recibimos este tipo de educación bastante desfasada. Y ya no sólo en el tema de la educación, sino que
es que además todos los estímulos que nos rodean a día de hoy,
tan extendidos por la tecnología, que al final estamos delante de pantallas todo el día, cuando salimos a la calle siempre llevamos nuestro móvil encima, siempre estamos conectados y a través de esa conexión siempre estamos recibiendo estímulos constantemente,
De hecho eso es un poco locura
y todo, la cantidad de estímulos que recibimos a diario a través de las pantallas. ¿Cuántos de esos estímulos os fomentan o os incitan a ejercer un mayor control sobre vuestros pensamientos. Lo mismo, como no veáis contenido como el mío, el de otros creadores de desarrollo personal o bueno, os guste leer libros de filosofía y demás, por ejemplo, y budismo me gusta tanto porque hace mucho hincapié en ese control mental, en cuidar nuestra mente y los pensamientos que tenemos en ella, pero en general ninguno de los estímulos que recibimos a diario nos incita a ejercer este control mental. De hecho, todo lo contrario. Todo lo contrario.
De hecho, todas las empresas, todas las redes sociales y las entidades que en el fondo juegan con nuestra atención y nuestro tiempo y también con nuestro dinero, es decir, los recursos vitales con los que nosotros
contamos, lo que les interesa es que nosotros no ejerzamos ese control mental porque si lo ejerciéramos
a lo mejor no haríamos tantas compras impulsivas, no gastaríamos tanto tiempo en las redes sociales y bueno no dedicaríamos tantos de esos recursos en puras banalidades muchas veces y puro entretenimiento que en el fondo lo único que nos hace es quedarnos cómodos con la mediocridad y no intentar dar más de nosotros y ese un poco el funcionamiento que hay hoy en día esperamos siempre actuamos esperando algo de los demás y en este sentido pues estas entidades estas empresas juegan con esos estímulos para fomentar que nosotros nos dejemos llevar y no ejerzamos ese lado racional. Y en el fondo es este lado racional al que apelan muchísimos autores, desde como he dicho el budismo, el estoicismo y demás, el que deberíamos entrenar como si fuera un músculo, el que deberíamos dominar y el que debería anteponerse en la mayoría de las situaciones de nuestra vida y no ser tan reactivos, no permitir que cualquier estímulo pueda incidir sobre nosotros y ese estímulo Y la forma en la que nosotros saltamos, reaccionamos ante él, determine nuestras acciones. Porque además, normalmente, cualquier decisión basada en la emocionalidad, en una emoción puntual que recibimos, cualquiera Ya puede ser enfadarnos porque alguien nos ha criticado y reaccionamos acorde a ese enfado que sentimos dentro.
O en
el tema de las compras, recibir un estímulo de un artículo o un servicio que nos atrae muchísimo y dejarnos un dinero que
a lo mejor podríamos haber ahorrado para invertir en cosas mucho más productivas y que nos mejoraran como persona
y nos dejamos llevar y hacemos eso entonces es esta reactividad con la que tenemos que tener bastante cuidado para permitir siempre que el lado emocional sea el cuyo lado emocional el lado racional sea el que tome la última decisión y no nuestro lado emocional porque el lado emocional vos responde a
las emociones no a la razón no a la lógica no a un análisis sino responde a un impulso Y si nos acostumbramos a actuar acorde a impulsos, a emociones, no utilizando nuestra cabeza para anteponernos a ciertos miedos que todos tenemos, sino acorde a las emociones, pues las cosas nos van a ir muchísimo peor. Pero muchísimo peor. No vamos a poder hacer ni avanzar en muchísimos ámbitos de nuestra vida. Tú imagínate, Si quieres entrenar y te domina el miedo a que las personas en el gimnasio te vean con un mal físico, ahí estás actuando acorde
a una emoción, que es el miedo, que además es una emoción muy muy potente que determina la vida de la mayoría de las personas desgraciadamente. A todos nos afecta en cierta medida, solo que si conseguimos anteponernos a ese lado emocional y utilizamos nuestro lado racional, pues vamos a Poder darle unas cuantas vueltas, darnos cuenta de que la gente no le interesa a nuestro físico, darnos cuenta de que vamos a tener que ser unos novatos si queremos empezar a entrenar y tener buen físico, y vamos a tener que crear disciplina y que si nos dejamos llevar por ese miedo jamás lo vamos a lograr. Entonces, de eso va este capítulo. De darnos cuenta de que podemos controlar nuestro lado racional, podemos ejercer un mayor control mental para no ser tan reactivos y en el fondo tomar mejores decisiones que nos lleven a mejores acciones y que esas mejores acciones basadas en la racionalidad y no en los impulsos nos otorguen en el fondo una vida mejor y sobre todo dejar claro que esto no significa que no podamos sentir las emociones porque muchas personas ante esta anteposición del lado racional pueden decir cosas como ya pero es que si no la vida es muy aburrida si no sentimos las emociones de qué sirve todo esto y estoy completamente de acuerdo.
O sea, yo creo que las emociones y los sentimientos que obtenemos del entorno dan muchísimo color a esta vida y es fundamental que busquemos voluntariamente estas experiencias. La diferencia entre el control mental y el sentir las emociones es que tú puedes sentir las emociones. Otra cosa es basar tu vida acorde a esas emociones, tomar decisiones acorde a esas emociones Y eso no tiene nada que ver con sentirlas. Tú puedes sentir todo lo que quieras. De hecho, si aprendes a anteponer tu lado racional, es probable que acabes sintiendo muchísimas más emociones y pases por muchísimas más experiencias porque ese miedo no te controlará.
Ese miedo a incertidumbre, a lo desconocido, no te controlará. Antepondrás tu lado racional y podrás tomar decisiones y acciones que te otorguen más sentimientos y más experiencias. Pueden ser cosas como hablar con la persona que te atrae y al final tener una relación sana, o viajar, o emprender nuevos proyectos, o aprender nuevas habilidades. Todo eso te
va a otorgar nuevas sensaciones, pero estarán muchas veces basadas en la anteposición del lado racional al lado emocional en el sentido de que puede ser miedo lo que te frene. Así que esto sería un poco la historia que hay detrás de esta anteposición del lado racional que al final es lo que nos diferencia como seres humanos.
En mi caso, recuerdo que antes, bueno, antes hace por lo menos tres años, ¿no? Ahora me siento mucho más estable emocionalmente y mentalmente, ¿no? Siento muchísimo mayor control sobre los pensamientos y soy capaz de pillarme muy rápido
cuando empiezo esta espiral
de pensamientos improductivos y que al final te generan estas creencias que te hacen tomar decisiones y acciones que sabes que no te van a venir bien, ¿no? Ahora puedo pillarme muy rápido. Pero recuerdo que en el pasado no hacía esto. Y estoy seguro de
que la mayoría de vosotros estáis en ese punto. De...
Te vas a dormir, estás conduciendo, estás trabajando y de repente empiezan estos pensamientos negativos, ¿no? De... Yo qué sé, ¿me voy a quedar solo toda la vida o qué va a pasar conmigo? ¿Voy a tener siempre este trabajo de mierda y empiezas a tirar del hilo de ese pensamiento y empiezas a deprimirte tú solo. Y esto es algo que a mí me pasaba y estoy seguro de que a muchísimos de vosotros también os pasa.
Y de hecho cuando analizamos esto en las consultas privadas, porque es uno de los temas que más suele limitar a las personas al final porque
si tú no eres capaz de controlar tus pensamientos va a ser muy difícil, muy complicado que te antepongas al miedo que hemos comentado antes. Entonces, sí que poco a poco, a través de unas técnicas que vamos a comentar ahora, sí que he ido siendo más capaz de anteponer el lado racional y dejar un poco ese lado emocional aparte y ser capaz de pillarme a mí mismo con este tipo de pensamientos y es que tenemos que ser conscientes de esto sí que hay un camino para hacerlo aunque no nos lo hayan enseñado aunque jamás recibamos información o conocimientos de trending media, en cuanto a esto sí que podemos hacerlo. Y es maravilloso de hecho llegar a ese punto de poder hacerlo y evitar que te condicione tanto y estos pensamientos ansiosos o depresivos que podemos llegar a tener y ser capaces de cortarlos muchísimo más rápido y con muchísima más facilidad. Entonces, ¿cómo podemos hacerlo? ¿Cuáles son las técnicas concretas que nosotros podemos utilizar para ir mejorando poco a poco en este control mental?
La primera y como ya os estaréis imaginando es la famosa meditación. Es uno de estos hábitos que no dejo de recomendar absolutamente todo el mundo pero que a la gente le cuesta bastante incorporar en su día a día sobre todo porque los resultados que puede otorgarte
son muy a largo plazo o sea tú puedes meditar y cuando meditas te notas un poco más ligero mentalmente, te sientes mejor contigo mismo, estás más concentrado, menos preocupado por los problemas de tu día a día, pero si no lo haces constantemente va
a ser muy difícil que te otorgue estos resultados. Entonces, en este sentido, cuando meditemos el objetivo, que de hecho
hace ya un tiempo subí una meditación guiada, la primera que tengo, que habla sobre... Bueno, está enfocada a desarrollar esta estabilidad mental y emocional, ¿no? Entonces, aunque
se puede utilizar en un primer lugar para alcanzar este nivel de control, Lo suyo es que luego la hagamos sin meditaciones guiadas. O sea, que meditemos por nuestra propia cuenta, como mucho con un hillito musical de fondo, pero que no entorpezca demasiado la meditación. Y el objetivo de la meditación enfocada a este control mental y emocional es ser capaces de ver cómo llegan los pensamientos. Tú estás meditando, estás quieto, tranquilo, respirando por la nariz, en una buena postura y de repente te viene un pensamiento. Normalmente suelen ser pensamientos negativos, desgraciadamente, pero te viene un pensamiento.
Recuerda que mañana en el trabajo tienes que estar haciendo esto y el objetivo de esta meditación es pillarte, decir que ha venido un pensamiento, Darte cuenta, ser consciente de que ha venido el pensamiento y soltarlo. ¿Vale? Este proceso de soltar es el que se nos suele dar muy mal. O sea, somos expertos en agarrar pensamientos y regurgitarlos y darles vueltas, pero luego nos cuesta muchísimo soltarlos. Entonces este es el proceso.
Viene un pensamiento, eres consciente del pensamiento, lo sueltas. A lo mejor estás tres, cuatro segundos hasta que viene otro pensamiento, pero te vuelves a dar cuenta de ese pensamiento y lo vuelves a soltar. El objetivo es ir soltando, practicar esta soltura mental
y aparte también de
la soltura, el pillarnos a nosotros mismos con ese pensamiento. Entonces claro, imagínate si tú haces esto todos los días durante 5 o
10
minutos, todos los días, obviamente puede haber algún día que no lo hagas, por ciertas circunstancias. Pero poco a poco te vas a ir volviendo mejor en pillarte a ti mismo con esos pensamientos negativos, darte cuenta, ¿no? Y decir, ¡eh! ¡Quieto, parado! ¿No?
¡Che! ¿A dónde estoy yendo? ¡Cuidado! Que estos pensamientos son muy improductivos. Y soltarlos.
Y empezar a desarrollar un poco esa impecabilidad mental. El segundo sería empezar a tomar conciencia de que el miedo es una señal de que debemos actuar. Cuando algo nos de miedo, nos genere incomodidad, es por algo concreto. Es porque sentimos que eso que nos da miedo se escapa a nuestro control y preferimos quedarnos en nuestra zona segura, en nuestra zona cómoda y no tener que afrontar este tipo de cosas. Entonces, si empezamos a darnos cuenta de que aparece este miedo, tengo miedo,
todos los ejemplos que
hemos puesto antes de miedo, de aprender algo nuevo pero ser un competente en eso que quiero aprender, acercarme a una persona que me atrae, hacer nuevos amigos, empezar nuevos proyectos, todas estas cosas nos van a dar miedo y vamos a empezar a crear un montón de excusas de por qué no deberíamos afrontarlos. Pero si aprendemos a interpretar ese miedo que sentimos en esos momentos y lo empezamos a utilizar en nuestro favor, Este miedo significa que hay algo que yo puedo aprender si le doy una oportunidad, si consigo vencerlo. Entonces, cuando aparezca este miedo, esta sensación de que no queremos hacer algo y nos inventamos, aunque o sea, nos inventamos porque no queremos hacerla y banalizamos, ¿no? Estoy mejor solo, mejor tengo un trabajo seguro y no y no persigo mis sueños, ¿vale? Pero si tú te das cuenta de que el resultado que se va a derivar de tomar acciones en cuanto a aquello que te da miedo es un resultado que a ti te gusta, ¿vale?
Tener tu propio proyecto, ser bueno hablando con las personas que te atraen, sabiendo tocar la guitarra o yo que sé, o siendo un buen actor, un buen bailarino, lo que quiera que te apetezca hacer y te dé miedo, si el resultado final te atrae y te montas excusas es porque tienes miedo a cómo te vas a desenvolver en ese ambiente desconocido. Entonces, utiliza ese miedo, date cuenta de que ese miedo significa que deberías actuar porque hay una recompensa detrás que te va a gustar, que va a convertir tu vida en una experiencia muchísimo mejor y de esta forma eliminas un poco ese lado emocional, que es el miedo, lo racionalizas, Lo conviertes en la señal que supone y actúas acorde a ese miedo para buscar ese resultado que a ti te atrae. Esta sería la segunda técnica. La tercera técnica que podemos utilizar. Postergar la respuesta.
Esto
en las consultas privadas es algo que lo he hablado bastante, pero postergar la respuesta cuando nosotros notemos que
estas emociones empiezan a imbuirnos por dentro. Suele ser con algo que nos enfada y reaccionamos. Tenemos ira, tenemos odio, queremos atacar, queremos criticar, este sensamiento de no me puedo contener, tengo que soltar la mierda que tengo dentro. Ahí debemos aprender a postergar Y postergar no deja de ser contar hasta tres, hasta cuatro, hasta cinco, lo que necesites y dar la respuesta un poquito más tarde.
Entonces te viene tu jefe o un familiar y te dice algo que
a ti no te gusta y notas que tienes que defenderte, Chitón, te quedas callado. Te quedas callado y dejas que ese lado emocional, esas emociones que están borboteando por aquí arriba vayan bajando poquito a poco y el lado racional vuelva a tomar su puesto y así poder dar una respuesta mucho más lógica mucho más racional y que en
el fondo no te arrepientas de haberlo dado. Pues cuantas veces, ¿no?, todos nosotros hemos dado respuestas basadas en esas emociones, de algo nos molestaba o sentíamos que debíamos reaccionar ya de cierta forma
y lo hemos hecho sin ningún tipo de control mental. O sea, ha sido una respuesta, pum, puramente emocional y luego nos hemos arrepentido. Hemos dicho, qué tontos, ¿por qué le he dicho eso a esta persona? ¿O por qué yo he hecho esto? Ha sido una estupidez, ¿no?
Para intentar llamar la atención o quedar bien delante
de los demás y hacemos el idiota. En vez de postergar un poco, dejarnos unos cuantos segundos de margen para actuar y dejar que ese lado emocional baje, nos calmemos y podamos pensar de verdad, de forma lógica y racional, cuál es la mejor respuesta que podemos dar. Y, por último, la última técnica que podríamos utilizar,
o al menos la última que vamos a comentar en este vídeo, para que no se haga tampoco demasiado largo, es el romper patrones. Es decir, el cortar radicalmente mediante
una actividad que a nosotros nos guste o que nosotros podamos hacer en cierto momento para evitar ese rumiar de pensamientos negativos que muchas veces nos domina a nosotros, en vez de nosotros dominarlo a él. Entonces, rotura de patrón, esto es muy sencillo realmente. Tú cuando te veas... Es muy sencillo decirlo, pero luego hacerlo no es tan sencillo porque no se nos ocurren estas cosas normalmente cuando estamos ahí en este en este ciclo negativo cuesta mucho dar una palmada y pillarse a uno mismo y tomar una acción para evitar ese rumiar negativo de pensamientos. Entonces puede ser cualquier cosa.
Si empiezan estos pensamientos negativos puedes irte a dar
un paseo por el campo, si vives en el campo, por la ciudad, si vives en la ciudad, si empiezas a sentirte deprimido con tu vida o cualquier cosa de estas, de miedo hacia el futuro, inseguridad y demás, puedes Irte a correr, irte a entrenar, a entrenar, a hacer cualquier actividad que corte radicalmente ese proceso de pensamientos negativos. Esta, como veis, no tiene mucha historia. Y el nombre lo dice todo, ¿no? Rotura de patrón ante un patrón negativo, improductivo, en el sentido de que a nosotros no nos hace ningún bien ceder ante estos pensamientos negativos y esos momentos de depresión, Cortarlo y seguir adelante. Y cuando hacemos estas actividades, ¿no?
Cuando te vas
a correr, te vas a entrenar, te das un paseo por la naturaleza, no sólo cortas ese proceso negativo, sino que además haces algo que a ti te sienta bien. Entonces el estado mental cambia. Mira, Una rotura de patrón estupenda en estos momentos podría ser utilizar la primera técnica, la meditación. A mí me ha pasado esto de vez en cuando, de que estoy agobiado porque tengo muchas cosas que hacer en el día, siento que no
me da tiempo, cualquier cosa, me callo, me voy al sofá, me pongo mi hielito musical y me pongo a meditar durante un rato, pasan 15-20 minutos y mi estado mental es uno completamente distinto, estoy muchísimo más relajado y ya me puedo poner a hacer todo lo que tengo que hacer sin tener ese agobio por dentro. Entonces estas cuatro técnicas son maravillosas. Recordemos que es la meditación, el utilizar el miedo como señal para actuar, el postergar la respuesta y la rotura de patrón.
Y como conclusión empecemos a ser más conscientes de este lado racional y de cómo podemos entrenarlo y de cómo podemos aprender a dominar nuestros pensamientos y tengámoslo más en cuenta
en nuestro día a día.
O sea, cuando nos ocurran estas cosas a nosotros o cuando lo veamos en los demás, esta reactividad, démonos cuenta de que esa reactividad es fruto de una educación deficiente, de la cantidad de estímulos que nos incitan a dejarnos llevar por cualquier impulso, cualquier emoción que podamos sentir y démonos cuenta de que podemos mejorarlo, de que podemos exponernos menos a esos estímulos y empezar a aprender cómo dominar nuestros pensamientos y
de esta forma empezar todo el proceso de desarrollo personal,
todo ámbito en el que queramos mejorar va a requerir en cierta medida de este control mental. De anteponer los pensamientos a las emociones. Y muchos de vosotros ya os habréis dado cuenta que queréis hacer cosas, queréis entrenar, queréis poneros a escribir un diario, a meditar,
y de repente os da pereza, sentís desmotivación, o os veis como bloqueados y atascados y no conseguís actuar acorde a lo que ya tenéis en vuestra cabeza que sabéis que queréis hacer. Y es por esto. Es porque en el fondo os estáis dejando llevar por esas emociones que a todos nos ocurre, ¿vale? O sea, no, tampoco nos sintamos mal por ello. A todos nos ocurre que de repente pues la desmotivación o la pereza o cualquier emoción negativa nos bloquea y nos cuesta mucho actuar pero es precisamente en esos momentos cuando más pereza tienes o cuando más miedo tienes o cuando más desmotivado estás o cuando menos quieres hacer algo que sabes que es bueno para ti.
En esos momentos, si antepones el lado racional, lo sacas, que reluzca ese lado lógico, y haces aquello que no quieres hacer, ya estarás creando un hábito, o sea, ya estarás creando el hábito de colocar el lado racional por delante del lado emocional, ¿no? Entonces, El hábito que quieras hacer, ya sea entrenar, ya sea escribir, cualquier cosa que sea lo que quieres hacer pero que te cuesta mucho hacer, te va a resultar más sencillo. Porque vas a aprender a hacerlo incluso en los días en los que no te apetece nada. Y eso, eso Es una habilidad que merece muchísimo la pena. Y que os diré que prácticamente el
95% de las personas de este mundo no la tiene y jamás,
y jamás ha pensado en ello. Así que Hagamos este esfuerzo y empecemos a incorporar un poco más la idea de que podemos controlar nuestros pensamientos lentamente, poquito a poco, pero que podemos hacerlo. Por supuesto que podemos hacerlo.
Y bueno, espero que este vídeo os haya gustado y hayáis podido encontrar un poco de conocimientos o información de valor que os anime a aplicar todo esto que hemos comentado en vuestro día a día. Y nada, ya sabéis que estaría súper agradecido si queréis dejar un like, compartir este vídeo con alguna persona que creáis que le puede venir bien o dejar vuestra experiencia o información que creáis que puede contribuir un poco a que este vídeo aporte más valor en los comentarios, cualquiera de esas cosas me ayudaría mucho y estaría muy agradecido con vosotros. Y ya sabéis que Si queréis solicitar una sesión privada conmigo podéis hacerlo
a través de mi web, laduchafría.com y nada, muchas gracias por todo vuestro apoyo y nos vemos pronto. Pasad muy buena semana.
Muchas gracias por llegar hasta el final. Y Si te ha gustado el vídeo y te ha parecido interesante, no dudes en darle a like y suscribirte. Nos vemos en el próximo vídeo.