Vamos a empezar con el verbo escribir y, por ejemplo, escribo a María. A María puede ser un objeto directo o un objeto indirecto porque cuando el objeto directo o el objeto indirecto son persona siempre tienen la preposición a. Pero el significado, si es directo o si es indirecto, es totalmente diferente, ¿vale? Escribo a María, objeto directo, significa que María recibe la acción de escribir, pero escribo una carta a María significa que María recibe indirectamente la acción de escribir. Con esta frase, escribo a María, no está claro si es un objeto directo o indirecto, pero con los pronombres sí está claro.
Los pronombres de objeto directo y de objeto indirecto son iguales en todas las personas, excepto en las terceras. El pronombre de objeto directo masculino singular es lo, femenino singular es la, masculino plural los, femenino plural las. Pero en el objeto indirecto da igual si es masculino o femenino, Siempre usamos LE cuando es singular y LES cuando es plural. Entonces, si yo literalmente escribo a María, voy a decir LA ESCRIBO, pero si yo escribo una carta a María voy a decir le escribo. Si escribo literalmente a Juan voy a decir lo escribo, pero si escribo una frase a Juan voy a decir le escribo.
¿Qué pasa si queremos usar los dos pronombres? Por ejemplo, escribo una carta a María. En este caso, no hay confusión, porque el objeto directo es una carta, entonces el objeto indirecto es AMARÍA. Una carta es el pronombre LA, AMARÍA es el pronombre LE. Vale, ahora, ¿dónde van los pronombres?
Siempre delante del verbo. ¿Y cuál es el orden de los pronombres? Primero, el objeto indirecto y después el objeto directo. Entonces, le, la, escribo. ¡Qué fácil, ¿no?
Pues no es correcto, porque acústicamente no suena bien. Lo siento. Hay otra regla que dice que con los pronombres le y les, el resto no, mete, nos, os, no, solo le y les, con un objeto directo, cualquiera, mete, lo, la, nos, os, los, las, cualquiera, Cambia a SE. Entonces, en este caso, tenemos SE LA ESCRIBO. Ahora, ¿qué pasa si escribo una carta, pero a Juan?
LE LA ESCRIBO, otra vez, cambia a se la escribo. ¿Qué pasa si escribo una carta a ellos, a Juan y a María? Nada, se la escribo. Muy fácil. Pero, Atención, ¿qué pasa si escribes una carta a mí?
Ahora, una carta, objeto directo, todavía es la. A mí es el objeto indirecto me. Me la escribes. Perfecto, no cambiamos nada, solo cambiamos LE-LES. Hacemos otro ejemplo, pedir.
Juan pide dos libros a Laura. Dos libros es el objeto directo, a Laura es el objeto indirecto. Entonces, los y le. ¿Combinación? ¿Le los pide?
No, se los pide. Regalamos una bicicleta a mis sobrinos. Una bicicleta, objeto directo, la a. A mis sobrinos, objeto indirecto, les. ¿Les la regalamos?
No, se la regalamos. Recordamos que tanto el objeto directo como el objeto indirecto, cuando son personas o animales, siempre tienen la preposición A. El objeto indirecto siempre es una persona o un animal, por eso siempre tiene la preposición A. Bueno, espero que esté clarísimo, tenéis que practicar mucho y podéis escribirme otros ejemplos para ver si son correctos. Muchas gracias por ver el vídeo y suscríbete.